Celda 103 [Dave]

Recuerdo del primer mensaje :

La sesión de Littlewing aquella tarde había sido más corta. No podía decir que me alegraba, cada vez que tardaba menos era porque lo que haría dolería más.
Hacía poco que había llegado a la Base, pero era... era mi lugar ahora. Lo había sido desde mi nacimiento... ahora sabía lo que era y por qué.
Paseé por mi habitación sin ventanas hasta llegar a la cama. Todo estaba oscuro, como mis cabellos... había tan sólo una antorcha de colores verdosos en la pared. No me había quejado, no había echado de menos el colegio. Decían que yo formaba parte de ellos, que me habían estado esperando... pero aun no sabía para qué. De todos modos, no me costó relacionarme con mis vecinos. Casualmente, era la única que podía salir de su celda, y a menudo me quedaba en el pasillo, hablando con los demás experimentos. Supuse que estaban encerrados por ser peligrosos.
Pero hoy... había recaído. Me sentía sola... y no podía dejar de pensar en aquella noche de lluvia, donde la repetición del Obliviate salvó a mi amigo y me llevó a mí junto a mi verdadero origen.
Quería volver a verlo... deseaba encontrarlo... pero a menos que no fuera a Hogwarts... No. Dije que lo dejaría en paz, además, él dijo que me marchara..y yo sólo hago daño a los demás. Éste es mi lugar...no hay más.
Oí unos pasos, un ruido..
Giré el rostro hacia las rejas que mostraban el pasillo, esperando ver quien aparecía.

Alcé una ceja sonriente, aun que sorprendido. Cogí su muñeca evitando que se alejara de mi, no me apetecía volver a perder a una posible gran amiga.
- Hey... No te vayas a enfadar por que no les dije que me gustan las chicas de tez pálida, y que suelen meterse en problemas.
Volví a encender mi varita y solté su muñeca continuando el camino... ¿Qué demonios pasaba con la gente? Yo haciendo toda clase de artimañas y jugándome el pellejo(literalmente) por salvar y ayudar a los que me importan y solo recibía esos tratos... Igual sería mejor no haber conocido a nadie... Seguir siendo un marginado que se escondía en su habitación tras las clases, y pasaba las vacaciones con la familia. Fruncí el ceño, sí, quizás hacer eso era lo mejor, se acabó entrenar con la espada, se acabó seguir a los mortífagos... ¿Para qué iba a proteger a los demás si luego no me lo agradecían? Todos se enfadaban si los libraba de la muerte o tortura, se acabó, no iba a salvar la vida a nadie más.
Bien!
- Chiara... ¿Tienes los libros? Si quieres puedo... Bueno, no importa...- Se suponía que no iba a ayudar ni proteger a los demás.- No es nada, seguramente los tendrás ya.
Seguí caminando con la mirada al frente, decidido, se acabó ser protector, solo lo haría cuando me pidiesen ayuda, a partir de hoy, me salvaría yo solo el culo.
¡Así se habla, campeón!
¡Que te calles!
De hoy en adelante, dejaría de ser Dave el lobo protector, sería... Dave el... Solitario? No, eso quedaba muy rancio, que tal... Dave el aburrido?... Demasiado real... ¿Dave el indeciso?... Eso no tenía nada que ver... Bah, era Dave, Dave Wishe, un alumno normal con una enfermedad... Solo eso.
Oye, que soy algo más que una enfermedad, soy TU enfermedad

Esa respuesta que me dio no me dejó mucho menos confusa que antes, y luego seguido de su segundo comentario... él me llamaba rara, sí, pero Dave se llevaba la medalla de oro.
- En realidad... bueno, si pones a preguntar para saber algo más de mí..- dije arrastrando las palabras intencionadamente, sin olvidar cuidar mi tono para no ofenderlo como antes- no, no tengo libros, no soy de familia adinerada ni tengo parientes que puedan comprármelos tan fácilmente. Trabajaré durante el año para costearme mis materiales, no te preocupes y gracias por el intento de ayuda, eres muy amable.- añadí a lo último, sabiendo que obviamente no era una preocupación de él ni tampoco se había ofrecido.
Pude ver un cambio de actitud drástico por su parte. Y ahora qué demonios le pasaba?
Parecía la misma situación que cuando volvíamos de Hogsmeade la otra vez. Bueno, Dave seguía siendo Dave, seguiría pasando lo mismo. Ese chico parecía tan...rígido. Tan opuesto a mí.. tan lleno de modales (que aunque no quiera aceptarlo afectan a su conducta) tan poco habituado a una situación como la mía..sabía que en el fondo no podría comprenderme, que parecíamos de dos mundos muy diferentes y a la vez parecidos.
La única forma de romper esos esquemas de él, de desencajarlo, era de la forma en la que mi yo habitual solía actuar. Pero ya no sentía esas..confianzas? no, no es la palabra.. podría hacerlo con cualquiera.. menos con él.
Quizá era mejor dejarlo tranquilo.

- Realmente... No puedes negarte ahora, tengo el doble de libros de sexto curso... Seguramente un error de la librería... -Comenté sonriendo pícaro, realmente había comprado dos libros de cada por si alguno se me perdía o estropeaba, pero prefería que los tuviera ella.- No creo que sea buena idea que te pongas a trabajar ahora, dicen que nunca cogen a los menores de edad a no ser que tengas enchufe...
Respiré el aroma del bosque, me gustaba el olor a frescura, estaba deseando que llegase el invierno, era divertido cabalgar por el bosque en un unicornio junto a los centauros. Oí un crujir de ramas y al volver la vista, la imagen de un tigre saltando sobre mi fue lo único que encontré.
- Rayth... Creo que ya eres demasiado grande como para volver a mi habitación... - Dije quitándomelo de encima.- Creo que deberías quedarte en el bosque... Todavía no me explico como has crecido tantísimo en un mes... Prometo venir un día de esta semana a cazar contigo, pero no quiero que te vean por la escuela, entendido?
Volví mi camino tras acariciar la cabeza del animal, ya tenía el tamaño de un tigre de seis meses, era prácticamente un adolescente, pero seguía con esa mentalidad tan bipolar que lo caracterizaba.
- Ojalá permitieran más animales en Hogwarts, sería genial tener un tigre durmiendo al pie de mi cama.- Comenté a Chiara tras abandonar el bosque. Hogwarts se alzaba frente a nosotros, como siempre... No había cambiado nada, y parecía que no había venido en años.

- Tengo madera para conseguir trabajo.. pero gracias por tu ofrecimiento - sonreí. Rayth parecía habernos seguido por el camino, se me hacía extraño que lo dejara en el bosque siendo que él siempre o casi siempre lo llevaba con él. Si que deberían cambiar las reglas en cuanto a las mascotas, pero no todos sabían domesticarlas bien para que fueran seguras dentro del colegio.
- Demasiado pedir supongo.. pero es más prudente que sea así. De otra forma creeme que terminaría siendo un poco caótico- dije, y reí antes de hacer un comentario que seguía al suyo- sería genial tener a un licántropo durmiendo al pie de mi cama, te apuntas, Dave? - pregunté bromeando cuando caminé con mis dedos su columna al estar tras él.