Una clase muy particular [Sophie]

Recuerdo del primer mensaje :

Hace apenas una hora que recibí la respuesta de Sophie, me pude de pie de un salto, y, tras arreglarme un poco, sali de la sala, y a pasos rapidos, llegue hasta a sala en que la había citado.
Cuando llegue, aun no había llegado, tome asiento sobre la mesa que deberia corresponder al profesor,y di un vistazo a la sala. Era un lugar algo lugubre, estaba un poco sucio, y puder ver una telaraña en el techo, frunce el ceño, no tenia contras las arañas, pero, en la montaña, me preacio ver bastante nerviosa a Sophie cuando invoque la acromantula ignea para luchar contra el gigante. Saque mi varita del bolsillo, y la apunte a la telaraña.
- Evanesco - la tela de ataña desaparecio, continue recorriendo el salon, y limpiando todas las telas de araña que encontrara

Apenas lo escuché decir esto me incorporé y me crucé de brazos, mirándolo de frente con una expresión desafiante en mis ojos. Al incorporarme tan rápido, me mareé un poco. Eso y el dolor de cabeza no ayudaban mucho a la situación, aunque podía aguantarlo.

- ¿Me estás diciendo que antes de esto pensabas que era una rubia hueca? - inquirí esperando a su reacción - Oh, vamos, es obvio que dicen eso porque tienen envidia - comenté con una media sonrisa. Con mis amigas siempre bromeábamos sobre nuestro color de cabello y yo era la boba del grupo. Igual, a pesar de aquel conocido dicho, a mi me gustaba ser rubia.

Rei de buena gana ante su comentario.
- sabes... Hay algo qur deseo decirte - dije, poniendome serio, me acerque a ella, y clave mis ojos en los suyos - Dijiste qur no te lo había dicho de forma directa - alce mi mano, y retire aquel mechon de cabello que tenía por costumbre escaparse de su lugar - Sophie... - Mantuve una intenda mirada en sus ojos - Me gustas.
Tras decir esas palabras, pero sin esperar su respuesta, hice que mi mente forzara una entrada agresiva sobre la suya, esperando ver si había bajado la guardia en esta ocacion.

Lo observé reir, estaba por seguir la broma y expresarle que todavía no había respondido a mi pregunta cuando noté que se acercó a mí y me miró a los ojos. A medida que lo escuchaba hablar sentí como mi estómago daba un casi imperceptible vuelco, al cual le resté importancia inmediatamente.
En serio, no necesitaba escuchar esto, no tendría que haberle dicho que nunca me lo dijo así. Sentí mis mejillas arder y estaba a punto de replicarle cuando advertí que Alex estaba dentro de mi cabeza por tercera vez.
Demonios, demonios, demonios, había bajado la guardia de nuevo. Definitivamente no servía para esto, era demasiado distraída. Una imagen mía tomando sol en la playa apareció ante mis ojos pero, tan rápido como apareció, se esfumó. No supe como, pero había logrado poner mi mente en blanco. Y en cuestión de segundos. Por primera vez. Wow. Igual, había estado mal. Es decir, tendría que haber seguido atenta.
- Bueno, algo es algo - le dije a Alexander

Como supuse, aquellas palabras le habían quitado su concentracion, senti mi mente arremeter contra la suya, encontrando poca resistencia, pero, un segundo despues, tras apenas un pequeño flash de imagenes, estaba fuera, ella había limpiado su mente con increible velocidad. Le sonrei ampliamente.
- Vaya, eso fue sorprendente - Dije con grata sorpresa - Me temo que aprenderás esto más rapido de lo que había previsto... Eso me dejara menos horas a solas contigo - Agrege, en tono de broma, mientras le guiñe un ojo.
Camine de regreso al asiento que estaba ocupando, y me deje caer en el.
- No me paso desapercibido que te pusiste algo nerviosa - Dije finalmente, en tono jugueton, respecto a la primera imprecion que lei, cuando estaba aun en una parte superficial de su mente.

- Que lástima ¿no? - le dije con una media sonrisa en tono de burla - Igual no lo creo, en realidad pudiste entrar por un momento. Es imposible pretender que esto me salga tan rápido con lo despistada que soy - agregué volviendo mi mirada hacia él, todavía un poco aturdida. No creia posible que en sólo tres veces que Alex intentara entrar en mi mente yo ya pudiera sacarlo sin problema. Es decir, para esto se necesitaba práctica ¿no?
Me crucé de piernas al mismo tiempo que observaba mis uñas, las tenía pintadas de bordó, y estaban perfectas. Bueno, por lo menos el esmalte que compré valió la pena. Miré de nuevo al Slytherin cuando lo escuché hablar.
- No me puse nerviosa - comenté, defendiéndome - Además nisiquiera me dejaste tiempo para decirte nada - esta situación me hacía poner incómoda.

Rei de buena gana al ver que estaba incomoda, segui su.mirada hasta sus uñas tipico de ella, bastaba darle una rapida mirada para adivinar que pasaba varias horas al día arreglandose, y pense que se vería hermosa aunque no llevara nada de maquillaje.
- Pues yo lo dije en serio - aclare, con voz calmada - aun tiene oportunidad de responderme - deje que mi mirada quedara prendada en la suya, y espere su replica. Aquella

Me quedé mirándolo unos instantes, en realidad no había pensado en nada que responder. El tono de mis mejillas subió un poco. Agh, no me agradaba esto ¿no lo había dicho ya?.
- Mmm.. Alex, lo siento pero no me gustas - le respondí, parpadeando atolondradamente - Y estoy segura de que soy solamente un capricho tuyo - agregué con escepticismo. Era cuestión de tiempo hasta que se diera cuenta de que en realidad yo no le atraía - Es decir, piénsalo.. - dije con un suspiro. Ni yo entendía del todo por qué, pero no me iba a comprar con un par de palabras, no era tan tonta

En ningun momento de la conversación deje de sonreír con calma, como si aquella respuesta no me disgustara en lo más minimo.
- No tengo problemas con no gustarte - le dije, aun sonriendo - dime que no, y yo me dare la tarea de conseguir un si.
Me acomode en la silla, y mire, aun sonriendo, los detalles de las facciones de sophie.
- Para ti, ¿donde termina un sentimiento y empieza un capricho?.

Escuché frustrada su respuesta y suspiré de nuevo, él seguía sonriendo. No podíamos hablar así, era obvio ninguno iba a dar el brazo a torcer.
- No lo sé - daba igual, no lo iba a entender - Simplemente te he visto y creo que te gusto sólo porque no me gustas. Osea que si tú me gustaras yo no te gustaría - me detuve por unos segundos a analizar mis palabras con una media sonrisa, parecía un trabalenguas - Si quisieras estar con alguien, podrías estar perfectamente con cualquiera de las otras chicas que, estoy segura, te brindan mejores atenciones que yo.
Eso no era todo, pero sí una parte de lo que creía respecto al tema. Me quedé esperando su respuesta.

Me mantuve tranquilo al replicar sus palabras, aun no encntraba el tema del que me incomodara hablar, y aunque haciendo memoria, esta era la primera vez qur hablaba de mis sentimientos, no le concedi demaciada importancia.
- Tienes razón en una cosa, y te equivocas en otra - dije con suavidad y manteniendo aun una sonrisa tranquila - Si podria estar con otra - recorde que había varias chicas que me habían propuesto algo similar - Pero ninguna podria darme lo que tu - No dije más, ni me esforze en aclararme

Lo observé unos segundos asimilando lo que dijo, mis mejillas comenzaron a sonrojarse de nuevo. No podía decirme eso. Lo más extraño era el tono de la charla, ninguno de los dos estaba hablando a los gritos ni nada, claro que no era para tanto, y, si bien yo me sentía algo incómoda, la conversación se sentía bastante natural.
- De acuerdo, entonces explícame que te ofrezco yo que no te puedan dar las demás - le pedí, todavía mirándolo a los ojos y parpadeando con suavidad. Es que vamos, yo no tenía nada de especial; aparte, si fuera él ya me habría dado por vencido conmigo ya que así como el insistía en que me haría cambiar de opinión, yo no pensaba caer en sus redes.

Le devolví una mirada divertida, aquella pregunta no me la esperaba, y me parecia incluso graciso que la hiciera.
- Pense que era obvio - comente, pero decidi que seria mejor aclaralo - Estar con cualquier chica puede resultar divertido, pero nunca se sentira como estar con la chica que te gusta, ¿no?.
Observe su sonrojo, me encantaba.cuando se reborisaba.
- Como solo tu me gustas, solo tu puedes hacerme sentir así.

Rodé los ojos, no me gustaba hablar de sentimientos y no quería, pero no pude evitar que una casi sonrisa, o algo parecido, se escapara de las comisuras de mis labios. Las palabras que había dicho Alex no las escuchabas salir asi todos los días, de verdad parecian sinceras y, como estaban las cosas ahora, siempre todo esto era por interés.
- Merlin, de verdad te gusto ¿no? - comenté más para mí que para él, sin esperar una respuesta. Esperen, retrocedamos, ¿por qué dije eso? Estaba hablando de Alexander Zalachenko ¿me había vuelto loca? Ok, en realidad, todavía quedaba un poco de duda en mí, pero quizás algo menos en comparación a hacía unos momentos. Miré a mi alrededor y luego volví a mirar a la serpiente. - Me haces sentir mal conmigo misma - agregué finalmente

Sus labios se curvaron ligeramente, como.si una sonrita intentara escaparsepero ella no se lo permitiera, la note algo confusa, y no pude evitar sonreir, me parecio adorable de su parte.
- ¿Mal por que? - Pregunte con sincera curiosidad, nada de lo que acababamos de conversar me parecia un motivo para sentirse mal.

Lo observé que sonreía divertido, me pregunté que le haría tanta gracia.
- Por que pareces, digo pareces porque todavía no me terminas de convencer, estar esforzándote en esto y yo no te presto atención - respondí como si fuera lo más obvio del mundo.
Ahora sí estaba atenta a sus movimientos, aunque no lo pareciera. Esperaba poder bloquear mi mente si él decidía entrar. Igual creo que la idea de esto era que tenía que conseguir que él no entrara en mi mente sin estar atenta, es decir que fuera algo automático; pero bueno, por algo tenía que empezar ¿o no?

Rei ante su razonamiento, que ella no me aceptara no era un inconveniente para mi, yo me a pasaba muy bien con ella, aun cuando no puediese besar sus labios como deseaba, asi que no me molestaba esperar.
- ¿De verdad no me prestas ninguna atencion? - pregunte, sin dejar de sonreir - Respondeme algo, ¿Te molesta o te incomoda que intente algo contigo? - no pregunte con afan alguno, simplemente tenia una idea dando vueltas en mi cabeza, y pense que seria buena idea intentarla, aunque podia no serlo del todo.

Reflexioné sus palabras unos instantes.
- Por lo menos no en el modo que más te gustaría, supongo - respondí encogiéndome de hombros. En realidad, claro que le prestaba atención; en cierto modo hasta me agradaba pasar el tiempo con él, cuando estábamos solo claro, porque no olvidaba la persona que podía llegar a ser en realidad. Volví mi mirada hacia sus ojos - No quiero tener algo contigo - le dije simplemente, en su vista pude observar el atisbo de algo, me pregunté qué estaría pensando - ¿Por qué lo preguntas?

Sonrei ante su respuesta.
- Pero eso no fue lo que te pregunte - dije, divertido, no había preguntado si queria tener algo conmigo, yo mismo me veia dificilmente en una relacion, era algo que jamas, en toda mi vida, había intentado, pero yo si sabía que me encantaba pasar el tiempo con ella, ¿Era mutuo? - Te pregunte si te incomodo estando cerca, sabíendo lo que sabes de mis sentimientos

Lo miré mientras soltaba mi pelo y me puse a jugar con el lazo.
- Ya, cierto - le dije asintiendo con una media sonrisa - mm - lo medité unos segundos - ¿Crees que estaría aqui si me incomodara? Es decir, no me molesta. Salvo a veces... creo - terminé de responder no muy segura. En realidad, sólo me incomodaba de vez en cuando, o en las ocasiones que hablaba directamente de ello. Por ejemplo ahora, un poco, ¿no?

- Es todo lo que queria saber - dije, sonriente - y todo lo que necesito por ahora.
Me aleje un poco, reclinando para atras la silla, y, en ese momento, una araña bastante grande callo entre nosotros desde el techo, giro, caminando sobre sus 8 atas, y miro a Sophie, haciendo chasquear sus pequeños colmillos.
No llegue a inmutarme, mantuve mi mirada en Soph, esperando su reaccion.

Me pregunté que estaría planeando, o pensando, o lo que fuera. Hasta que la ví caer, en frente mío, era grande. Oh mon dieu, si no alejaba eso de ahi ahora me iba a dar un paro cardíaco.
Sentí como un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba a abajo. Mi primer impulso fue sacar la varita y deshacerme de aquella abominación; pero no podía, no era tan fácil, me había quedado congelada. El insecto me estaba mirando, Merlin me estaba mirando y me iba a atacar. Ya, no seas paranoíca Sophie. Ay, pero es que en serio me estaba mirando.
- ¡Alexander saca eso de mi vista por favor! - casi grité, entrecerrando los ojos. Inhala, exhala, inhala, exhala. Sentí los latidos de mi corazón acelerarse, en serio que iba a morir si esa cosa asquerosa no salía de aqui.

La vi aterrada por la aparicion de la araña, en cuanto ella me pidio que la araña desapareciera, esta lo hizo de inmediato, esfumandose en al aire, ella mantenia sus ojos cerrados, e intentaba conrolar su respiracion.
- Ya puedes abrirlos- le dije, sonriendo, en cuando los abrios, me adentre por sus pupilas, embistiendo otra vez contra su mente, atento a ver si encontraba alguna barrera que intentara detenerme el paso, aunque probablemente la ilucion de la araña habria desarmado todas sus defensas.

Abrí los ojos confiada de que la araña ya no estaba más alli y, de repente, sentí a Alexander de nuevo entrando en mi mente. Oh no, por favor, no. Eso fue demasiado rápido.
Las imágenes comenzaron a pasar ante mis ojos de nuevo. Ahi estaba yo el año pasado en Beauxbatons. Aparecía con Mary, recordaba que nos habían castigado por realizar una broma en clase y tuvimos que quedarnos durante un mes todas las tardes allí, sin hacer nada en especial. Entonces apareció Alexander, junto a mí, al lado del lago y llamándome cachorrita. Yo claramente molesta ante sus comentarios continuaba caminando por la orilla.
Intenté concentrarme para dejar mi mente en blanco, pero no lo podía lograr.

Pude entrar, vi un primer recuerdo de sus años de su anterior escuela, pero luego, un recuerdo de nosotros, junto al lago, recordaba aquella situacion.
Simplemente, no pude resistir la tentacion, decidi adentarme más en aquellos recuerdos, aquello que guardaba de nuestros encuentros anteriores, desde aqui, podia ver no solo lo que paso, sino lo que ella penso y sintio al respecto. Sabía que ella no me dejaria llegar muy lejos.
- El miedo no puede controlarte, debes lograrlo a pesar de este...

El recuerdo se seguía extendiendo, él me robó un beso y yo hecha una furia lo abofeteé. Él me seguía por el lago y nos pusimos a discutir sobre mi orgullo. La imagen cambió y lo había empujado al agua, luego Sophie también estaba junto a él. Salimos y el recuerdo continuó. Escuché a Alex hablarme y lo fulminé con la mirada aunque no pudiera verlo. ¿Había tenido una horrible araña a centimetros míos y el pretendía que el miedo no me controlara? Ahora él me había lanzado un petrificus totalus, se acerco a mí y me besó de nuevo. Recordé el enojo que había sentido en ese momento, quería vengarme como fuera. Me concentré todavía más, mi cabeza dolía mucho. Entonces, al fin logré poner mi mente en blanco.
- Es suficiente - murmuré al mismo tiempo que las imágenes dejaron de reproducirse en mi cabeza - Alexander, eso fue trampa - agregué con un suspiro y mirándolo con un aire desafiante.