El comienzo del día (Hermione Granger)

Al estar cómoda entre sus brazos cerré los ojos por instinto y me relaje a más no poder allí. Abrí los ojos y di un suave apretón a su mano mientras sonreía, luego de eso me quede observando un buen rato en silencio. Parecía casi irreal... Pero allí estábamos, en aquel lugar, yo pensando las mismas cosas de siempre con la diferencia, de que ahora, él, estaba conmigo...

Escuche su pregunta mientras me separaba un poco de él y le observaba a los ojos. Pensé en silencio un buen rato, quería decir las palabras justas, no quería arruinar por nada del mundo aquel perfecto momento. Respire y me digne a hablar - Yo pienso que... - no termine la frase y me quede mirándole nuevamente. Sonreí ante su gesto y luego termine por volver a sentir esas mariposas cuando acaricio mis labios. Un poco confundida, dudando y temblorosa me acerque a él con lentitud, quería terminar por romper aquella distancia. Primero roce sus labios sin evitar cerrar un poco los ojos, había sido solo un primer roce. Luego de eso volví a acercarme y atrape sus labios con una dulzura infinita. Era una sensación realmente indescriptible. Si antes las mariposas habían revoloteado por mi viente, ahora parecían danzar. Sus labios eran dulces y cálidos, tenían una contextura perfecta, era realmente un sabor exquisito. Aspire su perfume y me concentre en sentir todas esas emociones... Eran sentimientos encontrados, era emoción y... ¡Cielos! mi corazón estaba latiendo mucho más rápido de lo que nunca pensé que podría hacerlo.

Me separe lentamente de él sin querer casi hacerlo y le mire con una sonrisa para luego volver a acomodarme entre sus brazos. - Yo pienso que.. - dije volviendo a empezar la anterior frase. - Que esto es extraño, que nunca pensé que sucedería, que lo quiero, creo.. - dije esto ultimo con la voz algo temblorosa. - Qué no se que nos sucede y no estoy segura si es correcto.. -termine por decir mientras volvía a dar un apretón a su mano y acariciaba sus propios dedos entre los míos.

Parece que lo ultimo que había dicho no era lo mejor, ni le había acertado con las palabras, en absoluto. Cerré los ojos y le escuche aún con atención, no quería arruinar las cosas, ni estropearlas, ni nada, aquello no estaba bien, debía pensar en algo, alguna forma de solucionar las cosas, alguna forma en volver las cosas tan livianas como antes y en que íbamos a hacer.

Me separe un poco de él y negué mientras cogía su rostro entre mis manos - No, no, no es eso... - dije esperando que me entendiera - Se trata de todo a la vez, te recuerdo que mi mejor amigo es Harry Potter y Ron Weasley, ustedes no se agradan, Slytherin, Gryffindor, incluso de que somos de bandos opuestos, es todo... - susurre confundida. Y es que si me ponía a pensar así, encontraría mil y un motivo para no estar con él, desde las burlas hasta lo más grave como nuestras propias familias y no era fácil, para nada, su padre era un mortigafo y buscaban a mi Harry, estaba poniendo todo en peligro. - Además, no lo se, soy muggle... - dije en un susurro esperando que eso no le molestara. Yo tampoco podía adivinar las cosas, él, me detestaba más que nada por eso y otras tantas cosas que nunca había logrado comprender.
- Discúlpame.. - pedí dando un corto beso a sus labios. - No quería decir eso, pero debía - volví a hablar aún observando sus ojos.

No sabía que hacer, sentía impotencia, dolor, tristeza y así los sentimientos se estaban apropiando de mi. Solté su rostro y me acomode nuevamente en el sofá mirando hacia al frente. Apoye mi cabeza en mis manos y me quede mirando nada en realidad, el solo hecho de pensar y decir lo que había dicho me descomponía, me derrotaba, me perdía, me dejaba triste y desolada.

Me quede allí, envuelta en una capa de dolor, impotencia, aquello que me tenía extrañamente confundida. Pude sentir como se levantaba y volvía al piso, poniéndose frente a mi. Escuche sus palabras prestando atención y sin evitar la mueca cuando lo escuche hablar de esa forma sobre mis amigos. Fije mis ojos sobre los míos y luego lentamente me incorpore siguiéndolo a él. Pose mis manos sobre su cuello mientras él me cogía por la cintura. Le observe unos segundos con una sonrisa tierna mientras disfrutaba de sus besos para luego yo misma dar pequeños y cortos besos sobre sus labios. Cuando nos separamos acaricie un poco su mejilla para luego volver a acomodar mis brazos sobre su cuello. - No hables así de ellos, son Harry y Ron - le corregí. Ellos eran tan importantes para mi... eran como mis hermanos, esos que nunca había tenido y no soportaba la idea de que hablara así de ellos. - Y yo soy Hermione... - dije en una pequeña sonrisa. Me agradaba la situación, como estábamos y esa paz.

Negué con la cabeza cuando propuso refugiarnos en la Sala de los Menesteres - No entiendo porque escondernos, bueno, si que lo se... Pero no deberíamos tener que hacerlo así... - murmure como una pequeña con berrinche. Es que si las cosas no fueran tan complicadas, tan horribles, tan así...
- Algún día me permitirás un paseo? - pregunte divertida. - Bueno, lejos de Hogwarts, lejos de aquí, en donde nadie te conozca, ni a mi... - agregue. Tal vez si estábamos en otro sitio no tendríamos que estar a escondidas como dos amantes. Todo era tan injusto, no merecíamos eso.

Seguía allí, de pie, observando y sintiendo todo eso que tanto me gustaba. Cuando dijo que me proponía algo, no pude evitar mirarle con más curiosidad de la pensada, no sin antes afirmarme levemente de él ante aquellas vueltas con la mezcla de que me había levantado y mis pies por muy poco, no alcanzaban a tocar superficie. Me había sorprendido bastante el terminar por quedar recostada en el sofá, pero no tenía problemas y sin dudarlo cogí una de sus manos entre las mías. - Entre los muggles? - fue lo primero que pregunte. Aquello me sorprendía y me hacia feliz y sonreír, era impresionante que él propusiera algo que estuviera relacionado directamente con muggles.
Se dibujo una mueca evidente cuando dijo lo de la "condición" eso era lo más... Cielos, no quería estar de acuerdo con eso, pero suponía debía ceder en algunas cosas. Cuando me había dispuesto a protestar el volvió a mis labios con un beso mucho más envuelto en pasión, a lo que correspondí aún inexperta en esas cosas, siempre intentando hacer lo mejor posible. Di un suspiro y asentí lentamente cuando estuvimos separados - De acuerdo... - dije en un susurro mientras le observaba.

Antes de dejar espacio para que volviera a hablar, volví a hacerlo yo - Aunque, dividimos el tiempo sí? - pregunte con una sonrisa - Me refiero a que, primero seguimos tus planes y luego los míos, sí? - pregunte divertida esperando que aceptara.
Le observe en silencio unos minutos y es que no me cansaba de contemplarle, de examinarle y de guardar cada detalle de su rostro en mi cabeza.

Sonreí cuando dijo que todos los planes podían ir por mi cuenta, pues estaría bien enseñarle un poco de los muggles, aunque con la idea que tenía en la cabeza, seguramente él, tendría que cuidarme y protegerme, pues una parte del plan sería divertido e incluso sentía algo de emoción, pero si recordaba mi miedo a las alturas, si que me daban ganas de quedarme en el mundo mágico. - De acuerdo, entonces yo nos guió - dije con una sonrisa divertida. No pude evitar enrojecer cuando me dijo lo que debía hacer y es que no podía creer que aquellos nervios se notaban, no quería creerlo, era realmente vergonzoso... Me limite a cerrar los ojos y seguir "indicaciones", no tenía nada con lo que justificarme y si él, decía que se trataba de confianza, no tenía nada que temer. Sonreí ante cada uno de sus gestos mientras correspondía a sus besos. Aún mantenía los ojos cerrados mientras sentía cada mariposa revolotear sobre mi, era algo realmente mágico. Mi corazón parecía cabalgar sobre mi pecho y todas mis emociones parecían querer salir ya, demostrar todo lo que sentía. Cuando me permitió, no dude en enredar mis manos alrededor de su cuello para luego seguir saboreando esos dulces labios. Cuando sentí su lengua haciendo solo un poco de presión sobre mis labios, no dude en entreabrirlos, como si una fuerza superior lo ordenara. Jugue un poco con su lengua mientras sonreía entre aquel beso, distinto al resto. - Te quiero.. - susurre como pude. Respiraba sobre él, también le sonreía y finalmente le observaba tranquila.

Lo escuche con atención cuando dijo que era tiempo de irnos, estaba en lo correcto, pero realmente no tenía ganas de marcharme y esperar hasta el catorce, faltaba poco, pero no me sentía capaz de esperar o eso estaba creyendo. Di un suspiro mientras asentía lentamente. Lo siguiente que dijo me confundió, me perdió, me dejo aturdida, y otros tantos sustantivos que lograban describir como me estaba sintiendo.

Volviendo a como estábamos en el principio cogí su rostro entre mis manos y le di un suave y delicado beso que demostraba cuando significaba para mi y es que yo no podía decir esas dos palabras importantes, que siempre temía a eso y encontraba que esas palabras se debían guardar a la seguridad cien por ciento. - Nunca dudes de mi, pero entiende cuando no pueda decir algo - dije de la mejor manera posible. El beso había acabado y allí estaba nuevamente observándole en silencio, transmitiendo toda la paz a él.
Draco hacia una cosa tras otra y no podía recuperarme de mi estado aturdido, que lo siguiente tampoco lo encontraba para menos. Me había sentado sobre él a lo que me levante y le observe, era una situación algo vergonzosa, pero yo no estaba acostumbrada a ese tipo de cosas. - Y yo a ti cariño.. - le dije en un susurro mientras me acercaba a él nuevamente. Estaba más que consciente que debíamos irnos y volver cada uno a sus obligaciones. Suspire antes de hablar - Creo que deberíamos volver a nuestras cosas, tampoco sería bueno si nos descubren... - dije sin ganas de decir eso en realidad. ¡No quería marcharme! Pero sí que debíamos...

Sonreí cuando me tomo de las manos y me hablo con esa dulzura y ese amor y sin dudarlo lo seguí dando suaves apretones a su mano, no quería que acabara nuestro momento. - Creo que si son dos días consecutivos es probable que comiencen las sospechas.. - le dije sabiendo que así funcionaban las cosas. Nunca faltaba el curioso o el que inventaba un rumor de algo pequeño.

Asentí cuando me dio la instrucción, no tenía porque protestar, así que simplemente acepte sin problemas. Me apoye en la pared mientras cerraba los ojos y pensaba en todo lo sucedido, todo había sido tan extraño que costaba creerlo. Sonreí para mis adentros y abrí los ojos cuando estuve consciente de que estaba dejando pasar el tiempo. Calcule que los cinco minutos habían pasado así que simplemente abrí la puerta y salí actuando de forma normal. Ese pasillo solía estar vacío, así que no me preocupaba. Di unas rondas más y me dispuse a caminar directo a mi sala común, espantando todos los primeros pensamientos que había tenido cuando me había encontrado con el rubio allí.