Una noche planeada (Sophie)

Recuerdo del primer mensaje :

Eran las 20:00hrs, por primera, probablemente en toda mi vida, habia llegado temprano a un lugar, estaba de pie, en el linde el bosque prohibido, cubierto por las sombras de la primera hilera de arboles, el cielo aun no estaba oscuro, pero tenia una tonalidad violeta, y del sol solo quedaba un resplando anaranjado en el horizonte, algunas estrellas solitarias estaban desperdigadas por el manto celeste, no habia luna, al menos no aun.
Balancie mi peso de un pie al otro, mirando ocacionalmente al castillo, por un fugas instante me pregunte si vendria o no, pero aleje la idea de mi cabeza con celeridad, ella vendría, yo le causaba demasiada curiosidad para que no viniera, al menos por eso tendría que venir.

Me quedé observando a la pequeña hada que seguía revoloteando a mi alrededor hasta que sentí que alguien me tapaba la vista. Noté como sonreía, pero yo simplemente me quedé con la misma expresión que tenía antes de que se cruzara.
- No estoy molesta - murmuré cortantemente, sonando, en efecto, molesta. De acuerdo basta, respira. Que tonta era, no quería demostrárselo y era justo lo que estaba haciendo. En realidad esto no tenía sentido, nisiquiera sabía por qué estaba enojada. No me había parado a pensarlo detenidamente. Tampoco lo hice luego ya que las hadas, al parecer atraídas por nosotros, comenzaron a salir y a rodearnos. Se veia hermoso, todo lleno de colores.
Comenzé a caminar de nuevo y algunas de ellas me siguieron. Encantada con su reacción, di algunas vueltas y, efectivamente, las hadas también lo hicieron. Una sonrisa escapó de mis labios mientras seguía andando.

Estaba molesta, podia notarlo sin necesidad de estudiarla con cuidado,pero vi como, su semblante, poco a poco, comenzo a suavizarse.
En cuanto quite la vista de ella, para atender el espectáculo de las hadas, ellas comenzo a caminar, jugueteando con los seres que revoloteaban a su alrededor, como una niña que ve por primera vez la nieve, de nuevo me parecio adorable.
Saque mi varita, y deje que algunas chispas salieran de ella, las hadas, de inmediato, volaron a la punta, llamadas por la magia, y comenzaron a revolotear, formando círculos sobre mi varita. Ahora tenia su atencion.
- Si hubiese respondido a beso, ¿que pasaba despues? - pregunte, con una sonrisa divertida, mientras caminaba hacia ella, acerque mi varita a su cabello, y las hadas pasaron a este, jugueteando entre ellos, posándose en ella como luminosos y magicos adornos a su belleza.

Las hadas a mi alrededor, de repente desaparecieron atraídas por la varita de Alexander. Las observé revolotear por ella, maravilladas por las chispas.
- Supongo que nunca lo sabremos - le dije, volviendo mi mirada hacia él y encogiéndome de hombros. ¿Por qué me preguntaba eso? No entendía por qué le interesaba, si después de todo él fue quien no quiso continuar. - ¿Qué crees tú que habría pasado? - pregunté con algo de curiosidad. El sentir a las hadas en mis cabellos me producía un suave cosquilleo que a la vez me relajaba. Me senté en el suelo, apoyando mi espalda contra un árbol mientras enfocaba mi vista en mi alrededor. Todavía no terminaba de entender que hacía en este lugar, ¿además cuánto tiempo llevabamos aqui? Hacía bastante que habíamos llegado.

Me sente frente a ella, dejando a las Hadas vagar libres por nuestro alrededor, seguramente no faltaba ya mucho para el amanecer, pronto tendría que regresar.
- ¿Que creo yo? - repeti, mirando sus ojos - Creo que habrías perdido el interes que eh logrado generar en ti - dije con naturalidad - Que seria solo un beso, y nada más.
Me incline hacia adelante, y estire mi mano, para acariciar de nuevo su rostro.
- Eso me hubiese bastado hace unas horas - le dije con voz profunda, mi tono era tranquilo y sincero - Pero ahora, creo que me volvería loco si solo obtuviese eso de ti. - deje que mis dedos rozan su piel, esperando ver si ella me lo permitia o retiraba mi mano.

Me mordi el labio inconscientemente mientras una pequeña sonrisa escapaba de mí.
- Dime una cosa, ¿qué te hace pensar que estoy interesada en alguien como tú? - le dije con una ceja alzada y extendiendo mi mano hacia mi rostro para apartar el contacto que la suya estaba teniendo conmigo. Por más que su voz sonara tranquila y no mostraba signos de estar mintiendo, no le creia ni una palabra. Había algo que todavía no me terminaba de cerrar.
- ¿Y qué pasa si no obtienes nada? - pregunté luego de unos instantes en los que el tiempo pareció congelarse. - Solo habrás perdido tu tiempo en mí. - terminé de razonar. Quizás si se daba cuenta de que no valía la pena, dejaría de intentarlo.

Sonrei al ver como se mordia su labio inferior, definitivamente me encantaba aquel gesto de ella.
- Creo que lo estas, aunque sea solo un poco, no estarias aqui esta noche si no fuera asi.
Dije con media sonrisa, como si señalara lo obvio, deje que ella apartara mi mano de su rostro, pero en el acto sujete la suya.
- Es una apuesta arriesgada, es verdad - dije, sonriendo - podria haberme conformado con un beso, ahora podría quedarme sin el beso, ni obtener nada más a cambio - deje que mi pulgar acariciara sus dedos - Pero creo que por ti, vale la pena correr ese y muchos otros riesgos - Nisiquiera entendia bien que es lo que queria lograr con ella, que esperaba conseguir, pero tenia total claridad en algo, queria conseguir algo más que un beso, la queria a mi lado por más tiempo que los fugaces segundos que hubiese durado aquello.

- En realidad, cuando leí la nota no sabía que eras tú, por lo que sólo vine por curiosidad - le dije algo divertida, esperando a ver su reacción. Aparté mi mano de la de él ligeramente sonrojada y lo miré frunciendo un poco el seño - Si yo fuera tú, me daría por vencido desde ya. No tiene sentido que siquiera lo intentes - era verdad, ahora encontraba imposible que pasara algo más. Bueno, por lo menos le había advertido, luego no tendría derecho a quejarse.
Observé al cielo, al parecer en poco tiempo comenzaría a aclararse y dar paso a la mañana. No podía creer que todo esto había pasado, sobretodo porque se me pasó con bastante rapidez. En poco tiempo tendríamos que regresar a Hogwarts. Me pregunté si el thestral en el que vinimos seguía por aqui o se había ido.

Sonrei ante su respuesta, claro, firme la nota, pero ella aun no sabía mi nombre, rei divertido.
- Aun asi, la curiosidad te llevo al linde del bosque anoche, pero no te trajo aqui el resto del camino.
Me levante de golpe, alejando a las hadas, de todas formas, ellas se alejarian con las primeras luces del alba que no tardarian en llegar, extendi mi mano hacia ella, invitandolo a levantarse.
- Ya te lo dije, correre el riesgo - ademas, me planteaste mi fracaso como una pregunta, significa que no esta todo perdido para mi - digo con una sonrisa sugerente.

Bueno, él quizás sí tenía un punto. Además no tenía ganas de ponerme a discutir sobre eso, asique daba lo mismo.
- Claro, pensé en volverme pero luego supuse que no perdía nada si iba contigo. Para colmo en la sala común me aburriría - le dije al tiempo que tomaba su mano para ponerme en pie. - Eres bastante cabeza dura ¿sabías? - inquirí volviendo mi mirada a él con una media sonrisa - Te lo planteé como una pregunta porque lo estaba viendo desde tu punto de vista. Igual has lo que quieras, yo ya te avisé. - me negaba rotundamente la idea de tener algo con Alexander. En realidad no me molestaba en general esas cosas, hasta me esforzaba por conseguirlo, pero con él era diferente.

No insisti en el tema, no tenia sentido, ya habia dejado claro mi punto, no me rendiria con ella, habia decidido ir por todo, y no echaria pie atras.
Ella tomo mi mano y la ayude a levantarte, la guie de regreso al lago, donde estaban aun mis cosas.
- Creo que es hora de que volvamos - dije en tono alegre, su rechazo, lejos de deprimirme o desanimarme, solo me confirmaba que sera todo un reto intentar algo con ella, me gustaba aquello.
Me termino de vestir, y comienzo a caminar, en la dirección en la que dejamos al Thetral, preguntándome por primera vez si seguirá aun en ese lugar.

Comenzamos a caminar hacia donde nos encontrabamos hacía un rato, donde Alex se terminó de vestir. Asentí sin decir nada más y nos dirigimos hacia el lugar a donde se suponía que estaba el thestral. Rodeamos las rocas y llegamos a donde lo habíamos dejado, pero no estaba. Oh, que tonta, olvidaba que en realidad no podía verlo. Volví mi mirada hacia Alexander para saber si la criatura se había ido o no.
- ¿Está aqui? - le pregunté, parpadeando un par de veces. Desvié mi mirada alrededor en busca de alguna señal del animal.

Vi a la Griffindor recorrer el lugar con la mirada, en busca de la bestia, pero no la veria, nisiqueira aunque pudiera verles, porque el macabro caballo alado ya no se encontraba donde le habíamos dejado, sonrei para mi mismo, mientras me giraba hacia ella.
- Espero que no tengas planes para hoy querida, porque tendremos que caminar mucho - Mi tono era mitas burla, mitad verdad, como si la situacion me parecia más divertida que dramatica en realidad, perdidos en un bosque magico, solos dos estudiantes, y uno de ellos, menor de edad, no podia hacer magia, no era lo que otros hubiesen considerado divertido.

- Tienes que estar bromeando - le dije con una media sonrisa, todavía sin creer que en realidad el thestral se había ido. Intenté pensar en alguna manera de llamarlo o algo, pero no se me ocurría ninguna. O por lo menos ninguna que no implicara encontrar un pedazo de carne, seguramente de dudosa procedencia. Y aun así con eso habían escasas probabilidades de que viniera - Bueno, ¿hacia dónde hay que ir? - inquirí mirando a mi alrededor y preguntándome al mismo tiempo si él sabría el camino. Quizás bastaba con que utilizara un hechizo para orientarse con la varita y fin del problema. Aun así, teniendo en cuenta lo lejos que estábamos, ibamos a demorarnos bastante tiempo andando y eso si ibamos por el camino correcto. Por suerte caminar era algo que me gustaba, siempre me ayudaba a despejarme cuando estaba demasiado abrumada o simplemente aburrida, pero aun así esperaba llegar sin ningún contratiempo.

Sonrei ante su reaccion, no parecia especialmente molesta ante la perspectiva de caminar, mejor para mi, era un par de horas más que podria robar para mi.
- Claro que lo se - dije con tranquilidad, y comenzamos a caminar, en la direccion que nos llevaría hacia el exterior de esta montaña. Si mi memoria no me fallaba, eran solo un par de horas hasta Hosmade, con un buen paso, llegaríamos al atardecer.
- ¿Sabes? - le dije después de un rato de caminar - Jamas planeo nada, pero esta noche hice una excepción, y planee la cita... nada salio como lo había planeado - dije, con una risa divertida - creo que volveré al plan de improvisar

Lo miré con perspicacia, no terminando de creerle del todo que sabía el camino. Es decir, su tono de voz había sido demasiado seguro.
- ¿Seguro? Mira que como nos perdamos - empezamos a caminar por la montaña, alejándonos del lugar en donde había estado el thestral hacía unas horas. Estábamos yendo hacia abajo, pero no tenía mucha pendiente por lo que, a excepción de algunas piedras y raíces que habían en el suelo, no era difícil andar por ahi. Volví mi mirada hacia él cuando lo escuché hablar y se me hizo extraño, no estaba segura de por qué, el escuchar su risa. Sonreí ligeramente yo también - Aun así a veces improvisas demasiado ¿no lo crees? Deberías encontrar un equilibrio y no siempre andar como si nada por la vida. - le sugerí, pensando en como siempre hacía las cosas sin premeditarlas.

- ¿Un punto intermedio? - repeti, la idea no era mala, despues de todo.
Continuamos caminando en silencio, el camino era ligeramente dificil, pues muchas raices y rocas sobresalían de la superficie, casi que tuvimos que caminar lento, a pesar de eso, no pude evitar tropezar con una raiz que sobresalia, pues mi atencion habia sido robada por un pajaro de curiosos colores que volo sobre nuestras cabezas. Me afirme de la chica sin darme cuenta, en un intento vano por no caer, pero resulto que ambos rodamos algunos metros por el suelo, debido al desnivel.
- Eso dolio - dije con tono divertido, tirado de espaldas sobre el piso de tierra, note que el cielo sobre nosotros tenia un hermoso color purpura.
- Ya esta por amanecer - le hice ver a la chica.

Estaba por advertirle a Alex que tuviera cuidado con esa raíz, pero pasó demasiado rápido. Emití un pequeño grito ahogado al sentir que caiamos, para colmo intentaba parar pero no podíamos por el desnivel. Al final logramos parar no sin terminar con algunos diminutos rasguños.
- Bueno, miremos el lado positivo: hemos avanzado este tramo bastante rápido - comenté riendo ligeramente mientras me sentaba e intentaba peinar mi cabello que había quedado hecho un lio luego de que cayéramos. Escuché su comentario y miré hacia arriba, me había olvidado de prestarle atención al cielo, el cual se encontraba teñido de un color morado. - Que hermoso - murmuré, observando como se extendía en tonalidades más oscuras a más claras.

Sonrei, aun con la mirada en el cielo, sobre nuestras cabezas, me levante, y sacudi mis ropas, luego ofresi mi mano a ella, para que se levantara tambien.
- Tengo una idea - dije, mientras la ayudaba a ponerse de pie, mantuve sujeta su mano, mientras camine entre los arboles, hacia un especialmente grueso y alto que habia a unos metros de nosotros.
- Preparate leoncita - le dije en tono divertido, mientras la sujete firmemente de la cintura, aprentandola contra mi cuerpo, antes de darle tiempo de protestar, apunte mi varita al suelo.
- Ascendio - dije con firmesa, y una fuerza invisible nos lanzo por los aires, sin soltar a Sophie, me sujete de la rama más alta que pude, y nos tire a ambos hacia el arbol, finalmente, quedamos sobre una rama lo suficientemente gruesa para soportar el peso convinado de ambos, o, al menos, eso esperaba.
Desde alli, podiamos ver el sol salir en el horizonte, lanzando los primeros rayos de sol sobre el la montaña, ilmuninando timidamente las copas de los arboles más altos.
- Esto si es hermoso - dije, con el corazon aun un poco acelerado por la adrenalina del salto extremo.

Lo observé con interrogación en mi mirada. No estaba segura de si me convenía seguir su idea o no. Al final terminé poniéndome en pie, que más daba. Caminamos unos pasos hacia un gran árbol, parecía el más grueso y alto de todos. Miré hacia arriba intentando diferenciar la punta de las ramas que se expandían alrededor de ella, volví mi mirada hacia Alexander para preguntarle que intentaba hacer. Entonces me sujetó , sin terminar de entender del todo como, sentí que mi estómago daba un vuelco y estabamos subiendo rápidamente por los aires hasta que él se agarró y, de nuevo sin comprender como, estábamos sentados en una rama observando al cielo.
Miré hacia abajo, tragué saliva y volví mi mirada al cielo. Generalmente no le tenía miedo a las alturas, estaba acostumbrada por el Quidditch, pero había algo de estar en ese lugar que no me brindaba seguridad del todo. Aun así le resté importancia, valía la pena ya que la vista era única.
- Jamás se me habría ocurrido que se te había ocurrido hacer esto - comenté en voz baja con una media sonrisa todavía mirando al horizonte. Había algo en el amanecer, por más bonito que fuera, que me hacía poner nostálgica.

La veo sonreír, y siento de nuevo ese tirón en mi estomago, le sonrió.
- Solo improvisaba - le dije, divertido, haciendo referencia a mi comentario anterior entre improvisar y planear. Me di cuenta que aun tenia me mano cruzando su cintura, pero no la solte, por el contrario, la afirme un poco más.
- ¿Que significa más para ti, una primera imprecion, o una segunda? - le dije, en tono casual, mienras mis ojos volvian al amanecer, viendo como los rayos se sol ganaban algo de fuerza, mostrando el esplendor de los arboles de aquel bosque.

Mi media sonrisa se transformó en una entera al escuchar su comentario. Claro, sólo improvisar, demasiado típico de él. Sentí entonces como su mano se afirmaba sobre mi cintura y los colores subieron a mi rostro. Arrugué mi nariz y me alejé sutilmente de él, no mucho pero lo suficiente para que me soltara.
Lo miré pensativamente al mismo tiempo que me pregunté por qué hacía esas preguntas. Lo mismo que cuando me preguntó que me gustaba en un chico, la verdad no estaba del todo segura que es lo que en realidad quería. Tampoco sabía completamente la respuesta a esta pregunta.
- No lo sé - volví mi mirada hacia él para enfocarme en mis palabras - Supongo que le presto bastante atención a la primera impresión que me da una persona, aunque eso no significa que no esté dispuesta a analizarla mejor las próximas veces. - Después de todo también podía equivocarme en eso, aunque detestara admitirlo y sería improbable que lo dijera. - ¿Qué hay de ti?

Siento que se aleja un poco, y una punzada de decepcion me recorre, pero, al ver su rostro, lo veo sonriente y algo sonrojado, siempre me parecio muy adorable cuando se sonroja.
- En mi caso, la primera imprecion casi siempre es igual que las siguientes, soy realmente bueno analizando a la gente - digo con seguridad, miro sus ojos de nuevo, aun sonriendo, clavando mi mirada en la suya de forma hipnotica.
- Pero en las pocas ocaciones que me equivoco, creo más en las segundas - digo, recordando como ella me parecio una cachorrita la primera vez que la vi, y ahora me recuerda a una poderosa e imponente leona, aunque aun tiene algo de cachorrita en algunos de sus gestos.

- ¿Pocas ocasiones? ¿Tan seguro estás? - le pregunté, todavía sin sacar mi mirada sobre la de él. Hacía bastante que no hacíamos eso, y aunque ya me había acostumbrado, me resultaba todavía un tanto extraño. Me entretenía observar a la gente, pero que ellos me miraran a mí me hacía sentir demasiado ¿observada? Tonterías mías, pero no me gustaba del todo.
- Es que claro, debe de ser fácil analizar a la gente si puedes mirar en sus mentes así como así - expresé con lógica, recordando que tenía esa habilidad. Ahora que lo pensaba, hacía un tiempo ya desde que sentía que la usara conmigo. Me pregunté el por qué, ¿le parecería más entretenido? ¿quizás le aburría estar todo el tiempo leyendo a la gente?

Solte una pequeña carcajada, pero me asegure de mantener su mirada prendada, sin dejar de mirarle.
- No necesito leer las mentes para leer a las personas - dije con suavidad - Solo necesito prestar un poco de atención, la gente miente, pero sus cuerpos siempre los delatan.
Alce mi mano, y retire un mechón de su cabello.
- Por ejemplo ahora, me dices con insistencia que no sientes nada por mi - dije, y deje que mis dedos rozaran la piel de su cuello - pero veo el rubos en tus mejillas... - la yema de mis dedos rosa sus labios - como te muerdes el labio inferior cuando me acerco demasiado... - Sin dejar de mirar a sus ojos, sabiendo que no sera ella la primera en romper aquel contacto visual, me acerco un poco más a ella - tu respiracion se agita ligeramente, no digo que estés enamorada de mi, pero se que te causo algo, aunque me lo nieges - dije, con media sonrisa, y lo suficientemente cerca para sentir su respiracion.
- ¿Te asusta que este jugando? - pregunte, no con sobervia, no como si quisiera ponerme por sobre ella, sino con genuina curiosidad e interes

- Y no te olvides de los escalofríos - comenté con una sonrisa algo burlona - ¿Sabes? Esto es estúpido, me pasa exactamente lo mismo con cualquier persona que se me acerque más de lo debido. No creas que por ser tú me ruborizo, mis mejillas estarían asi por cualquier chico que se me acercara a la distancia que estás ahora. Y es igual con las otras cosas que notas, es decir que no me causas nada en especial. - le dije con el seño fruncido pero sin apartar mis ojos de los suyos - Además no, no me asusta ni me importa que juegues conmigo. Da igual - terminé mi discurso con mi rostro más sonrojado de lo que hacía un rato.
Aunque mi tono de voz no había subido, yo había saltado a la defensiva en un abrir y cerrar de ojos. Todo eso que dije sí que había sido por impulso, sin pensarlo o, quizás, habiéndolo pensado bastante inconscientemente. Después de todo, él me lo había preguntado de buena manera.