Una clase muy particular [Sophie]

Recuerdo del primer mensaje :

Hace apenas una hora que recibí la respuesta de Sophie, me pude de pie de un salto, y, tras arreglarme un poco, sali de la sala, y a pasos rapidos, llegue hasta a sala en que la había citado.
Cuando llegue, aun no había llegado, tome asiento sobre la mesa que deberia corresponder al profesor,y di un vistazo a la sala. Era un lugar algo lugubre, estaba un poco sucio, y puder ver una telaraña en el techo, frunce el ceño, no tenia contras las arañas, pero, en la montaña, me preacio ver bastante nerviosa a Sophie cuando invoque la acromantula ignea para luchar contra el gigante. Saque mi varita del bolsillo, y la apunte a la telaraña.
- Evanesco - la tela de ataña desaparecio, continue recorriendo el salon, y limpiando todas las telas de araña que encontrara

Palpe mis costillas con mis dedos en cuando ella pregunta, nada, ningun dolor, la verdad es que no me habias molestado en toda la noche, solo podia suponer que ya estaba sanado.
- Listo para otra pelea - le dije, en tono de broma, ella parecia resignada ya a perder la primera hora, la verdad, a mi no podria importarme menos.
- No que yo sepa, aunque la puerta de su estudio esta abierta, asi que tuvo que salir de alli en algun momento de la noche - Me encoji de hombros, el misterio de porque no nos habia regañado no me interesaba demaciado, quizas salio tan cansada que no repado en los dos adelecentes que dormian en su piso, o quizas hasta la parecio adorable la situacion... no, la segundo era poco probable.
- ¿Que tal dormiste?

Rodé los ojos ante su contestación, lo ideal hubiera sido que dijera ''bien, he aprendido la lección y voy a dejar de meterme con mis compañeros'' pero era de mucho esperar por supuesto. Me pareció extraño lo de Madame Pomfrey, era casi seguro que nos tendría que haber visto por lo que no comprendí porque no vino a decirnos nada.
- Bueno, he tenido mejores noches - le respondí estirándome un poco, mi cuerpo estaba algo acalambrado. Claro que había dormido sin despertarme a la mitad de la noche o esas cosas que últimamente me estaban sucediendo, por lo que tampoco fue tan malo - ¿Y tú como dormiste?

Pense por un segundo en levantarme de donde estaba, pero la verdad, no vi ninguna necesidad de hacerlo, me acomode mejor, y note que estabamos mas cerca con Sophie de lo que habias estado al dormirnos, supuse que el frio mientras dormiamos abria ocacionado aquello.
- Yo dormi bastante bien - dije, y era cierto, la mala posicion no me desperto ni una vez en la noche, y me sentia bastante repuesto en estos momentos - Aunque la proxima vez, buscaremos un lugar mas comodo para pasar la noche - Dije en todo de burla

- Aja, ¿Qué te hace pensar que habrá próxima vez? - le pregunté también con burla en mi tono de voz, porque claro que esto no volvería a pasar de nuevo.
Entonces un agudo dolor invadió mi cabeza. Ouch, yo creia que ya se había pasado pero al parecer el dolor estaba esperando a que hiciera algún movimiento. Quizás debería tomar algo, o, mejor, aprender a alejar de la gente de mi mente. No creia que molestara una vez supiera hacerlo. De todos modos, intenté restarle importancia y me asomé a mirar por la ventana. El día estaba intensamente soleado, sólo se veia una pequeña nube en el cielo. Volví mi mirada hacia adentro y escuché una puerta abrirse, por la cual Madame Pomfrey estaba entrando y dirigiéndose hacia nuestro lugar de posición.

Estaba por responder al comentario de ella cuando la puerta se abrio, en ella estaba madam Pomfry, quien se detvo en la puerta, y mis lanzo una mirada indesifrable.
- ¡¿Aun aqui?! - Su tono parecia molesto, pero algo en su exprecion no terminaba de encajar - No se esconderan de clases en mi enferia, fuera de aqui - Dijo en tono severo, y dio un paso al lado, dejando la puerta descubierta. ¿Nos estaba dejando ir?, ¿Sin mas?, no retos, ni sermones, ni alguna detencion, aquello se me hizo extraño, pero no dejaria pasar la oportunidad.
Me levante de un salto, y ofreci la mano a Soph, para hacer lo mismo
- Creo que es el fin de nuestra segunda cita - le dije, mientras le guiñe un ojo.

¿Qué acababa de pasar? ¿Por qué alguien como Madame Pomfrey nos dejaría salir así sin más? La miré con una mezcla de confusión y curiosidad, pensando en si nos estaba haciendo un chiste. Claro que no parecía estar de humor para bromas.
- Esto nunca fue una cita - le aclaré. Me levanté sin la ayuda de Alexander, no sé que le hacía pensar que lo había sido cuando las cosas estaban claras.
Caminamos hacia la puerta y antes de salir le agradecí a Madam Pomfrey, no estaba segura de por qué, y le dije adiós. Salimos a los pasillos, donde no había nadie ya que, claro, deberían estar todos en clase. Volví mi mirada hacia Alexander.
- Bueno, yo me voy a mi Sala Común - le dije, todavía pensando en la extraña conducta de la enfermera - Supongo que nos veremos luego

Rei ante su respuesta, estaba seguro que diria algo asi.
- Claro querida, te aseguro que nos veremos luego - acompañe mis palabras palabras con un gesto de despedida con mi mano, deje atras la puerta de la enfermeria, que la enfemera cerro con un golpe seco.
Me acerque a ella, y le di un beso en la mejilla, de despedida, nuevamente, mi beso callo bastante cerca de la comisura de sus labios, sin darle tiempo a reclamar, me aleje por el pasillo, y justo antes de girar en una esquina, en direccion a las masmorras, agrege.
- ¿Estas segura que no lo fue?, me pregunto que diferencia hay con una cita - Tras decir eso, en un tono burlesco, me perdi al final del pasillo, sin quedarme a escuchar su respuesta, dirigi mis pasos a las masmorras, donde estaba mi sala comun.

- Inevitablemente - agregué. Ya que aunque no quisiera nos veríamos en clases.
Fruncí el seño y me quedé observando como se iba, detestaba tanto que hiciera eso. La próxima vez estaría atenta a cuando intentara saludarme, nada de besos tan cerca de mis labios. Escuché sus palabras, mientras se perdía en el pasillo.
- La diferencia consiste, Alexander, en que las dos personas tienen que estar de acuerdo en que es una cita - dije, aunque claro que estaba segura de que no podía escucharme, ya se había ido.
Rodé los ojos, di la vuelta y me dirigí hacia mi cuarto en la Torre de Gryffindor. Todavía faltaba un rato para que la próxima clase empezara asique aprovecharía ese momento para ducharme y despejarme un poco.