¡Qué asco! El agua está mojada y húmeda... {Chiara}

Recuerdo del primer mensaje :

Desperté cubierto de sudor... Era por la tarde, casi a la noche, tenía la respiración agitada, y un pequeño tigre descansaba en mi regazo...¿Cómo había cambiado de tamaño? No recordaba haberlo hechizado... Bueno, realmente no recordaba... Nada... ¿Qué había pasado aquella mañana? Menudo dolor de cabeza... Marlín! Que agobio... No podía aguantar más en mi habitación.
Me puse la túnica y bajé raudo hacia los terrenos de Hogwarts, hacía frío, más de lo normal, y la humedad del lago me empañaba los ojos... Odiaba sentirme así, hacía como unas semanas que sentía que las cosas se volvían algo borrosas, pero no entendía el por qué. Escribiría una carta a mi hermano, seguro que podía aconsejarme algo, pero por el momento lo único que necesitaba era alejarme de todo.
Me tumbé en el suelo boca arriba observando las grises nubes de la tarde, pronto llovería, las lluvias de verano... Cómo no...
Expiré lentamente el aire, estaba deseando que empezasen las clases, no soportaba la idea de tener que esperar tantísimo para tener montón de deberes para hacer, libros que leer, hechizos que practicar... Quería tener el horario escolar por fin, y no este descontrol de verano.
Sentí una gota en mi ojo izquierdo, lo cerré con fuerza, haciendo que las lágrimas salieran de este, solo era cuestión de tiempo que acabase cogiendo una pulmonía o cualquier enfermedad por estas tonterías de querer salir a los terrenos en todo momento. Suspiré.
- Quiero que todo acabe... Quiero empezar todo de cero...- Dije al aire, creyendo que era mi único acompañante.

- Fue bastante brusco.. me defendiste sin conocerme, siendo que antes parecías detestarme - rei divertida y miré su rostro encendido por mis mordiscos.
- No quieres irte?... entonces déjame repetir..- susurré, sin importarme que retuviera mis manos cuando ya estaba por la mitad de sus botones. - No temo que pierdas la cabeza...
Besé su mejilla unas cuantas veces más, lentamente.. cerca de sus labios, hasta terminar mordiendo con un poco más de fuerza. Apreté las manos que me sujetaban, entralazando sus dedos. Era imposible que no me tentara con esa reacción tan tímida de su parte.. una reacción que desencadenaría en otra totalmente diferente.

- No creerías que iba a dejar que algo como eso ocurriera frente a mi no?- Pregunté divertido, aun que no pude pronunciar ni una sola palabra más.
En una fracción de segundo nuestras posiciones estaban completamente cambiadas, Chiara se encontraba entre mis zarpas, una a la cada lado de su cabeza, la miraba desde mis amarillentos ojos, tan solo quería morderla en aquel momento. No quería que otra cosa ocurriera. Acerqué mis colmillos a su oído.
- Te advertí... No fue muy buena idea hacer eso, no crees?- Susurré.
Hundí mis manos entre su ropa apoyando mi peso en las rodillas y en su cuello, en el cual depositaba lentos besos. Era como si supiera hacerlo desde siempre, no me entendía.

- Gracias.. - susurré antes de que reaccionara y tomara el control de la situación. El suelo mojado embarró mi espalda, pero apenas me di cuenta de eso, estaba más concentrada en lo que estaba haciendo él. Mi cuerpo se agitó cuando sentí sus manos, bueno sus garras, y sus besos en mi cuello...
Sus ojos se habían vuelto amarillos y una mirada salvaje chispeaba. Estar de esa forma con él hacía que me acelerara y no tardaría en morderme de verdad. Podía notar sus colmillos en cada beso, asomando de entre sus labios. Pegué mi cuerpo a él, abrazando su espalda para arañar las telas. Aflojé su camisa ya por los pocos botones que la prendían.
- Muérdeme...- cerré los ojos, buscando el aire que no podía tomar.

Sentí su abdomen bajo mis garras, las paseaba despacio por él, sin atreverme a arañarlo siquiera, tenía una piel demasiado suave como para arañarla... Aun que morderla era otro mundo, si su piel era tan suave como creía, morderla sería como.
- ¿Gracias...? Dudo que tengas que agradecerme algo en algún momento...- Susurré con voz grave, dirigiéndome a su cuello, era tan tentador morderla, sabía que una vez comenzase no podría parar, y que me metería en un buen problema si nos pillaban, pero aun así me daba igual.
Hundí mis colmillos en su piel sin piedad, hasta que sentí que la sangre bañaba mis fauces, no quise separarme, aun no.
Llevé mis manos por su cuerpo hasta su espalda, levantándola levemente y hundiendo mis garras en su piel unos centímetros, no quise tener que hacerlo, bueno... sí que quería.

Ahogué un grito cuando sus colmillos se clavaron en mi piel.
- Dave..! - pronuncié con un quejido, sin poder cerrar los labios para buscar más aire a la vez que notaba que me levantaba con sus garras. Apreté los ojos con fuerza; sus garras se habían incrustado en mi espalda.. pero unido al mordisco que no soltaba mi cuello, el dolor estaba compensado..o eso debía ser. No era dolor lo que sentía.
Estaba entre su cuerpo y sus garras, y casi no podía respirar...pero no quería que me soltara. Me abracé mejor a su espalda, queriendo que tan sólo pudiera aspirar mi aroma.

Saqué lentamente los colmillos de su carne, sintiendo como la sangre los había bañado, y goteaba ahora de ellos. Arqueé la espalda buscando la luna y rugí a esta, como pidiendo que fuera llena. Deposité a la joven en el suelo. Su aroma mezclado con el olor a sangre me incitaba morderla una tercera vez, pero podría acabar con su vida si lo hacía.
- Chiara... -Susurré una vez mis colmillos se habían escondido.- Esto debe haberte dejado agotada, será mejor que no te muevas de aquí en unas horas, o por lo menos hasta que cicatrice la herida...- Era sabido que las cicatrices de mordeduras de licántropos eran difíciles de evitar, debido a que se cerraban demasiado rápido, como si fuera una marca sellada para siempre del agresor.
- ¿Por qué me pediste que te mordiera...? Susurré tumbándome junto a ella. No entendía el por qué... ¿Le gustaba recibir daño?

Sentí su rugido contra mi cuerpo, retumbando antes de que me depositara en el suelo. Y al poco, parecía volver a tener algo más de consciencia cuando me habló sobre la herida.
- Tranquilo, no siento dolor.. no te olvides de que me puedo sedar sola.. - reí un poco y miré a sus ojos amarillentos. - Además, no puedes convertirme, es imposible. - añadí con aire molesto por la imposibilidad. Aunque tampoco me molestaba ser siempre un bocado que pudiera morder como si fuera la primera vez.
Olvidaba que se suponía que esta era esa "primera vez".
Se tumbó a mi lado y el cielo nocturno se abrió paso delante de nosotros. Los sonidos del bosque acompañaban el aire fresco y la lluvia. Sentía aun el pecho agitado, pero ya me veía con posibilidad de pensar y contestar decentemente.
- Te lo pedí porque... cuando estoy contigo de esa forma, algo en mi me pide más, hace que pierda la cordura. Se que que te muerdan no es normal... pero nosotros no somos normales, no?.. Sino, no me habrías mordido, porque dudo que consciente de lo que hagas, te guste morder a los demás. - miré en su dirección, sin sonreir- lo mío también es instinto.

Bostecé ligeramente, tenía algo de sueño, pero no me apetecía volver, se estaba más cómodo en la tierra y bajo la lluvia, que comenzaba aminorar.
- ¿Cómo que no sientes dolor...? Por mucho que te sedes a ti misma, debe ser una molestia tener un mordisco como marca, quiero decir... ¿Cómo se lo explicarías a la gente?- Pregunté divertido- Sería algo así como: Oh, me golpeé con una puerta rota, no es nada.
Reí mirando hacia el estrellado cielo, no me importaría llevar ahora mismo algo más de ropa, pero tampoco se estaba del todo mal.
- No... Lo nuestro no es normal, Chiara.- Respondí riendo ligeramente.
La verdad, es que no tenía nada de normal, era todo lo que se podía definir como raro, es decir... Era más raro... Que... Que... Qué poder hablar con otra persona que esté a cientos de kilómetros instantáneamente... Oh! No, los muggles ya tenían respuesta para eso.... Era el teflenofo, no.... Teléfono, sí, eso era. Seguro que no tardarían en hacerlos de tamaño bolsillo, vaya inventos tenían los muggles... Sabían aprovechar muy bien su capacidad para crear cosas sin magia.

- No lo sé, no es dolor lo que siento cuando me muerdes - dije sin dar muchas más vueltas al asunto, si me gustaba ya no había mucho más que pensar- en cuanto a las excusas... por qué mentir? No lo veo malo y mientras no diga tu nombre.. - sonreí mirando en su dirección con aire orgulloso. Me di vuelta hacia él y apoyé mi cabeza en su hombro.
- No dejaría que nadie más que tú me mordiera de esa forma - susurré mientras cerraba los ojos. Su cuerpo estaba calentito, daban ganas de no moverse de su lado- aunque tampoco dejaría que mordieras a otra.. ya sabes.. es peligroso para las "normales" - dije sonriendo de lado.

No pude evitar reír con ganas, esa respuesta si que no me la esperaba.
- ¿Entonces no te importa ir diciendo por ahí que te han mordido? Te miraran como si fueras un bicho raro... Bueno, como si fueras más rara.- Respondí a su argumento sin dejar de reír. Vale, sí, me gustaba mucho soltar esa clase de tonterías, pero era mi naturaleza, como el querer morder a la gente, eso era normal no?
La rodeé con mi brazo sin poder aguantar la risa, reí más que antes, de verdad, esta chica tenía unas respuestas muy... Poco habituales.
- Oh, venga, no mientas... No es que sea peligroso, es que no te gustaría verme con otra, verdad?- Dije mirándola con una sonrisa divertida.- No te preocupes, por ahora no me interesa morder a nadie más, y mucho menos a una chica... Aunque quizás Alyss...- Reí de nuevo por mi broma y la abracé más a mi.

- Pues este bicho raro tiene a un chico demasiado sexy a su lado, no veo nada malo en ello, no? Despues de todo, ya llevaré el cartel de nerd, por qué no añadir un apodo más? - dije divertida mientras me abrazaba al él al tiempo que él me rodeaba.- Es bueno avisarte antes de que empiece el año y vengan muchas más chicas.. y ya sabes, eso del Quidditch da mucha popularidad..terminarás mordiendo a otra si no soy una buena amiga y te mantengo a raya - mi sonrisa se desvaneció con sus últimas palabras- Eres cruel.. mira que morder a una niña.. no creo que pudieras - reí, y dejé que acercara más.

Miré a ambos lados buscando a ese "chico sexy" que decía.
- Pues yo no veo a ningún otro chico por aquí... Debes de tener alucinaciones, pobrecilla- dije mirándola con una sonrisa burlona.- ¿Qué te hace pensar que me fijaré en esas chicas? Solo son busconas que van a por la fama, lo único que quieren es ser conocidas por las alumnas y atraer las miradas de los demás alumnos... Sinceramente, preferiría a alguien como Myrtle la llorona antes que a una de esas, y ojalá que no se entere de que lo he dicho.- Añadí riendo.
Alcé una ceja al fijarme en su sonrisa, había desaparecido. Pero me tranquilicé al oírla reír de nuevo.
- ¿Cruel? ¿Por qué? Pues que sepas que algún día podría hacerlo...- Dije rodando los ojos sin aguantar una risa.

- No sabes apreciar la belleza, o eso o eres miope- dije riendo y luego le miré con algo de incredulidad. - Vamos Dave... ambos sabemos que sigues siendo un adolescente, cómo no te vas a interesar por chicas? Además, no me refería a las busconas, obvio que habrá de esas, pero también habrá otras que no sean asi. - dije arqueando las cejas.
Le miré, enfrentando sus ojos con los mios, retándolo.
- Suerte con tu siguiente presa, no me hago responsable si matas a alguna chica "sin querer".- acentué esa última palabra. Me incorporé a medias, ya había dejado de llover y el suelo seguía embarrado. Me exprimí el pelo y llevé mi mano a la herida, casi cicatrizada.

Fruncí el ceño mirándola. Parecía no haber captado que no pensaba seguir este juego con otra chica. Resoplé y me senté en el suelo embarrado, la sensación era algo incómoda una vez había dejado de llover. Me sacudí el pelo y la miré esgrimiendo una sonrisa divertida y picarona al mismo tiempo. Me acerqué a ella y mordí levemente su mejilla.
- No seas tonta... Por muy adolescente que sea no me voy a fijar en chicas, más que nada por que ya hay una que me llama bastante la atención...- Susurré tras dejar su mejilla.
Saqué la varita de mi túnica y quité el barro de nuestras ropas y posición, no me gustaba la sensación de pesadez que dejaba, era como cuando entras a un río con mucha ropa y empiezas a caminar empapado, no me gustaba nada esa sensación.
Pensé detenidamente la siguiente pregunta, sabía que podría incomodarle, pero algo en mi ardía en deseos de averiguarlo.
- Chiara... ¿Qué soy para ti?...- Pregunté mirándola fijamente.

Sentí sus dientes en mi mejilla y curvé los labios mientras le apartaba un poco por el cosquilleo.
- Dave.. apenas me conoces, lo que dices no es seguro.. y aun hay muchas chicas más por llegar, no digas cosas de las que luego te arrepientas - dije, siendo realista por una vez. - sin tener en cuenta que estoy de parte de los mortífagos - hice una mueca- no tengo un currículum demasiado tentador para un chico como tú - comenté sonriendo de lado cuando se apartó de mi mejilla.
La siguiente pregunta me descuadró un poco. Hablaba como si nos conocieramos antes de esos pocos dias.
Mantuve su mirada, aun sin saber muy bien lo que debía contestar.
- Eres... un buen amigo, un amigo bastante diferente. Me caes muy bien, eres especial - sonreí un poco, intentando no defenderme y responder con otras palabras que sobraran.

Reí ligeramente y me abracé a mis piernas posando la cabeza en las rodillas, no se estaba nada mal allí, el lago, tras la lluvia, estaba tranquilo. Decía aquello como si quisiera que me alejase de ella... Lo único que conseguía era que me fijase más.
- Lo dices como si tuviera que importarme- Respondí riendo.- Que seas del bando de los mortífagos me importa bien poco, y deberías saberlo.- ¿Debería saberlo? Ni que os conocierais de toda la vida- No pido curriculum alguno... Con una sonrisa me sobra.- añadí riendo ligeramente.
Sonreí mirándola, no estaba muy seguro de que esa fuera su verdadera opinión, pero me valía... Por ahora.
- Entonces... Soy un buen amigo especial...- Repetí para mi mismo- Define especial.
Reí sin soltar mis piernas, cada vez lo pasaba mejor con esa chica, ojalá que no desapareciera de mi vida nunca.

- Definitivamente sí que tendría que importarte - dije riendo- cualquier chico normal se daría cuenta de que es peligroso estar cerca de una mortífaga desequilibrada y encima adolescente. Yo que tú iría con cuidado, Wishe - imité el tono de Jack, mirándolo con picardía. Y mi sonrisa pareció tensarse un poco por su insistencia en cuanto a lo que yo decía sobre él.
- Especial... es.. - retiré un poco la vista, intentando saber lo que quería decir. Pero estaba muy confusa, no sabía muy bien lo que pensaba realmente de él, quizá porque tenía miedo a sentir algo que había evitado siempre, quizá porque pensaba que eso era en realidad otra cosa menos importante..- no sé.. aunque no te conociera de antes, siento como si hubiera estado esperando a que aparecieras en mi celda, como si hubiera deseado algo que en teoría era imposible. Desde cuando un estudiante decide ir a una base mortífaga por las buenas? - negué con la cabeza, riendo.

- Oh... Entonces creo que voy al contrario de mi deber, puesto que me importa bien poco que seas parte de los mortífagos... Por mi como si eres del clan de las acromántulas del bosque prohibido... Eso es lo que menos me importa.- Alcé una ceja y la miré entrecerrando los ojos.- Tú misma lo has dicho: Wishe. Algún día te explicaré lo que significa mi familia.- Comenté esbozando una sonrisa.
Mi familia... La verdad es que estaba un poco harto de ellos, con todo esto de que fueran tan estrictos con las normas, quería separarme cuanto antes de ellos. Estaba orgulloso de ser un Wishe, pero estas formalidades me estaban rompiendo. Reí ligeramente ante su respuesta.
- Parece que no sabes responder muy bien a esa pregunta...- Dirigí mi vista al tranquilo lago, la verdad, me había jugado el pellejo al entrar allí como si nada, varios mortífagos pudieron matarme por no llevar la marca. Y me matarían si me vieran.- Bueno... ¿Desde cuando no?

- Ya veo que en eso no eres demasiado reflexivo.. quizá Gryffindor hubiera sido mejor opción para tí? - dije riendo al mirarlo. Si que tenía demasiadas características de esa casa, era muy tozudo y demasiado arriesgado con tal de ayudar a los demás sin importarle las consecuencias que podría tener, su valor tambien era inquebrantable, no podía imaginármelo muerto de miedo como un estudiante normal en un lugar donde casi todos eran monstruos tanto física como psiquicamente. Era todo lo que yo no solía ver en los chicos... bueno, al menos no los que había conocido hasta el momento.
- Me siento segura contigo, tranquila... no suelo estar asi, y me gusta bastante- admití sin reir, tirando levemente de su manga para que me mirara. - No vuelvas a arriesgarte tanto.

- Mentiría si no dijese que lo he pensado más de una vez, pero... ¿Conoces la mitología griega? Exactamente a la diosa Atenea, señora de la guerra táctica, se podrá decir que me identifico con ella, ser inteligente no es solo leer libros y sacar muy buenas notas.- Cosa que solía hacer.- Gryffindor es todo valor y compañerismo, es cierto que poseo parte de esa casa... Me atrevería a decir que comparto un cuarenta por ciento, y además, el sombrero titubeó al nombrarme en Ravenclaw, aunque he de añadir que en primero era algo cagueta, pero puedo demostrar en varias ocasiones que soy de mi casa... Y creo que los jugadores de quidditch se hartarán de mi venazo Ravenclaw a la hora de hacer estrategias.
Torcí el gesto y dirigí mi mirada a sus ojos, no me gustaba que me gustaba que me hicieran ese tipo de peticiones, por que sabía que acabaría por romperlas.
- Chiara... Tranquila, no me va a pasar nada- Dije poniendo mi mano sobre la suya.- Te recuerdo que a los ocho años sobreviví a una mordedura de licántropo... Estoy seguro de que no me ocurrirá nada si utilizo mi mente para la batalla... Te recuerdo que tengo el favor de Atenea.- Añadí en broma acariciando su mejilla.

Escuché su comparación, parecía querer de verdad ser ravenclaw y de ninguna otra casa más que la nuestra. Yo lo veía más impulsivo, pero parecía que me equivocaba, además, no podía debatírselo cuando había salido corriendo tras de mí en su casa, cuando estaba en manos de ese mortífago. No había sido reflexivo en ese momento, ni en el momento en que se adentró en la base, ni en el momento en que me mordió, ni en el que salvó a su amiga sin importar que lo persiguieran luego. No ideó un plan para que nadie sospechara, al contrario, tuve que ser yo la que escribió a Jack para avisarle de al menos mi caso.
- Espero que ganes todos los partidos, campeón - dije sonriendo- no me gustaría animarte sin tener victorias de por medio.- dejé que me tocara la mano y miré a sus ojos con seriedad.- Muchas veces eso no basta.. pero supongo que no hay más remedio- resoplé y miré hacia el lago, moviendo con lentitud mis dedos hasta entrelazar su mano.

Reí ligeramente... No tenía por qué preocuparse por mi, y sin embargo lo hacía, no me gustaba mucho que se preocupasen por mi, ya tenía bastante con mi madre. Aunque Chiara tenía una forma un tanto extraña de preocuparse. Me acerqué a Chiara hasta quedarme pegado a ella, no me gustaba mucho el contacto físico, pero con ella era diferente, estar sentado así era... ¿Cómo definirlo?... Mejor? No, eso no era una definición...
- Chiara... ¿Por qué me siento mejor contigo que con otras chicas- Pregunté mirando la superficie del agua, tranquila y serena, como si acechase a su presa. Quizás era una pregunta difícil, pero me gustaban sus respuestas, eran tan... Originales.

- Porque no conoces las suficientes - dije sonriendo por la evidente razón. - aunque estoy dispuesta a aguantar te monopolices en mi - torcí la sonrisa, acercándome también a él.
Sabía que eso no era posible, pero en cierto modo le convenía conocer a más gente, que se abriera un poco más, le sentaría bien. - Pero no sería sano, y sinceramente.. me gusta el plan de que te diviertas con más personas, incluyendo chicas. - comenté alzando una ceja. Sabía que nuestra relación sería extraña, lo era desde el principio, no iba a cambiar ahora. Seguía siendo inconsistente, lo que producía más inseguridad o.. cómo decirlo? Ansiedad.
Lo seguí mirando, no sabía qué tipo de diversión querría él, pero no creía que fuera el tipo que solía tener yo..pero estaba la duda. Sentí que se acercaba y apreté un poco su mano.
- No te cierres en una persona - no quería que se aburriera de mí. Levanté apenas la mano que cogía con la mía y la posé sobre mi regazo cuando lo incliné. - pero no me olvides..- murmuré y besé sus labios un momento, con suavidad.

Reí tras recibir su beso y la abracé a mi, al rodearla por los hombros con mi brazo. De verdad... O era muy bipolar, o lo hacía para volverme loco... Lo malo era que funcionaba.
- Chiara, te estás contradiciendo... Antes decías que no querías que fuera con las "normales", dado que mis mordiscos podrían causarles estragos, y ahora pretendes hacer que no me ate a ti, qué intentas hacer? Volverme loco?...- Pregunté acercándome a su mejilla por tercera vez.- Chiara... Para mi no hay más chicas que tú, nadie me atrae de la misma forma que lo haces tú... Para mi eres única, inigualable, y nadie podría ocupar el puesto que... que ahora mismo posees, Chiara, no te voy a cambiar.
Di un corto beso en su mejilla, para levantarme después, no quería volver ya, pero se me estaban durmiendo las piernas. Dirigí mi vista al cielo, completamente oscuro salvo por la luna y alguna que otra estrella. ¿Era yo o cada vez se veían menos estrellas? Me distraje pateando una pequeña piedra hasta introducirla en el agua, me divertía con las cosas más simples, aunque era fácil que me aburriera.

Lo miré divertida, cambiando de opinión en cuanto a Gryffindor.
- Es obvio que me equivocaba, eres Ravenclaw hasta la médula - dije riendo por su análisis continuo de mis contradicciones. - que me contradiga es normal, todo el mundo lo hace.. si sigues así te volverás loco con todo el mundo.- escuché sus palabras con nerviosismo en mi cuerpo. Qué puesto quería decir él? Ni lo sabía.. pero tampoco me atrevía a preguntárselo.
Miré cómo se levantaba del suelo tras unos momentos y volví mi mirada al lago. Ya comenzaba a tener frío por estar empapada, pero era lo que menos importaba en ese instante. Había quedado muda, otra vez no sabía qué responder.
- Qué.. tranquilo está esto - comenté tras unos minutos de silencio.- Hace frío, quizá tendríamos que volver..- dije al tiempo que me incorporaba.