Lectura en los Jardines (Libre)

Las mañanas son agradables pensé mientras salía d elos invernaderos. Las plantas y los animales siempre han sido mi predilección por sobre mis pares, las plantas no hablan y lso animales hacen lo que yo diga, marionetas perfectas. Realmente era un agradable día, así que decidí encaminarme hacia los jardines, con un par de libros bajo el brazo. Respiré tranquilamente el aire y sonreí a los alumnos que habían por mi camino, me detube un par de veces para conversar una o dos cosas con alumnos de cursos más bajos, pero finalmente me pude sentar disfrutando el sol con el libro de herbología que hacía poco había sacado de la biblioteca. El estudio dentro del colegio era bastante, pero siempre se pueden compatibilisar el estudio con el disfrutar de la vida.

Era una tarde normal para mi, un cerro de deberes y sin deseo de hacer ninguna, en realidad, ninguna asignatura se me hacia demaciado dificil, mi problema es que mi atencion siempre volaba lejos de los estudios, llamada por cosas más interesantes. Cosas interesantes como....eso, es exactamente a lo que me referia, una chica preciosa, sentada sola en los jardines, una oportunidad perfecta para encontrar algo de divercion.
Dirigi mis pasos hacia ella, pasando por entre algunos alumnos de cursos menores, todos ellos en pequeños grupos apiñados por todos lados, hasta quejar frente a ella.
Me siente just en frente, y me permito admirarla algunos instante, su piel es palida, y tersa, su cabello claro, casi hasta ser blanco, su mirada tiene un aire felino, es sin duda hermosa, sonrio.
- Hola cariño, ¿divertida estudiando? - en mi rostro de dibuja mi habitual sonrisa, entre burlesca y altanera, llena de confianza.

Tal vez para completar mi formula necesite algo de.... Levanto la vista sorprendida por la interrupción para ver una sonrisa que no es del todo mi agrado, nunca me han gustado los fanfarrones, de seguro que se quiere hacer el interesante. Rapidamente salgo de mi finjido asombro y le sonrie con amabilidad y calidez.
-Hola-dice con una voz suave, casi melodiosa- bueno... estudiar no es del todo divertido, ¿no?-
Rie relajada, y mueve uno de sus mechones detrás de su oreja ocn gesto delicado y luego dice en el mismo tono agradable.
-Soy Leticia, tu eres....?-dice dejando en suspensión el final de la frase.

La reaccion de la chica no me parece del tono normal, es mi costumbre molestar a la gente, una de mis preferidas, de hecho, y su reaccion me extraño, habia algo en su sorpresa extraño, y la controlo rapidamente para saludarme con amabilidad, la chica comenzaba a intrigarme, veremos como resulta eso.
- No es del todo divertido, ¿no? - mi sonrisa burlesca se ensancha en mis labios, mientras saco mi varita - Eso tiene facil arreglo, incendio - digo, mientras doy un golpesito con mi varita a su libro, este rápidamente se prende en fuego.
- Alexander - digo a modo de presentacion, mientras miro divertido como arde su libro.

Esa sonrisa que detestable, ¿Qué se cree que es? Este chico no es normal, mejor andar con cuidado... ¿Para qué saca su varita?
-¡Ay!-grito lanzando el libro que estaba en mis manos. Saco rapidamente mi varita mostrando una expresión de sorpresa y preocupación, y digo a toda prisa señalando hacia el libro.-Aguamenti
Y se apaga el fuego. Suspiro de manera relajada, ahora que el "peligro" pasó. Por supuesto, me importa bien poco que el libro se queme, hay otros libros, pero nos e vería bien para mi imagen. Tomo el libro entre mis manos con cara de preocupación y me fijo en el daño inflingido y luego levanto la vista hacia Alexander.
-Esa no era manera de decirme tu nombre-se levanta con molestia y lo mira con falso enojo- ¿Qué voy a hacer ahor? Este es un libro de la biblioteca, además tendre que decirle a la bibliotecaria lo que hiciste, podrían descontarnos puntos
Supiro, restriego un poco mis ojos y miro al chico con ojos mas calmos.
-Mira, tu lo quemaste, asi que tu tienes que pagarlo, sabes?-se lo dice con un tono de algo de pena, pero también comprensión y amabilidad.-¿Porqué lo quemaste?

Suelto una sonora carcajada al escuchar su comentarios, varios de los alumnos más jovenes se girar a mirarnos con incredulidad, pero eso a mi poco me importa, observo el daño en el libro, aun con una sonrisa divertida que es tan habitual en mi.
- ¿Todos ustedes viven preocupados por esos estupidos puntos? - la idea no deja de divertirme, ya dos chicas me han amenazado con ser prefectas y quitarme puntos, pero lo gracioso de la afirmacion no ah cambiado ni un poco.
- ¿Que te parece si en lugar de pagar libros, buscamos algo más divertido que hacer? - digo, mientras comienzo a preguntarme como sera el rostro de aquella chica tras esa amable mascara.

-Ambos somos Slytherine- le dice con voz suave, pero en tono de reproche.-se supone que tenemos que ayudarnos los unos a los otros, como casa.
Suspira aproblemada. Este chico definitivamente no es normal, lo puedo ver, la falta de escrúpulos, lo mismo que me pasa a mi. ¿Qué hacer? Quedarme serca podría ser peligroso, no hay que verse la suerte entre gitanos. Rio internamente ante la idea de la "diversión", ¿acaso cree que soy una chica como cualquiera?
-Por lo menos ayudame a pagara la deuda, porfavor-dice en un tono de suplica mirandolo con cara de pena- solo tengo algunso ahorros y no creo que me alcance para pagar el libro. No me interesa acusarte ni nada -le sonrie un poco, con calidez- los dos somos de la misma casa al fin y al cabo, te lo dijeron cuando entraste, ¿no? En el colegio somos nuestra familia.
No puedo evitar reir a carcajadas por dentro al escuchar mis propias palabras, un Slytherine definitvamente nunca diria algo tan estupido como eso, pero bueno, hay que mantener las apariencias.

Mientras ella se carcajeaba por dentro, yo sin saberlo, yo solté una carcajada aun más estridente que la primera, las palabra de la chica, lejos de conmoverme me parecian en estremo divertida, ame la exprecion de suplica en sus ojos, tanto, que me propuse volver a verla suplicar.
- ¿Familia?, ¿sabes lo que le hice a mi padre la utima vez que le vi?, solo tiene un ojo gracias a mi - comente divertido, recordando como mi septumsempra habia desgarrado la cara de mi padre en la discucion que tuvimos por mi expulcion de Dumstrang, el recuerdo aun me divertia - Hare algo mejor que ayudarte a pagar la deuda - dije, quitando el libro de sus manos y lo lance al aire como si se tratace de un frisby, apunte mi varita y dispare.
- Bombarda - el libro estallo e el aire, dejando llover picadillos de papel sobre nuestras cabezas.
- Ya no hay evidencia - le dije divertido, mientras le sonreia a la chica.

Nuna había tenido el deseo de sonreir de forma ancha y reirse a carcajdas de alguien como en ese momento. El había caído completamente por mi engaño de "chica buena". Puse cara de horror cuando el libro volvó en pedazos. Por supuesto, era mi responsabilidad y todo eso, además de seguro podía ppedir algo de dinero prestado que no devolvería después, pero por el momento, el espectáculo estaba en su mejor momento.
-¿¡Que acabas de hacer!?-digo elevando la voz, pero con un claro tono de asombro y enojo, ciero la boca y muestro en mis ojos desesperación.-
-¿Qué voy a hacer ahora?-mumulla con un claro tono de preocupación, para luego mirar a Alexander, molesta y complicada.
-¿Sabes? Te puedes creer muy listo, pero aun quedan evidencias-habla rápido, pero con la misma voz agradable de siempre- están todos los alumnos menores que te vieron hacerlo-los señalo- esta el registro de la biblioteca y está la memoria de la bibliotecaria. Así que como vez, no es un crime perfecto, no eres ni la mitad de inteligente de lo que crees que eres.
Lo último lo digo con voz y mirada desafiante, pero no amenazantes, más bien como un gato relamiendose durante una comida.

Sonrio ampliamente ante su enojo, pero algo en mi interion no se siente satisfecho, sus gestos, sus expreciones, todo indica que esta molesta, pero su mirada, algo en sus ojos no tiene aquella llama que se suele prender cuandl alguien se pone furioso, una mirada que yo conozco muy bien. Entonces lo veo, la ultima mirada que me dedida, no hay rabia en ella, ni furia, nisiquiera recentimiento, ¿que es eso?, ella me mira como depredador, ¿yo soy la presa?.
Detengo mi carcajada, y la observo con mayor atencion, inspeccionandola, entonces lo intento, intento sumergirme en su mente, atrabezar sus ojos a las profundidades de su conciencia, pero me estrello de frente contra un solido muro que no me deja pasar, oclumacian...nadie aprende oclumancia si no tiene nada que esconder.
- Vamos preciosa, dejemos la farsa - digo mientras me planto frente a ella, los ultimos pedasos de papel picado estan terminando de caer - dejame ver tras tu mascara

Lo mira con sorpresa. Siento su mente tratando de entrar a la mía. No puedo evitar sonreír ante su inputil intento de echar mis defensas abajo. Por supuesto, el ya se ha dado cuenta, no es un idiota como el resto, solo con una conversación y sus acciones me ha descubierto. ¿Quién lo diría? No es tan tonto como parece. ¿Y ahora que haré? Por supuesto, no le dare las cosas fáciles, alomejor no es una presa como el resto, alomejor es simplemente otro depredador... claro, más abajo de la cadena alimenticia. Rio para mis adentros de nuevo.
-No se de que estas hablando Alexander.- lo mira a los ojos, con notable sorpresa, y luego le sonrie, una sonrisa angelical, amabailidad y calidez pura.- Si quieres conocerme mejor, tienes que ganartelo, sabes?

La chica sabia perfectamente de lo que yo estaba hablando, no me quedo ninguna duda de aquello, me quedaba claro con el ultimo comentario, la chica me estaba retando, y a mi me encantaban los restos.
No podia entrar en su mente, pero podia traerla a mis territorios. Ante sus ojos, el piso desaparecio, lo terrenetos, el castillo, los alumnos que nos rodeaban, todo se esfumo, y ya no estabamos más en Hogwarts, el escenario habia cambiado, ahora estamos parados sobre nieve, ella podia sentir el frio como cuchillas sobre la piel, en el fondo habia un castillo de construccion medieval, muchisimo más pequeño que el colegio, un par de luces danzantes rebolotean cerca de las ventanas, iluminando su interior, no hacen falta luces magicas para ver en el exterior, una inmensa luna se posa sobre nuestras cabezas, y el cielo esta perfectamente despegado.
- Bienvenida al castillo Zalachenko - digo en tono divertido, mientras vuelvo a sonreirle

Fue divertido ver como el chico se sentía amenazado, por supuesto, mostrar las cartas bajo la manga era algo que ella no haría. Pudo sentir el frio penetrando por su piel, dolorosamente, miré el escenario a mi alrededor. Aquello no era Hogwarts, era otro lugar. Me mordí el labio, mostrando miedo y desconcierto, pero luego de escucharle decir el nombre de lugar fue tan sencillo como elegir la máscara adecuada.
-¿Este es un hogar?-dije sonriendo calmada y con perfecta inocencia-que amable de tu parte traerme aquí... es un poco helado, ¿no crees?
Estremecí un poco mi cuerpo, calculando la medida justa que sería aceptable, pero no demasiado. Aquello era,obviamente, una ilusión. Cualquier alumno aplicado como yo lo era había leído Historia de Hogwarts y sabía que no se podía aparecer o desaparecerse en los terrenos del castillo. Además no había ninguno de los alumnos que nos observaban, por lo que todo aquello debía estar sucediendo en mi mente, probablemente se habría molestado por no haber podido rebuscar en mi mente y encontrar mis secretos. Cambié mi expresión, mostrando aún más frío, me estremecí y me cubri con los brazos. Por supuesto sentía el frío como si fuera real, pero el dolor no era nada comparado con el dolor que hab´ía sufrido antes.
-Pero la verdad, me gustaría volver a los terrenos del colegio..... ¿Podría ser?-lo mire con ojos de súplica, ruego... esactamente lo que el debía querer ver.

Vi como su primera reaccion fue de sorpresa, pero la controlo rapidamenten, pasando nuevamente a un gesto de suplica en sus ojos, me acombro la velocidad de la chica para ponerse su mascara. La experiencia me decia que el mundo entero era una gran fiesta de mascarada, todos vivian oculando sus deseos, sus impulsos, sus verdaderas emociones, aquello no era para mi, era el unico que yo conocia que vivia mostrandose tal cual era siempre, sin importar las consecuencias de sus actos, siempre fiel a sus deseos. Pero, a pesar e que todos ocupaban mascaras, nunca habia visto una más detallada que la de esta chica, ni una capacidad de montarla tan impecable.
- Lo siento preciosa, solo me interesa la suplica real - yo bien lo sabia, el dolor, el miedo, la ira, todas esas emociones eran capaces de hechar abajo las mascaras de otros, aquel era mi juego, el juego de mi vida, llevar al extremo aquellas emociones y desbaratar sus fachadas, me pregunte cuan difícil seria desnudar el verdader ser de alguien tan acostumbrada a mostrar su careta.
- ¿Cual es tu historia preciosa? - dije en tono divertido, mientras mis ojos buscaban los suyos, capturando su mirada - ¿Te violaron?, ¿Mataron a tus padres frente a tus ojos? - comence a indagar, buscando alguna reaccion en su mirada, aunque fuese minima, sabia que nadie ponia tantas protecciones sobre si, si no tenia algo escondido que no queria que vieran.

Al escucharlo hablar de la súplica sonreí avergonzada para el. Seguí su mirada, interpretando una chica hipnotizada por sus ojos. Cuidando del cambio de mis expresiones de hacerlo de manera lo más natural posible, se muestra acongojada por sus palabras, incluso un poco asustada, mostrandose con recuerdos que no deseaba recordar.
-Porfavor.-dice con voz temblorosa, empapada en miedo, muestro dolor en mis ojos y algo de horror-no hablemos de eso, ahora dejame salir de aqui de una vez, ¿¡quieres!?

Su miedo era perfecto, la cantidad justa, el tono preciso, la mirada necesaria, era todo, menor real. La chica era una excelente actriz, podia fingir emociones con una faiclidad y versatilidad increible, pero habia intentado fingir la unica emocion que yo jamas habria creido, la unica emocion que conocia con exactitud, que habia visto en su estado más puro, y que no podria confundir, el miedo.
Analice rapidamente a la chica con la mirada, construyendo una imagen mental de ella, no parecia capas de sentir algo real por otros, sino más bien estar acostumbrado a fingir aquello, me recordo a mi, pero de forma totalmente opuesta, como la otra cara de una monera, no pude evitar preguntarme cual seria la intencidad necesaria para que su mascara se rompiera de una vez por todas.
- Esto se pone divertido - dije, mientras daba un paso hacia ella, quedando realmente cerca de ella, mis ojos aun clavados en los suyos, aunque tenia mis dudas de que el contacto visual realmente ustubiese funcionando - ¿Porque no me muestras algo más real?, ¿o acaso tendre es escarbar para encontrarlo?

-¡No se de que estás hablando!- dije con desesperación.- ¡Ahora termina esta estúpida ilusión de una vez!
Para mis adentros no pude hacer más que reir. El trataba de imponerse, como si captando mi mirada lograra algo. Le mostré furia y exasperación en ellos, como si me sintiera acorralada. Su proximidad solo hizo que todo aquello fuera más divertido, era como si tratara de flanquear mis defensas, encontrar una grieta. Pero yo sabía bien que esa grieta no existía. ¿Mi verdadero rostro? Sabía muy bien cual era, por eso mismo sabía muy bien como no mostrarlo. Prefecta, alumna ejemplar, excelente compañera; me había esforzado por crear todo eso y no iban a desaparecer solo porque un chico había podido ver un poco más allá. ¿Escarbar? Eso era ridículo. Mi verdadero estaba en la superficie, solo que bien camuflado. Si creía que intimidandome o atacandome psicologicamente iba a lograr algo estaba muy equivocado. Pero podía verlo, en cada fibra de su ser como buscaba algo real, como pretendía encontrar no solo la verdadera yo, sino que esperaba verla sufrir, suplicar, llorar de horror. Y lo entedía completamente, el estaba tratando de generar en mi lo que a mi tanto me gustaba ver en el resto de la gente: el dolor, el sufrimiento, el miedo, el horror, las pesadillas que yo tanto anhelaba crear en la mente de otros. Los dos buscábamos el mismo fin de distinta manera, eramos depredadores de la misma clase que por primera vez habían encontrado un igual con el cual gruñirse amenazadoramente. No podía evitar sentirme algo emocionada por encontrar otro como yo, que además era capaz crear esa ilusion de terror...

La chica estaba firme, no parecia que lograria tambalearla con tan poco, me pregunte entonces que era diferente en ella, hab{ia aprendido que la mayoria de la gente usaba su mascara para protegerse, para integrarse, para ser parte de la sociedad, pero tuve la imprecion de que la suya tenia otro fin, ella quería lograr algo con ella, algo distinto de simplemente convivir, ¿Que podría ser?
- Tu no eres una superviviente... Tienes un objetivo, buscas algo...- estreche mi mirada, mirandola de forma aguda, en busca de cualquier pequeño gesto que la delate - ¿que?

-Por supuesto que busco algo, como todo el mundo-dije con exasperación-No se que es lo que quieres Alexander, no se como creas este.... lugar.

Miré acongojada alrededor, evitando su mirada, sintiendo el frío. Mostré como su proximidad me ponía nerviosa, como si nunca antes me hubiera acorralado asi, mordí mi labio y usé mis manos para juguetear con mi cabello.

-Porfavor, déjame volver a la realidad-le dije volviendo a mirarlo a los ojos, mostrandome como un animal acorralado.

Su actuacion comenzaba a volverse molesta.
- Es imposible convencerme con tu impecable actuacion de que eres solo una presa - dije en un susurro, mi voz se volvia profunda, casi gutural - He tenido demacadas presas en mis manos para no reconocer el mio de verdad, eh causado terror de pesadillas en demasiados antes que tu para dejarme engañar ahora - mis ojos aun clavados en los suyos, aun cuando sabia que nada obtendría de aquello. Sentí, por un instante, que estaba frente a mi nemesis, la perfecta contraposicion de mi existencia, la mascara por excelencia, frente a aquel que no podia portar una.

-Alexander-dije con voz de reproche, seguido de un suspiro de cnsancio, para luego hablarle de manera dulce y empalagosa, pero sin dejar de lado el nerviosismo en sus manos.-No voy a hablar contigo aqui, no voy a mostrarte lo que sea que quieres que te muestre. Si de verdad crees que hay algo aquí... tienes que ganartelo, demostrarme que lo vales. Yo no confio en ti.
Y dicho moví mi mano hacia el , en un gesto leve, rozando su rostro, su mejilla, solo un roze, como invitandolo a tratar de seguirme y le sonreí, de manera timida y nerviosa, pero con un deje muy leve, muy sutil de diversión, verdadera diversión, como cuando juegas con tu nueva mascota.

La chica aun controlaba su tono de voz a la perfeccion, sin romperse ni por un instante, acaricio mi rostro, pero mis ojos se mantuvieron fijos en ella, sin pestañas, hasta que finalmente lo vi, un destello, un muy pequeño atisbo de lo que estaba seguro era su verdadera personalidad, mesclado entre toda su maraña de emociones fingidas, la chica se estaba divirtiendo, de una forma retorcida y extraña, esto era un juego para ella, igual que como lo era para mi.
Con un movimiento rapido apricione su muñeca con mi mano, quizas con m{as fuerza de la debida, y con ese mismo agarre, la tire hacia mi, con la suficiente fuerza para que nuestros cuerpos quedaran pegados, y nuestros rostros separados por apenas centimetros.
- Lo disfrutas, ¿verdad? - mi voz bajo varios tonos mas, pareciendo mas un gruñido que una voz humana - Las personas son como... jugetes, para ti - no reprimi mi sonrisa al escuchar esa afirmacion, era justo como funcionaba el mundo para mi.

Lo sabía. El era igual que yo, podía sentirlo. Sentía como su sangre debía hervir bajo su piel, igual que la mía, podía sentir como el entusiasmo lo recorría, y también sabía esactamente en que estaba pensando, porque era esactamente que estaba pensado yo: tengo un nuevo juguete, un juguete que no se romperá facilmente, que no será fácil de dominar. Para mi se estaba convirtiendo rápidamente en mi juguete preferido, el podía ver detrás de mi máscara, no se iba a dejar engañar por mis sonrisas, por mis lágrimas, por mi amabilidad o súplicas. No, el trataría de desmanterlo, verme sufrir de verdad, esactamente lo que yo deseaba ver en la otra gente: dolor.
Vi en sus ojos cuando vio el atisbo de diversión que le deje ver. Me tomó con demasiada fuerza la muñeca, pero el dolor no era un problema para mi. Mostré sorpresa, tensé los músculos d emi cuerpo y entrecorté mi respiración, tal y como una chica que nunca había estado serca de un chico habría hecho. Y claro, yo no había estado asi de serca con un chico nunca pero no era algo que me asustara o me pusiera nerviosa.
-¿Disfrutar?-dije en voz baja como la suya-¿Disfrutar lo que tu estás intentado hacer aquí y ahora conmigo? Soy una estudiante modelo Alexander.... yo nunca haría algo que lastimara mi reputación.

La sujete con mas fuerza, con mi otra mano la rodie y la precione contra mi, no queria esas reacciones ensayadas, no queria esas emociones de libro, aquello jamas me dejaria ssatisfecho.
- Finges ser una estudiante modelo - Aclare con seguridad, podia sentir su aliento hacerme cosquillas en los labios por la cercania - La que disfrutas de esto es otra, es el monstruo que vive debajo de la mascara - nuestros rostos estaban a solo un par de centimetros de distancia.

Con mi mano libre acaricie su rostro, delicadamente, bajé mis dedos y recorrí sus labios. De a poco relajé mi cuerpo, lo miré a los ojos con una mirada juguetona y me mordí el labio demostrando ansiedad

-¿Qué sucede Alexander?-dije en voz baja, con un deje de preocupación pero poco a poco esbosando una media sonrisa, tambaleante, divertida.-¿Estás perdiendo la paciencia? Yo solo soy....-suspiré con resignación mientras mis dedos aun jugaban en sus labios-Solo quiero tener una vida pacifica, con mis pequeños... placeres.