Lección 2. (Dave)

Recuerdo del primer mensaje :

Necesitaba despejarme un poco y ya habían pasado unos cuantos días desde que pasó lo de... bueno.. lo de mis padres. Estar en un colegio privado como el de Hogwarts era bastante emocionante por el hecho de conocer mucha gente posiblemente interesante, añadiendo que estaba junto al bosque prohibido... lleno de criaturas... sólo hacía falta recordar ligeramente lo que había en ese lugar para que la adrenalina corriera por mis venas. Pero..plof, en todas las veces que había ido al bosque ni una sola criatura parecía estar cerca de los terrenos ni a media distancia.
Apreté un poco los puños mientras caminaba, impotente.
Qué pasaba con todas las criaturas? Dónde estaban? era ilógico que no se hallaran donde debían, sabía cuales eran las condiciones y los signos de habitabilidad cuando vivían en un área y las pistas y rastros no demostraban existencia reciente. Para colmo, sólo había conocido a dos personas en estos 3 días... tenía que poner un cartel de "Se busca gente para hablar"? o mejor un mensaje por Blackberry hubiera sido más efectivo?
Suspiré y detuve mis ojos en una tienda peculiar. Y tanto que peculiar, con verla, una sonrisa asomó por mis labios y mis pies aceleraron los pasos hasta entrar.
Ni bien abrí la puerta, un sin fin de objetos llamativos de todos colores y funciones estaban colocados en los estantes. La decoración era muy alegre y muchos de los muñecos o cosas hacían ruidos graciosos.
- Es genial... - dije observando entre los estantes cada pequeña mercancía con sus respectivos carteles y precio. Llevé mi mano a un antifaz multicolor que tapaba los ojos. "Cegaton", citaba en la targeta. Qué curioso.
Vi que algunos clientes se iban por una puerta trasera, supuse que era para probar los objetos que querías comprar.

- Creia que todos teniamos olores únicos.. asi que te atrae hacia mí..- repeti divertida- de que forma te atrae? No quiero que tu proxima novia se meta conmigo si me pregunta algo asi. Formalidades que tengo que aclarar supongo - susurré en su oido para intentar molestarlo mientras él seguía corriendo.
Noté que su cuerpo se tensaba, los músculos se contraían y algo en él estaba mal. Lo observé sin decir nada hasta que volvió a la normalidad.
- Necesitas respirarme para calmarte más? - pregunté sin intención de que cuando se girara para escucharme, sus labios estuvieran apenas a centímetros. Alcancé a aspirar su aliento antes de girar mi rostro hacia otro lado, apretando los brazos que me mantenian aferrada a él. - Lo siento, no sabia que ibas a mirarme.

-Sí, todos todos tenemos olores únicos, pero la mayoría se asemejan entre sí, sin embargo... Tú debes de haber sido dotaba de uno especial, o maldecida, depende de como ser mire, por mi más bien dotada, dado que es un olor que... - Ojalá no hubiera empezado la frase.-... Que m-me gusta...- Genial, que viva el enrojecimiento de mejillas. Reí divertido cuando mencionó algo sobre mi "pareja"- Chiara, si tú has sido la única chica a la que he besado, ¿Qué te hace pensar que tendré pareja en breve? No creo que quiera perd...- ¿Qué estaba diciendo? ¿Iba a decir que no quería perder el sabor de sus labios?... ¿En serio?... ¿Yo?.

Me giré sonriente tras su pregunta, pero mi cara se tornó rojiza al encontrarme con sus labios en una fracción de segundo, sentí como si me llamasen, deseaba volver a besarlos, como si el tiempo se hubiera parado, fijé mi vista en sus ojos, no quería dejar de mirar ese maravilloso brillo, me embriagaba. Y... Uff... Suerte que miró hacia otro sitio, o había cometido una locura...
- N-No pasa nada... - Dije volviendo la vista al frente.- Bueno... No es que lo necesite, pero realmente me tranquiliza tu olor.

- Me alegro, asi podré prescindir de perfume al menos estando contigo - rei, ignorando la vergüenza de Dave, aunque me parecía muy tierno su comportamiento, me pregunté si sería del mismo modo con las demas chicas.
Arqueé las cejas, parecía que la conversacion se estaba tornando demasiado peligrosa para seguir presionándolo, asi que lo dejé pasar por mucha curiosidad que tuviera hacia lo que iba a decir.
- Tendré que estudiar contigo cuando comencemos las clases, dicen que estudiar pone bastante nervioso, creo que seré útil.. - sonreí. Aunque claro.. tambien podía surtir el efecto contrario con él.
Apenas rocé su cuello con mis dedos, mirando al frente.
Contrólate.
Detuve mi mano y cerré los ojos.
- Creo que es hora de volver.

- ¿Quiere decir eso que nos veremos a menudo?- Dije aminorando el paso hasta ir caminando. Llevarla así se me hacía un poco incómoda, por lo que volví al suelo de un pequeño saltó, y la cargué en mis hombros.- Espero que no te importe, pero siempre he querido llevar a alguien así.
Reí divertido, posando mis manos en sus piernas, caminando con tranquilidad. Y miré hacia arriba caminando hacia Hogwarts.
- Chiara... -Murmuré- Vamos a pasar por el bosque, pasaremos por El camino del Lobo, así te presentaré al jefe del grupo, puede que parezca intimidante, pero es una buena... Bueno... Es un buen centauro.
El viaje se hizo ameno, el olor de Chiara no abandonaba mis fosas nasales, y la textura de su piel me hacía sonreír... Si pretendía que fuéramos solo amigos, lo tendría difícil...
Pronto llegamos al bosque, había que cruzarlo para llegar a Hogwarts. Por lo que seguiríamos susodicho camino. El camino se hizo sencillo, había ido tantas veces por ese lugar que podría seguirlo con los ojos cerrados. Me paré en seco cuando oí unas pisadas lejanas.
- Ahí vienen... -Dije mientras la bajaba de mis hombros.- No temas a hablar, trátalos como a un igual, y no mires fijamente su parte de corcel
Al momento, un centauro de cabellos negros acompañado por dos de color castaño. Se pararon ante mi, los saludé con una pequeña reverencia, al igual que ellos.
- Volviendo tarde por lo que veo, Dave... Otra vez...- Dije uno de ellos.- Aun que esta vez vienes con un... ¿Humano?.
Los tres me miraron algo sorprendidos.
- Es Chiara, una buena amiga, estaba interesada en conocer a los habitantes del bosque. Pero si no os importa, debemos continuar, es hora de volver, intentaré traerla de vuelta algún día, y si nos lo permitís, visitar vuestro poblado, la última vez que fui, estaba casi vacío ¿Son ciertos los rumores? ¿Es verdad que hay una nueva generación?
La sonrisa bonachona del centauro lo dijo todo, sonreí mirándolo y me despedí tomando la mano de Chiara, de camino a Hogwarts.
- La próxima vez que te escapes al bosque, llámame, y te llevaré donde los centauros- Susurré cuando estuvimos lejos.- Seguro que te alegrará tanto como a mi ver a los más pequeños.

- Claro, lo dudabas?... No dejaré que olvides mi olor tan fácilmente - dije riendo un poco- Además, somos amigos, no? los amigos se ven a menudo - sonreí, sin incomodarme cómo me había terminado llevando.
Arqueé las cejas ante la propuesta que me dijo y me mantuve en silencio mientras caminábamos por el bosque. El encuentro con los centauros fue muy breve, pero me di cuenta la confianza que había entre Dave y la comunidad de criaturas de esa especie. Desde luego, ya sabía las costumbres que tenían y no era fácil adquirir un trato de ese tipo con ellos.
- Han tenido crías? es fantástico! - dije sonriendo cuando ya me arrastraba hacia el castillo, aun echando algunas miradas hacia la dirección de donde veníamos. - Dalo por hecho, tengo ganas de visitarlos más veces...
Y no tenia mucho que hacer, tenia miedo de pasar un solo segundo a solas sin nadie con el que evitara pensar en mis problemas.
Miré la mano de Dave sobre la mía, pero no hice ánimo de soltarme mientras volvíamos a los terrenos del colegio.

- Sería difícil olvidar tu olor.- Respondí con risa corta silenciosa. El bosque estaba especialmente oscuro ese día, solo se oía el crujir de las ramas bajo nuestros pies, era mucho más interesante en invierno, los unicornios solían verse más a menudo.
Al parecer, a Chiara le emocionaba tanto como a mi poder ver a los pequeños centauros, lo malo eran las hembras, tenía entendido que era demasiado protectoras. Seguramente al ser solo dos, no importaría que nos acercásemos al grupo, era bastante numeroso, o eso tenía entendido.
- Por supuesto!- Dije abriendo los ojos como platos, y riendo posteriormente- Todos los seres vivos se reproducen... Pero no lo vayas contando por ahí, como alguien se entere de como llegar a su poblado...- Me estiré del cuello de la camisa-... Bueno, no me gustaría acabar mal parado...
El camino hacia Hogwarts se hizo bastante ameno, no tenía mucho que decir, bueno, la verdad, no quería decir ninguna tontería, por que tenía mucho que hablar con ella, pero no era el momento.

- No se si tomármelo bien, eso.. -dije riendo. Me gustaba que tocara mis piernas.. mejor dicho, las sujetaba, ojalá las tocara..
Puse los ojos en blanco por mis pensamientos y luego miré en su dirección.
- Tranquilo, no se lo contaré a nadie.. será nuestro primer secreto entre amigos - sonreí.- Algún día tendrías que invitarme a ver una película en tu habitación, siempre he querido ver ET el extraterrestre.. -comenté y luego comencé a reirme por mis palabras.- Lo digo en serio, no estoy poniendo una excusa para colarme en tu habitación por segunda vez, lo juro solemnemente - soplé sobre su frente, haciendo que sus cabellos molestaran a sus ojos.

- Por supuesto que te lo tienes que tomar bien, era un cumplido, creo.- Sonreí mirando hacia ella, vista desde abajo era más divertido. Subí mis manos hasta sus rodillas, sin dejar de mirarla a los ojos, no podía apartar la vista de ellos cada vez que los enfocaba. Apreté los labios, me volví a contener para no decirle ninguna tontería(como solía hacer, o eso creía)

- Claro, pero tendrás que traer tú la película y demás, o podemos ir a alquilarlo todo juntos, seguro que así nos divertimos más, además, de paso podríamos comprar cerveza de mantequilla y otras cosas para ver la película.- Dije sonriendo, me parecía un plan genial.- Debo confesar que nunca he visto esa película, pero si es de extraterrestres tiene que ser genial, siempre creí que había vida en otros planetas.

Sonreí caminando sin dejar de mirarla, era un sendero sin árboles de por medio, por lo que no me chocaría y las ramas estaban muy altas para golpearme con ellas. Sería una travesía genial, si me acompañaba su olor.

- Gracias, eres toodo un caballero - contesté divertida sin desviar los ojos de él. Sentí sus manos ascender con lentitud a mis rodillas y miré hacia otro lado para contenerme.
- Si, me parece muy bien..- asentí sonriendo cuando le escuché. Seguro que sería divertido pasar toda una noche viendo películas como unos frikis, además, en verano no había mucho más que hacer a parte de fiestas y etcs...que la verdad tenia ganas de frecuentar, pero habia llegado en periodo poco activo porque no habia ni dios por los pasillos.
- Claro que hay vida en otros planetas, tu eres una prueba - dije arqueando las cejas en broma mientras sonreia.
Ya habíamos llegado al castillo.

- ¿Qué esperabas? Soy un Wishe al fin y al cabo...- Dije riendo, el castillo ya se veía a lo lejos, aun que sinceramente no quería despedirme de Chiara, no me a apetecía nada tener que despedirme de ella. Fruncí el ceño sonriendo y volví la vista al frente.
- Por supuesto que no soy de este planeta, ni tú tampoco perteneces a este mundo, tu be...- ¡Cállate! Solos seréis amigos. Miré hacia un lado con la cara enrojecida, por suerte no se notaba mucho a la luz de la noche.
Pronto estuvimos en las puertas del vestíbulo. No sabía muy bien si quería volver, por una parte, quería quedarme con ella durante toda la noche, pero por el otro lado, no quería cometer ninguna estupidez, por lo que deseaba volver a mi cuarto y quedarme en vela toda la noche.
- ¿Quieres que te lleve, o podrás llegar sola a la sala común?- Pregunté divertido.

- Toda tu familia es del mismo modo? eres tan diferente a mi que se me hace extraño este comportamiento tan formal, yo solo soy una chica de ciudad - comenté, apoyándome en él al sentir el fresco de la noche. Mi amigo al menos conservaba el calor, yo era de las que me enfriaba con la mínima corriente fría y cuyas manos en invierno siempre estaban congeladas.
Arqueé las cejas, otra frase que no terminó de formular en voz alta.
- Me pregunto qué será mi "be"- dije riendo un poco. La verdad es que no tenia sueño ni tampoco deseaba ir a mi habitación, todas mis compañeras estarian durmiendo a esas horas... - Creo que estoy incapacitada para caminar, ya sabes, cosas de la edad...
Ya recorríamos los pasillos oscuros, esperaba que no nos encontráramos con ningun profesor o prefecto pero tampoco me importaba demasiado.

- No, para nada. Con mi familia es peor. Todas esas formalidades, y hablar de esa forma tan... Anticuada. Me siento raro hablando con las demás familias, es tan... Agobiante hablar de esa manera.

Suspiré subiendo las escaleras con ella sobre mis hombros, no me apetecía nada, pero nada nada volver a mi habitación quería quedarme con ella en algún sillón de la sala común hasta que amaneciera. No quería quedarme solo en mi cuarto.

- Dudo que lo diga algún día... A no ser que me lo saques a la fuerza.- Respondí divertido subiendo despacio los escalones.- Bueno... Aun tienes que contarme cosas sobre ti... Así que creo que no te dejaré volver a tu dormitorio hasta que tenga la infiromación que necesito.- Reí divertido, la verdad, quería saber todo sobre ella.

- Háblame como hablas con ellos, seria divertido oírte así - dije riendo. Quizá utilizarian demasiados formalismos, pero siempre me habia gustado leer ese tipo de conversaciones en los libros de época que había leído alguna vez (románticos, evidentemente, eran más satisfactorios que los de luchas o acción).
- Soy muy buena extorsionando a los demás... creo que conseguiré sacarte las palabras por mucho que no quieras, Dave - susurré en su oido para molestarlo. Hacer ese tipo de cosas era inevitable a su lado, pero mientras no traspasara nada, estaría cumpliendo con lo que dije. Me aparté un poco y asentí a la idea de quedarnos desvelados más tiempo, yo tampoco quería perderlo de vista aun...aunque fuese conveniente.
- Esta bien, déjame aquí mismo - señalé el sofá de la sala común cuando llegamos y me tumbé como si no lo hubiera hecho nunca. Esos sillones nunca me dejaban de sorprender por su comodidad. Palpé a mi lado, dejando hueco al tumbarme de lado para que pudiera sentarse.

- No sé... No creo que sea el momento apropiado para hablar de esas manera, no es que requiera realmente una situación especial, bueno, sí lo requiere, pero...- La miré de reojo para desviar luego la vista, si no me atrevía casi a hablar de ciertos temas con ella, no le hablaría de ese modo nunca. Vale, igual era un poco miedoso, pero aún así, no quería que se hartase de mi por hacer algo mal.
Noté como el rubor creció en mis mejillas, fue más por pensar en decírselo que a la distancia a la que habló. No podía decirle algo como eso, es decir... Si éramos amigos, no podía halagarla como a... A... Bueno, a quién se supone que debía halagar. Me senté junto a ella sin mirarla, realmente no me atrevía, bueno, no quería atreverme, y Loser me había abandonado, por lo que no me podría controlar si hacía alguna tontería.
- Estoy deseando que llegue el invierno...- Comenté mirando la chimena.

- Venga, no seas aburrido! Háblame de esa forma, quiero oírte - le sacudí un poco desde el sillón mientras intentaba que se destensara cuando se sentó. - Prometo no reírme, lo juro - sonreí poniendo mis manos en rezo delante de mi rostro mientras le miraba.
Me acomodé un poco más cuando le habló a la chimenea.
- Es cierto que gastan leña sin sentido - contesté, mirando en su dirección. Me incorporé lentamente hasta quedar apoyada en mi codo para que no se diera cuenta de que comenzaba a quitar su varita del bolsillo. Apunté a su cuello, generando una pequeña brisa muy fría.- Uy..Hace fresco de repente, eh? - rei, viendo el escalofrío que le había dado. Luego me eché en el sillón como antes, mirandolo con inocencia fingida.

- En otro momento mejor... ¿No crees?- Dave, te lo está rogando ¿No podrías ser más amable con ella?... Un momento ¿No se suponía que tu estabas en contra de ello?. Suspiré y miré hacia ella nervioso, sabía perfectamente que había sido ella, pues mi varita no estaba en su sitio.
Me acerqué a ella, echándome sobre su cuerpo. Me apoyé con una de mis manos en el respaldo del sillón y mantuve el antebrazo en horizontal sobre la superficie de tela. Si quería que le hablase así, se lo había buscado. Acerqué mis labios hasta casi rozar su oreja sonriente, la única luz residente era la del resplandeciente fuego de la chimenea. Mi respiración era tranquila, el nerviosismo se me iba una vez entraba en juego.
- Permitidme que os diga, mi gran apreciada amiga, que esa varita que empuñáis no es de vuestra propiedad...- Susurré mientras llevaba una de mis manos hacia las suyas, sino fuera por que estaba en plena acción, podría camuflarme en una pared roja.-... Y ahora... si no os importa, querría preguntaros algo...- Me separé para mirarla a los ojos de cerca y llevé mi mano sin quitarle la varita, hasta su mejilla.- ¿Cómo es posible tanta belleza en una sola persona.
Una sonrisa se dibujó en mis labios, una sonrisa poco usual, ¿Estaba mirándola con ternura? ¿Quién era yo y qué había hecho con Dave?

Vi como de primeras siguió negándose a mi petición, pero pareció que cambió de opinión al poco. Supuse que mi súplica sirvió de algo.
Pero pronto me agarró de la mano, se acercó a mi oído, su cuerpo a centímetros... y sus palabras tan suaves...tan..
- Me gusta que me hables así... - susurré, curvando los labios mientras cerraba los ojos para escucharlo mejor. Su voz sonaba tan seductora que me estremecía y deseaba oirlo aun más cerca.. Tuve que girar un poco el rostro hacia el otro lado para alejar mi oido y no obligarlo a que me hablara de cualquier cosa mientras estuviera mas cerca.
Abrí los ojos sin girar el rostro hacia él, cuando noté que se apartó ligeramente. Notaba cómo el cuerpo se me tensaba, mis manos parecían contenidas, pero al menos me estaba controlando bajo la aparente calma. Por qué ese chico me hacía querer perder el control con tanta facilidad?
- Dave... los amigos no dicen esas cosas.. - murmuré, soltando su varita hasta rozar su mano al no deshacerme de la que me la sostenía. - Ni tampoco estas... - dije, refiriendome a su trato hacia mí. Era evidente que era muy dificil no estar en contacto entre nosotros. Pero que fuera él quien se acercara, quien estuviera con el control, hacía que mi cuerpo se quedara sin fuerzas... Por qué? No quería moverme ni podía, tan sólo giré apenas mi rostro en su dirección, mirándolo de reojo.

Volví a acercarme a su oído para susurrarle algo, realmente, deseaba decírselo, por mucho que me advirtiera mi subconsciente.
- Bueno, quizás no quiera que seamos simples amigos...- confesé en un susurro antes de separarme por completo. Metí mi varita en el bolsillo y me levanté, estiré mis ropas y rodeé el sillón hasta poner tras de él, no quería tener que irme ya, pero la situación se había descontrolado, no estaba siendo yo mismo... Bueno, quizás estaba siendo demasiado yo, el caso era que no quería ser así... ¿Estaba negando la realidad? No... Yo no solía ser así, era por esa chica, lo cambiaba todo en mi, apenas podía decir cosas decentes con ella en presencia.
Me agaché hasta quedar a pocos centímetros de su cara y miré sus ojos, para bajar la vista a sus labios.
- ¿Nos veremos mañana? - Pregunté sonriendo, no debía haberme acercado tanto, ahora no quería separarme.

Reprimí un tercer impulso de acercarlo cuando susurró...
Chiara, no te muevas... no te muevas... Lo prometiste..
No contesté, no sabía qué decir ni a lo que se refería en realidad él. No pude rechazar su comentario por la inseguridad que tenía en el cuerpo.
- Claro..nos vemos mañana - dije, sonriendo ligeramente. Me incorporé y cerré los ojos cuando besé su mejilla, muy cerca de sus labios, tardando en apartarme.
- Buenas noches..