Fiesta de disfraces{Solo con invitación}

Recuerdo del primer mensaje :

Tras miles de correos y lechuzas fatigadas, por fin, Caín, Teo, Walden y yo, habíamos conseguido establecer una lista de invitados y un lugar perfecto, al principio dudé un poco en el lugar, es decir, si nos pillaban... La expulsión estaba asegurada, pero luego recordé que el curso había acabado y que en Hogwarts solo estábamos los que aun no nos habíamos ido de vacaciones, por lo que no importaría si algún profesor nos veía, de todas formas, elegimos un lugar bastante apartado, pequeño un claro donde cabríamos perfectamente. Y mis disfraz ya estaba sobre mi pálida piel, gracias a mi don, pude hacer crecer mi oscuro cabello, hasta quedar en una melena negra que peiné y cepillé para que quedase igual que un personaje de un manga muggle, por fin, tras prepararme del todo, me miré al espejo y utilicé la varita para que a mi alrededor, volasen un par de hojas rosas... De cerezo, revoloteban sin tocar el suelo a mi alrededor

Disfraz:

El tintineo de las botellas me hacía sonreír, contenían Whisky de fuego, Vodka de todos los tipos, Ron, Cerveza de mantequilla para los más tímidos, y el gran bombazo... Tequila, una bebida que era indispensable en todas las fiestas, me habría costado transportar las bebidas(Que eran más veinte en total) si no fuera gracias a la magia, todas ellas pesaban lo mismo que un alfiler, y así era mejor, por que mi disfraz, era un poco incómodo como para llevar grandes cargas. Una vez en el claro, dejé las bolsas a un lado y saqué de estas unas cuantas velas aromáticas, estábamos lo suficiente lejos como para atraer animales del bosque, pero por si acaso, hechicé dichas velas para alejarlos, y las puse encendidas al rededor del claro, debía esperar por lo menos a uno más de los componentes para empezar a prepararlo todo, por lo que lo único que pude hacer, fue conjurar unas mesas y manteles, y esperar sentado en una de ellas.

Observé a los presentes con curiosidad, no conocía ni a la mitad. Encima con los disfraces era aún más difícil el darme cuenta de quien era quien. De acuerdo, luego me encargaría de hacer sociales; por el momento me dirigí a lo que más llamó mi atención: la mesa de bebidas. En ella había alcohol para todos los gustos, desde cosas suaves a otras que te quemaban la garganta.
No lo dudé ni por un segundo, las bebidas que a mí me gustaban eran las fuertes. Por lo que, luego de pensar si tomaría Whisky o Vodka, me serví un vaso con Whisky de fuego. Después de todo la noche era larga, después volvería a por el Vodka. Bebí unos tragos, sintiendo como el alcohol me atravesaba mientras hechaba un vistazo a mi alrededor. Esperaba que esta noche fuera divertida, no venía vestida asi para aburrirme. Bajé mi mirada hacia mis tacos de aguja, ahora que lo pensaba no sabía si había sido una buena idea. Podía resistirlos pero en una superficie plana, en el bosque era medio como que se hundían en la tierra. Debía de andar con cuidado.
Noté a la prefecta de Hufflepuff que estaba sola junto a un árbol. ¿Qué haría alli? Sin pensarlo comenzé a caminar hacia ella. Llevaba un disfraz rosa muy bonito, era una Japonesa.
- ¡Kory! - le dije con una sonrisa mientras la saludaba - ¿Qué se supone que haces aqui sola? Me encanta tu disfraz - agregué rápidamente mientras tomaba otro sorbo de mi vaso.

Al ver que nadie respondía, suspiré. Obvio, qué esperabas? Las respuestas son evidentes, pensé al ver cómo algunos ya se emparejaban y tonteaban entre ellos, otros optaban por abandonar directamente la escena. También otros comenzaban a beber en lo que sería una larga noche.
Yo no había venido en ese plan...
Mi vista se cruzó con el resto de chicas y de repente, el traje que tanto me habia gustado hacer..me pareció ridículo.
Ya no eres una niña, Alyss. No puedes llevar este tipo de disfraces a fiestas adolescentes.
Y es que todos lucían trajes que les quedaban al guante, pero ninguno demasiado serio como para llevar a una fiesta de máscaras o algo parecido. Los libros leídos sobre aquellas deslumbrantes veladas no podían ser vistos como ejemplos a la hora de vivir en el mundo real, pero para mí, esos libros habían sido mi realidad durante años..no sabía si podría acostumbrarme a la auténtica verdad.
- Creo que voy a dar una vuelta, Kisuke. - avisé sonriendo un poco mientras intentaba no llamar la atención cuando decidí caminar entre la gente. Si hubiera sido en otro lugar, seguramente me hubiera ido a dar una vuelta por los alrededores, pero no podía salir de ahí. Parpadeé para ignorar la oscuridad que tragaba los árboles gradualmente cuando creí oir un ruido. Seguí con los ojos fijos hasta que desvié mi ruta para sentarme en el suelo contra uno de los árboles que delimitaba el entorno, a unos metros de la mesa de bebidas. Podía escuchar a los chicos cercanos, pero no hice esfuerzo en unirme a ellos.
Me estaba arrepintiendo de ir... aun no estaba acostumbrada a ese tipo de reuniones con tanta gente. Plegué mis alas y saqué un papel y uno de mis lápices, observando a los invitados como si fueran meros modelos.
- Wow... esa tela es preciosa - murmuré para mí cuando analicé la caída que producía uno de los disfraces. Era lo que habitualmente solía hacer; si te quedas fuera de onda, aprecia lo que ves como un cuadro de algo ajeno. Por qué no? siempre tan idiota, Alyss.
Suspiré, si seguía así desde luego que me ganaría fama de amargada.
No me importaba estar sola, acostumbraba a estarlo, tampoco me importaba si los demás llegaban a pensar que era una rara por no acercarme a conocer al resto, de hecho tendrían razón. Tendría que cambiar eso de mí, pero el lugar donde estábamos no ayudaba a superar mis problemas. Al menos pasaría el tiempo más rápido si hacía algo de provecho para compensar hasta que acabara la fiesta. Aun ni siquiera sabía por qué me habían invitado a mí, con mi permanente aspecto de niña aburrida y enfadada que se encierra en su mundo cada dos por tres... y.. si! señorita Keygen, una vez más lo ha conseguido! si, a pesar de venir para enfrentarlo. Eres una inútil.
Fruncí el ceño, enojada conmigo misma y haciendo que los trazos del lápiz fueran más intensos y destrozaran la caida de la tela que había conseguido lograr en el papel. Dejé el dibujo a un lado y me apoyé contra la madera aun con mi corazón palpitando de miedo por cada sonido que el bosque producía. Aunque evidentemente, mi rostro no reflejara nada de ese terror.

Off Rol: No necesito poner mi invitacion, obviamente estoy invitada .

On rol:
Debería morirme de frio, pero mi cuerpo estaba tan caliente… tal vez por mi acompañante. Mi querido amigo Leo había decidido acompañarme a la fiesta y aun sin invitación lo había traído porque… bueno… era yo y el era mío ¿era obvio que lo invitaría, verdad?

Mi disfraz era muy simple, de la caperucita roja, la capa roja tapaba un poco mi cuerpo, pero no demasiado, bajo ella solo mi ropa interior roja. A simple vista no se veía que estaba semi desnuda bajo la capa, pero la idea me había parecido irresistible. Era una nueva idea para el cuento, cuando el lobo se comía a la caperucita… mmmmm… como se la comía.

Llegue a la fiesta y mire alrededor, todos tomaban, nadie bailaba. Note de inmediato a muchos conocidos y queridos, pero alguien me hiso reir con su disfraz, realmente yo estaba vestida en comparación de Teo asi que dando pequeños saltitos me acerque a el y me tire en sus brazos sin advertirle.- Debes venir a bailar conmigo, Teo, o moriré de frio…

Off: Helena me esta arrastrando aca, porque quiere aprovecharse de mi cuando me embriague e.e

Una gran noche Helena me desperto y me vino con la idea que habia una fiesta, no podia negarme y me arrastro hasta el bosque, debia tener un disfraz asi que tome una chaqueta y jeans y me puse una mascara de lobo azul iria a estilo libre esperando que no pensaran nada de que Helena iba de caperuzita roja y yo de lobo.

-Vamos tardaremos mucho?- Le dije a Helena fingiendo que no conocia el bosque prohibido mientras caminaba lentamente alado de ella.

Disfraz:

Spoiler:

Todas las voces se mezclaban, sin duda no debí probar ese Whisky de fuego, el alcohol me afectaba demasiado, y dos vasos eran demasiado para mi, sabía que alguien me hablaba, pero no distinguía a la gente, solo veía borrosas manchas y muchos susurridos y palabras que se entrelazaban entre sí. Me froté los ojos apartando el pelo de mi cara, estaba algo mareado, sería mejor sentarme un rato, ero no me apetecía estar con alguien o con quién no dejase de hablar, no. Necesitaba mentalizar todo aquello, en apenas unos días, todo había cambiado tanto... Teo, mi mejor amigo, había creado lazos con Caín, al mismo tiempo que yo prácticamente, Walden, un conocido nuevo, y ya lo quería como a un hermano, y ahora estaba en una fiesta con un montón de gente y no conocía a nadie.

Cogí mi vaso de whisky me alejé un poco del barullo, me senté en el oscuro bosque para intentar comprender qué hacía allí... Soy Kisuke Urahara, estoy en sexto curso de Ravenclaw, y soy metamorfomago... Por lo menos conseguía recordar quién era, no bebería mucho más esto se me estaba haciendo muy raro, yo no solía estar en fiestas... Es más, no solía estar con gente, lo que yo hacía era pasarme horas en la biblioteca y en mi cuarto, y cuando Teo llegaba de hacer su cotidiana y divertida vida contarme miles de cosas. Metí el dedo al líquido, y lo pasé por mi semidesnudo torso, la gota de whisk recorrió mi abdomen hasta mezclarse con la tela de mi ropa, no tenía muchas ganas de seguir bebiendo, tenía los ojos lacrimosos y no sabía por qué... No volvería a beber whisky, me sentaba fatal.

Distinguí la pequeña nube de pétalos rosas revoloteando a mi alrededor, respiré tranquilamente y me levanté del suelo lleno de hojas, seguía impecable, como antes, pero con un vaso de bebida prohibida en mano, luego pensaría que hacer con él, me dirigí a la fiesta de nuevo, no quería que mi ausencia llamase la atención, si alguien preguntaba, fui al "baño".

Helena pronto salio disparada a donde un lugar y yo me quede solo con la mascara de lobo, bueno por lo menos conocía a algunos de los presentes, rápidamente Walden me tomo y me arrastro hacia una mesa con bebidas alcohólicas eran muchas muggles y otras eran magicas como el whisky de fuego y algun o otro vino elfico.

-Buen disfraz, Waldo- Dije riendo al ver que me reconocio con mascara y todo. -Bueno sirveme Vodka para partir, no creo que me embriague con vino o whisky-

El pobre Batman, cuya identidad seguía siendo desconocida para mí, no tuvo tiempo ni de contestarme, ya que pronto tuve una conocida silueta colgando de mis hombros. Sonreí ante la voz y me voltee rápido, quedando atrapado entre los brazos de Hel. Sonreí y alcé una ceja al echarle una descarada mirada a su cuerpo.

-Hola -le dije rápido, y le di un fugaz beso en los labios de saludo, como si fuese lo más normal del mundo -. Parece que nos vestimos el uno para el otro -agregué, sonriendo divertido. La verdad que me alegré de verla allí, pero luego voltee la cabeza al escuchar un nombre, sintiendo como el desagrado se apoderaba de mi cara. Sí, el Batman lo había dicho bien, esa figura, aún con la máscara, era fácil de identificar -. Tu amigo no tiene invitación -le susurré a Hel en el oído, apenas rozando su piel y hablando despacio y pausado. Había enfatizado la palabra amigo.

Me había quedado medio adormilada antes de oir una segunda voz en mi costado, donde encontré a un chico que arrodillado. Era el que vestía curiosamente llamativo. Me gustaban las personas que sabían llevar cualquier cosa y les quedara bien.
Al principio me impactó que supiera mi nombre, pero sonreí al escuchar su explicación sobre las invitaciones.
- Si, llámame Alyss - respondí y pronto tuve que alzar un poco más la voz por la música, que comenzó a sonar junto con las conversaciones de los demás.- un placer conocerte, Caín. Y gracias..pero justamente estaba pensando que era inadecuado para...-una chica que pasó casi volando por delante de nosotros dejó notar que no llevaba mucha ropa bajo esa capa roja. Me aclaré la garganta- es evidente que mi traje no pega mucho con el ambiente - hice una mueca pero sin poder reir un poco y luego lo miré. - El tuyo es sensacional, te queda bien, y parece que con el chico conejito ya has triunfado, cuidado de que no te quiten la victoria- comenté sonriendo y señalando con los ojos al chico que estaba siendo ahora abrazado por caperucita.

Seguia ahi el viento hacia mover las hojas de los arboles pero en ese momento no dude en ir a la mesa de bocaditos y beber porque no? claro coji un poco de whisky y tome un poco no era tan fuerte y como casi ni me afectaba arregle mi disfraz que se habia arrugado un poco y seguia observando como todos conversaban solo rogaba que alguien se acercara o lo haria yo pero a quien no conocia a muchos o casi a nadie de ahi la luna habia salido aquella noche y estaba tan radiante como antes y la oscuridad de aquel bosque habia sido un poco iluminada con esta fiesta en eso vi que una chica vestida de pirata vino hacia mi era Soph! que bien aunque sea estaria con ella su disfraz era muy lindo note que el que habia organizado la fiesta era quel chico vestido muy extravagante pero me gustaba su disfraz volvi la mirada a Soph

Hola Soph como has estado? le dije con una sonrisa mientras me arreglaba un poco el cabello que estaba casi todo recojido en dos moños en forma circular deberia parecer una Japonesa no? aunque mis ojos no ayudaban
Gracias tu disfraz esta muy lindo que tal la fiesta? le pregunte observando algunas lechuzas volando sobre unos arboles y algunas arañas encima de un arbol

No pude evitar reir un poco cuando cayó en la cuenta de que era cierta la observación que había hecho sobre los trajes y su respuesta apoyó mi conclusión.
- Bueno..supongo que a nuestra edad, esto es normal - dije encogiéndome de hombros, como si yo fuera una espectadora que no formaba parte de aquello. Y era verdad, no tenía ninguna segunda intención que no fuera conocer personas y pasarlo bien. Aunque claro, hay bastantes tipos de diversión y el tipo que se cocía en ese ambiente, Caín lo dejó claro.
Agrandé los ojos cuando me incluyó en el pack de chicas sexys que rondaban por ahí y reí algo nerviosa. Mi vestido no estaba diseñado para provocar ni para atraer, no me había dado cuenta de que podría ser interpretado de esa forma. - N-no..tú crees? no había pensado de ese modo...siempre me muevo por lo estético de las formas a la hora de confeccionar, no en lo que provocan..supongo que porque no sé demasiado sobre las impresiones de los demás ni me relaciono mucho con el resto - admití con cierta limitación y una mueca.
La fiesta cada vez estaba más animada y muchos comenzaban a bailar como si fueran meros adolescentes en una discoteca de esas que no había visto más que en películas. No, obviamente a mi ese tipo de lugares no me atraían demasiado, pero bailar.. era diferente. Me encantaba. Solía bailar mientras cocinaba, pero aquello era un ambiente distinto. Supuse que siendo eso, no me importaría hacerlo ahí también... sonreí para mis adentros. Ironía y burla sobre mis temores bailando para ellos?
Le miré con diversión ante lo que dijo.
- Son pareja? apoyo el espacio personal, siempre da mas confianza. Parece que se llevan muy bien - comenté de forma natural, riendo un poco porque la escena de antes no había sido muy sutil. Demasiadas hormonas, me dije. Existia eso en mi? Lo dudaba mucho.
Miré la botella que me tendió y arrugué la nariz. No me gustaba el alcohol, bueno, mejor dicho, no lo había probado pero con solo olerlo me daban náuseas...pero me sabía mal rechazar el trago después de que aquél chico se hubiera acercado a mí. Alcé el brazo para tomar la botella y la llevé a mis labios, mojando apenas mi boca para probar.
Uej... dije mentalmente mientras tenía un temblor por el gusto extraño.
- No soy mucho de bebidas alcohólicas, supongo que es la falta de costumbre, pero gracias por darme a probar - admití con cierto arrepentimiento por el sabor constante en mi paladar mientras le devolvía la botella sonriendo. Maldición, donde había un vaso de agua cuando se lo necesitaba? (porque la coca-cola tampoco estaba a la vista).
Me levanté con una mueca de desagrado que reflejaba la indisposición por el gusto y miré a Caín.
- Me acompañas? He de aclarar mi boca y no sé muy bien dónde encontrar algo sin alcohol... - pedí mientras comenzaba a caminar al tiempo que tiraba suavemente de la tela de la camisa de Caín para que reaccionara y me siguiera entre la gente. No fui rápido, las botas del chico eran escandalosamente peligrosas y tenia miedo de que se cayera por mi culpa y yo ya sufría con imaginarme a mi misma con esos tacones que no soportaba ni de cuatro centímetros.
Supuse que en la mesa de bebidas habría algo bebible, Caín tendría que ayudarme para saber cual de las botellas de colores era la adecuada, así que hice lo que pude para no ser atropellada entre los movimientos de la gente que bailaba. De vez en cuando echaba un vistazo a mi acompañante para ver si seguía en pie; afortunadamente llegamos como si hubiera sido una odisea visto desde mis ojos y volviendo la mirada hacia la masa de cuerpos cambiantes que se movían con la música.
Alcé una ceja al ver toda la mesa completa de bebidas de todo tipo poco iluminadas y poco identificadas, eso hay que aclararlo. Miré hacia un costado mientras Caín aun estaba llegando junto a mí.
El chico conejito, caperucita y el lobo parecían hablar. A pesar de la poca luz, era evidente que la actitud en los gestos del chico sin máscara me decían que los problemas en la fiesta poco habían tardado en aparecer.
Parpadeé, negando con mi cabeza y recogí un vaso de plástico, esperando tranquilamente al chico de antes.
Todo aquel ruido me daba seguridad de pasar más desapercibida asi que mi nerviosismo se estaba apaciguando mientras cerraba los ojos unos segundos, siguiendo el bajo de la música con el dedo índice golpeando sobre la mesa. Oh, sí... el Rock que sonaba en esta canción era hipnotizante y... en mi opinión un buen estímulo para peleas...
Eché un vistazo rápido hacia la pareja de tres de antes, grabando sus movimientos. Estudiar a los demás no era mi fuerte en cuanto a saber lo que sentían emocionalmente (no me dejo llevar por lo que supongo si esto no es confirmado con evidencia.) pero no estaba de más seguir contemplando el cuadro de vez en cuando.

Disfrute de su mirada sobre mi cuerpo con una sonrisa coqueta y yo aproveche para observarlo a él, demasiado apetecible para mi salud mental… me beso fugazmente y yo frunci el ceño, con un suave puchero me queje.- hey… ¿un beso tan chiquitito? Crei que mi bienvenida seria a lo grande… tu sabes, mas contacto… mas profundo.- sonreí coquetamente y apoye una mano sobre su pecho desnudo.- Bailar contigo, será estupendo… aun no recuerdo porque no he tenido relaciones contigo…- me pregunte curiosa, mirándolo de arriba abajo.- eres un adonis, ¡moriré si no te tengo en estas vacaciones!- note de inmediato su desagrado al ver a mi invitado y sonreí traviesamente, parecía que habia hecho algo malo… se veía el desprecio a kilómetros. Se acerco a mi y su susurro logro estremecer mi piel.- Soy una chica muy… muy… mala.- acerque mi cuerpo al suyo, nuestros cuerpos semidesnudos al unirse me hiso estremecer, lo mire con los ojos muy abiertos y los labios entreabiertos, fingiendo inocencia. Mis brazos lo rodearon con naturalidad, su piel estaba fría, suponía que igual a la mia.- Deberias castigarme… realmente he sido mala…-

Posé mis ojos en los suyos luego de recorrer su cuerpo, continué con mi mirada atenta y profunda mientras ella hablaba. Buceaba en sus ojos mientras escuchaba su voz. Tenía rezón, debería recibirla un poco mejor... coloqué una de mis manos en su espalda, por detrás de la capa y con la otra tomé una de sus manos. Mientras acariciaba con mi pulgar su mano, la acerqué más a mí, con nuestros cuerpos pegados, con contacto total. Semidesnudos, fríos pero empezando a entrar en calor, los dos pegados, nuestros rostros a centímetros. Pasé mis labios rozando su piel desde sus labios hasta llegar a su oído y hablé, nuevamente de forma pausada.

-Nunca me lo habías pedido... pero supongo que puede arreglarse fácil... aunque no hoy -le aclaré, de forma sensual, y volviendo para darle un erótico beso en sus labios. Más profundo y más cargado que el anterior, pero no un beso violento o pasional. Un beso seductor, con movimientos suaves y marcados.

-Creo que deberé castigarte... -susurré, sintiendo como nuestros cuerpos continuaban pegados, y nuestras manos recorrían algunas partes del otro, reconociendo y explorando los cuerpos que tanto nos excitaban -. Pero deberé hacer un esfuerzo sobrehumano e ir a saludar a los demás... -murmuré, mientras me despegaba lentamente de ella y le sonreía de forma pícara.

Teo tenia la habilidad de hacerme desearlo desde nuestra primera cita, recordaba como nos habíamos besado a los dos segundos de estar juntos…, pero debía admitir que verlo asi me hacia desear mas… mucho mas, coloco su mano en mi espalda y mis ojos se perdieron en los suyos… me acariciaba delicadamente la mano, pero parecía que inexplicadamente mi mano habia encontrado una conexión a una parte mucho mas intima. Mordi mis labios para ahogar mi gemido.
-Realmente he sido mala si te he dejado tanto tiempo andar por la vida sin compartir mi cama.- le dije con una risa nerviosa, temia que mis labios me traicionaran con gemidos.- es tu fiesta, debes ser un buen anfitrión y…- mis ojos se entrecerraron, con nuestros cuerpos tan cerca.- mmmm… anda a saludar a los demás, yo necesito un poco de autocontrol.- se alejo de mi y para disimular mis sentimientos camine hacia un camino del bosque, introduciéndome mas en el.

Pese a que estaba con el "lobo" -mueca de desagrado- decidí acercarme de nuevo al Batman, de verdad tenía curiosidad por saber quien era... y quería tomar algo, no podía ser que no haya probado nada aún. Todo parecía marchar bien... pero no encontré con la mirada a Kisuke... maldito, ¿con quién se habría ido? Bueno, ya regresaría, o ya lo vería mañana.

Me alejé lentamente de Helena, caminando hacia atrás, sin despegar mi vista y mi sonrisa de ella. Llegué con unas últimas zancadas a la mesa con el alcohol y tomé una copa con hidromiel que descansaba intacta sobre la madera. Exquisito. No se podía definir de otro modo. Di un largo trago y volví a llenarla. Ahora sí, caminé hacia el Batman, que estaba haciendo de barman. Pero me crucé con Caín, que conversaba con una chica portadora de un hermoso vestido.

Pasé tras de ellos sin hacer comentario, pero no me controlé y le di una nalgada en su ajustado pantalón de cuero. Estaba demasiado sexy como para que me pueda resistir, no era mi culpa. Solté una risita y le guiñé un ojo juguetón a la chica que lo acompañaba.

Continué mi camino, pero me topé con Ingatius vestido de elfo antes.

-¡Hey! -lo saludé, con una sonrisa -. ¿Qué tal todo? ¿Te diviertes?

La conversación de Cain era interesante, me hacía pensar en ese tipo de cosas que nunca iban a generarse en mi cabeza de manera natural, y menos si era yo quien llevaba la prenda.
- Parece que sabes mucho, es genial... tomaré nota de preguntarte más seguido sobre este tema si lo necesito - elogié sonriendo cuando me había analizado.
Era verdad que sentía cómo las telas bailaban con cada paso que daba, pero lo importante para mí era la libertad de movimiento y la textura de la suave tela, no lo que provocaba. Aun asi, era interesante saberlo.
- Sin ataduras...-repetí riendo un poco cuando me contestó. Obviamente yo no compartía ese tipo de relaciones( bueno, no había tenido ninguna), y estaba segura de que nunca terminaría como aquellos chicos que se besaban compulsivamente sólo por placer.- supongo que es una manera respetable, pero no comparto esa necesidad.- comenté tranquilamente mientras mis ojos volvían a la escena de la que hablábamos.
Si creí que la música era generadora de situaciones, en ese momento fallé. No hubo pelea alguna.
Alcé una ceja y acto seguido aparté la vista cuando la circunstancia del cuadro que observaba algunas veces, había cambiado drásticamente. Tragué saliva, esas cosas me incomodaban un poco, asi que opté por no volver a observar ese tipo de actitudes aunque me dieran curiosidad.
Pronto, el vaso comenzó a pesar más y volví la vista hacia Caín, que sujetaba su varita y luego se la llevaba a la boca para beber del mismo agua que habia vertido.
Sonreí, yo también lo hubiera hecho si hubiera podido. Estaba bebiendo de mi vaso cuando el chico conejito pasó de largo y azotó a mi acompañante. Miré a sus ojos sin decir nada cuando me giñó, apartando el contacto cuando siguió su camino.
Volví a beber.
- Soy de sexto, bueno, seré de sexto... cuando empecemos el curso - contesté curvando los labios- debo pensar que nos encontraremos por las clases? - pregunté arqueando las cejas y mirando en dirección a Caín al tiempo en que me apoyaba un poco en la mesa, de cara a la inmensa multitud.

Pisé el suelo con fuerza antes de llegar al claro, andar con estas sandalias por un bosque como este, lleno de raíces era inhumano, estaba deseando usarlas en Japón, aun que echaría de menos a Caín y a Teo durante ese periodo. Sería buena idea invitar a algún amigo a venir, tanto tiempo solo me volvería loco, sin duda alguna. Tenía el sabor del whisky aun en la garganta... No volvería a beber algo como eso nunca más, a partir de este momento, solo cerveza de mantequilla.

Llegué pronto a la mesa de las bebidas y busqué con la mirada las cervezas, pero también caí en que si hubiera traído sake, me habría divertido más, aun que era demasiado fuerte y no era para situaciones como esta. ¡Oh! Hidromiel. Cogí la botella sin dudarlo y vertí sobre mi vaso, nunca lo había probado pero seguramente era delicioso.

No estaba nada mal, pero notaba que era bastante fuerte, aun que nada que ver con el whisky, este en lugar de hacer arder la garganta, la acariciaba. por suerte no llené mucho mi vaso, no quería cometer alguna locura a causa del alcohol, miré a todos los que había afinando la vista, Caín estaba con Alyss no muy lejos de mi, Batman estaba por la fiesta perdido, y Teo, acababa de pasar por detrás de Caín, haciendo algo que consiguió sacarme una sonrisa, vi entre la gente a dos chicas que conocía de encuentros causales, Sophie Quinn y Karen Diggory, la segunda llevaba una mini-kimono

Sonreí ante lo que oía.
- Cada uno es de si mismo, es decisión propia expander o reducir su interés a solo una persona... - iba a decir más, pero el tema que estábamos tratando era sorprendentemente serio como para una fiesta y gritar ese tipo de cosas por encima de la música ambiente se me antojaba extraño. No me importaba, pero seguramente Caín tenía planes más interesantes que hablar de esas cosas con una desconocida.
Al darme cuenta de que había dulces sobre la mesa, no pude evitar imitarlo y recoger una cajita color plateada con chocolate amargo en su interior, de esos que duraban horas antes de disolverse el sabor.
Reí cuando mi acompañante le siguió el juego al chico que pasaba, intentando seducirlo con la piruleta. Cain era totalmente opuesto a mí, tan libre de expresarse de esa forma... yo me hubiera muerto si me viera a mi misma de ese modo.. no creía que fuera capaz y muchas veces me miraba al espejo intentando actuar con papeles diferentes (total, como habia llegado tarde en el curso me habian asignado una habitación sin compañeras, quitando lo malo de no poder conocer a nadie, no se estaba tal mal cuando la soledad era la costumbre de siempre). A menudo me reía ante esas caras que conseguía imitar de los que observaba, siempre habia querido ir a teatro.
- Bueno, no dudes de que me verás en la biblioteca, eso seguro.. o en los pasillos - dije pensativa por las rondas que a veces debía cumplir. Luego miré en su dirección por su pregunta. - Los TIMO tuve que hacerlos nada más llegar a la escuela, ya que he llegado en vacaciones y para pasar a sexto tenía que cumplir con esas pruebas que me exigían - conté, rememorando las semanas y semanas en coche estudiando de camino a Hogwarts. - Fueron muy bien, estoy contenta con los resultados - sonreí. Por ello me habían dado la placa de prefecta además de algunos méritos más, pero aun no me consideraba suficiente para tener ese honor y tampoco me gustaba decirlo (sonaba como alardeando) a menos que fuera necesario.
Me separé de la mesa, notando que las telas del vestido tan largo comenzaban a molestarme entre tanta gente, sentía como me tiraban con cada pisotón.
Fruncí el ceño, recogiendo los bajos del vestido con molestia. Si pretendía bailar, tendría que hacer un arreglo a aquello.
- Te gusta bailar? Bueno, perdón.. con eso tampoco debe de ser fácil..- dije mirando sus botas mientras recogía la tela de mi disfraz a un lado hasta ver mis rodillas. Sentir la tierra blanda bajo mis pies era de las cosas que conseguía calmarme, obviamente por eso no solia llevar zapatos ni mucho menos altos a pesar de mi complejo de altura. - No te preocupes por mí Cain, creo que volveré a ver si Kisuke está por aqui y me acompaña un rato en la pista - dije sonriendo. No quería aburrirle con mis charlas, porque eso iba a pasar si no me iba a bailar para dejarle tranquilo con sus planes y que fuera con sus amigos. Consideraba que ya que habían hecho una fiesta debían disfrutar a tope, ya hablaríamos en condiciones más tranquilas. - Pásatelo bien - deseé antes de alejarme a saltos entre la gente para esquivar los cristales que había por el suelo.
Ugh... otra vez la maldita pierna.. la caída de antes no me dejaba tranquila.
- KISUKE!..- llamé de entre la multitud, haciendo esfuerzo por hacerme oir ante los cuerpos gigantes que se movían a mi alrededor. Rendida y sin escucharme ni a mi misma, me quedé entre las sombras de la gente y la música hipnotizante.
Bueno, ya le encontraré, pensé dejando mi preocupación de lado. Entre el amasijo de personas me sentía como en mi habitación, sin peligro de que nadie me observara. Mi padre nunca me había dejado bailar fuera de su alcance, decía que incitaba a mis poderes a salir de mi cuerpo.. pero aquello era realmente una tentación y.. simplemente me hacía liberarme todo lo que no podía el resto del tiempo.
Cerré los ojos y alcé el rostro hacia arriba, sintiendo cómo el ritmo acariciaba suavemente y me obligaba a moverme con lentitud, arrastrando la tierra bajo mis pies a la vez que el cuerpo se me destensaba con facilidad, en movimientos ondulantes.

Estaba un poco perdido por la fiesta, durante un momento dudé entre ir a saludar a Karen con una reverencia muy típica de Japón, pero oí mi nombre, por lo que la idea de hacer un poco el ridículo se me fue de la cabeza y busqué a la chica que me llamó. Era una voz femenina. Me abrí paso entre la multitud colándome por donde veía un hueco, esa voz y no ver a nadie entre las cabeza solo podía significar que era la de Alyss, además, ninguna otra chica que estuviera fuera de mi campo de visión me conocía, a parte de mamá, claro, pero dudaba mucho que hubiese venido hasta aquí, aun que todo era posible.
Cuando por fin llegué hasta ella, me re-coloqué la parte superior del disfraz, aun me sentía un poco raro con el pelo largo, pero era más divertido así.

- ¿Me llamabas?- Susurré más bien gritando cuando estuve junto a ella, la música era cómoda a los oídos, no provocaba dolor de cabeza, ni tampoco sueño, pero me resistía por empezar a moverme a su ritmo, y si lo hacía era por que no sabía bailar. Bueno, quizás sí, pero esa canción no era el Caramelldansen, ni nada relacionado con el para-para.

Parecía divertirse mucho, o eso expresaban sus movimientos. Yo por el contrario no sabía muy bien que hacer, si unirme a ella o ir mejor a por algo de beber... Pero no había nada sin alcohol... Malditos packs de bebidas... Mataría a mi primo por timarme de esta manera, él fue quién me vendió la bebida, y me salió muy asequible, mucho menos de la mitad que en las Tres Escobas, o por catálogo, pero no me envió nada sin alcohol, lo más suave eran cervezas de mantequilla.

Ojalá que no me pasara nada extraño, ahora no peligraba el hecho de que mi cara cambiase de color, si mi piel mutaba, mi torso se vería cambiante, y no era plan de explicar a casi una docena de personas lo que me pasaba, intenté tranquilizarme antes de que mis cabellos se pusieran verdes, osea antes de ponerme nervioso.

- Ojalá que no me hayas llamado para bailar, por que se me da fatal- Le dije alto para que se escuchase sobre la música pero no tanto como para que lo oyesen en los alrededores

Si ya al recibir la invitación para la fiesta, no me pareció una gran idea ir, al estar ya ahí mis expectativas se habían cumplido. A pesar de intentar hacerme a la idea de que aquello no iba a ser malo en las horas previas a ir. Todo aquello no iba con mi estilo, y no me gustaba. Sí me gustaba la música, pero no me gustaba la manera en la que se comportaba la gente. Tampoco me iba el alcohol, no era algo que me gustara mucho. Ya estando allí se veía que no había cogido la intención de la fiesta. Al parecer estaba hecha para que la gente tonteara con los demás, y se emborracharan y bailaran hasta el amanecer, hasta caer rendidos y con resaca y se les tuviera que llevar a rastras de nuevo al castillo.

Pero no todo estaba perdido y parecía que había gente cuerda. Me encontré con Walden, quien fue muy agradable conmigo. Después de estar un rato así, se fue a poner música. Tenía buen gusto, eso no lo dudaba. Se me acercó Teo, el cual llevaba un disfraz provocativo que trataba de llamar la atención bastante. Viendo como eran los disfraces de los demás, el raro era yo y me sentía un poco ridículo vistiendo eso.

-Estoy bien-le contesté-Sí, la fiesta está bastante bien, hay que reconocerlo-le dije. Y no mentía, estaba bien, aunque no tanto para gente como yo-¿Y a ti como te va?-le pregunté a Teo, pero seguro que al él le iba mejor que a mí, visto lo visto hasta el momento.

Noté como mi amiga le daba una ojeada a todos y a sus disfraces. Sonreí ligeramente, la verdad es que habían disfraces para todos los gustos; desde algunos reservados hasta otros muy extravagantes, pasando por gente que casi no tenía ropa hasta otros que estaban todos cubiertos. Era una suerte también que ninguno se hubiera repetido, creo que mataba a alguien si hubiera llevado mi mismo disfraz. Pero no, cada uno iba a su estilo, todos diferentes.
- Muy bien, ¿y tú? - le respondí volviendo de mi ensimismamiento y alzando las comisuras de mis labios. Observé que empezó a tocar su cabello - A ver ¿me dejas? - pregunté y, sin esperar respuesta alguna, arreglé uno de los moños al que se le había salido un mechón de pelo. El otro estaba perfecto - Listo, eres una japonesa adorable - le dije riendo.
Tomé lo último de Whisky que quedaba de mi vaso. Entonces, pude escuchar que ponían música. Eso era justo lo que le faltaba a la fiesta, después de todo sin música no se podía llamar tal cosa. Oh, ¡que ganas de bailar que tenía!
- ¿Me acompañas? - inquirí a Kory y comenzé a caminar hacia la mesa de bebidas de nuevo. Me serví un vaso de Vodka para mí y otro para ella.
Listo, ¡ahora a bailar! Agarré a mi amiga de la muñeca y me dirigí hacia el centro de lo que suponía que era, o que en realidad yo había marcado como, la pista de baile. Comenzé a moverme al ritmo de la música junto con Karen. No me importaba si nadie más bailaba, yo lo hacía porque me encantaba. Aun así esperaba poder conocer aunque sea a algunos de los que habían ido alli, si nadie se acercaba terminaría por hacerlo yo.