La sección prohibida... Pero está prohibida... ¿Y...?{Alyss}

Recuerdo del primer mensaje :

Me desperté temprano, era martes, y tenía cosas que hacer, miré el calendario... Tres días para mi cumpleaños, seguramente mi abuelo me mandaría alguna de sus locuras... El año pasado me mandó cinco mil galeones, alegando que él no sabía que comprarme que me comprase algo bonito yo solo, ¿A quién se le ocurre? Por supuesto, mi madre lo metió todo en mi cámara de Gringotts. Me estiré y saludé a Rayth, estaba despierto y rebuscando algo en mi baúl. Me fijé en él, hacía cosas muy raras. Consiguió sacar la espada, me sorprendió bastante, pero... Lo que más me sorprendió fue que sacó. un cubo dorado, pequeño, con grabados extraños. Entrecerré los ojos. Oh, era el sello wishe, lo había conseguido en el viaje con Helena... Menuda odisea, casi pierdo un brazo en esa aventura. Mmm... Quizás debería investigarlo, y también la espada, Alyss me dijo que me ayudaría, pero... Bueno, por qué no...
- ¿Puedes ir a buscar a Alyss?- Pregunté a Rayth, el cual salió de mi habitación, no sin ser transformado en gato antes. Sabía que me dirigiría a la biblioteca, pues llevaba conmigo la espada y el objeto cuadrado.

La biblioteca estaba completamente vacía, no había ni biliotecaría, perfecto, así me podría colar en la sección prohibida. Me dirigí rápido hacia allí, y dejé la espada en una mesa junto al cubo dorado. Empecé a buscar libros sobre armas mágicas y objetos hechizados. Conseguí unos pocos, siete, para ser exactos. Me puse a investigar, primero con la espada, quería conseguir algo de informaciónsobre armas mágicas.

- Es una Hidra! - grité, viendo cómo una de las cabezas ya se precipitaba contra él. Comencé a correr en su dirección, apartándolo al instante y cayendo al suelo ardiente. - Lo siento, lo siento ... ugh.. - toqué mi cabeza y lo ayudé a levantarse sin quitar ojo del monstruo para que él no lo perdiera de vista. - Tiene que haber otra forma... piensa.. - me dije a mi y a él mismo. - parece hecho de lava pero seria dificil apagarlo siendo que todo esto está hecho de lo mismo..

Lo tenía difícil, Loser no podía salirse con la suya, tenía que hacer algo... Pero si era una hidra... No, no podía, era imposible matarla de esa manera, los espadazos simples aquí no valía... Vamos piensa Dave...
Me vino a la mente lo que había hecho en el ataque Fenrir... Lo había dicho casi inconscientemente, es decir... Más de una vez, pero nunca lo había nombrado ¿Era ese su verdadero poder? ¿Controlar masas de aire? Por probar otra vez no pasaba nada... Salvo que volvieran a crecerle cabeza... Podría utilizar el método de Heracles para vencer a la hidra... Saturar las heridas, pero esta estaba hecha de... Lava. Por supuesto, solo tenía que enfriarlas. Me moví a toda velocidad hacia la hidra de fuego, no me quedaba alternativa... Di un salto para llegar a su cuello(uno de ellos) e hice impacto con la espada.
- ¡Aúlla, Fenrir!.- Gruñí haciendo que de nuevo una corriente de aire. Sonreí satisfecho, la cabeza de lava se separó del cuerpo, pero ahora quedaba probar mi teoría.- ¡Aúlla!
Blancí la espada varias veces contra la lava, hasta que empezó a endurecerse contra el frío viento producido por. Una sonrisa de victoria se formó en mi rostro, y volví a atacar de la misma manera a la otra cabeza, era más fácil de lo que parecía... Al fin y al cabo, solo era piedra fundida.
Al momento la hidra se había convertido en un ser descabezado, me retiré de nuevo hacia Alyss, a lo lejos se podía ver a Loser, el asco se reflejaba en su cara, esta vez había acabado con la bestia completamente.
- Tú ganas... Dave, pero aún queda un prueba, y creo que en esta o ganarás tan fácilmente...
Todo volvió a ser oscuro, podía notar que tenía visión de nuevo, y Fenrir residía en mi mano aún... ¿Qué tramaba?
Cuando la luz se hizo de nuevo, estábamos en un lugar completamente blanco, tal era, que no se distinguía horizonte alguno, ni sombras proyectadas... Como si la luz proviniese de todos lados, Loser estaba fente a mi con una espada completamente negra, más que despedir un brillo, parecía absorberlo, como un agujero oscuro.
Alyss estaba a unos metros de distancia.
- Hemos llegado a la última prueba, Dave, si me vences... Seré parte de ti... Sino, te mataré, a ti y a tu amiga, y ocuparé tu cuerpo sin vuelta atrás.
Fruncí el ceño, no había alternativa, tenía que vencerle fuera como fuese.

Tras la segunda prueba, el entorno quedó en blanco, y yo también. La última imagen que vi fue la de mi amigo escuchando a Loser. La visión se me distorsionó hasta quedar en negro y caer al suelo.
- No te alarmes, ahora ella está conmigo. Si ella consigue pasar mi admisión, dejaré que hagas la tercera prueba, si tu amiga escogida para entrar no es adecuada, no te daré la oportunidad. Vamos Dave... sabes que no se puede confiar en cualquiera - sonrió, mostrando sus dientes afilados.

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Me levanté escuchando los sonidos nocturnos de los pájaros. Fuí abriendo los ojos con molestia, estaban doloridos, pero pude sufrir con el choque del entorno en el que estaba; El bosque. No sabía cual... ni importaba, el simple hecho de ser un bosque valía para atemorizarme.
Giré la cabeza en todas direcciones mientras comenzaba a hiperventilar, arrastrándome en el suelo hacia atrás hasta que mi espalda dio contra un árbol. Por favor... por qué estaba yo ahí?... Qué tenía que ver esto?...
- D-dave?... - murmuré, cerrando los ojos mientras comenzaba a temblar.
Un ruido hizo que ahogara un grito, echándome hacia un costado al instante en que unas garras se incrustaban en el árbol.
- Hola, pequeña.. - dijo el licántropo sonriendo- Dave.. no está, bueno, si, algo sí. Pero encerrado en mi interior para ver cómo caes presa del pánico - desclavó las garras, dando pasos hacia mi dirección mientras yo me alejaba entre las ramas y raíces con desesperación. - Tienes miedo de mi?... de lo que pueda hacerte, verdad? Quieres matarme?..
En mis manos apareció una varita, no supe de donde salió hasta que reparé en que él quería que lo atacara.
- NO! - grité, quise escapar, incorporarme, pero la criatura volvió a dar un arañazo más cercano, acabando en mi tobillo. Tensé la mandíbula con tal de no gritar e hice un esfuerzo por alejarme.
- Venga.. no me hagas jugar con la comida.. es de mala educación - se rió cogiéndome con facilidad hasta empotrarme contra uno de los árboles. - Esta es nuestra forma en luna llena... este es tu amigo también. - me fijé en sus ojos, de tonos amarillentos y verdes..y dejé de resistirme. Loser pareció confundido, pero poco le duró. - Qué te pasa? Te morderé y cuando Dave esté bajo la luna llena, no dudará en hacerlo!
Acercó sus grandes dientes a mi rostro y mi pulso se aceleró por el temor.
- Sé lo que es... se lo que sois. Pero.. por mucho que me amenaces, no voy a atacarte. Nunca sería capaz de hacer daño a los amigos que siempre he querido tener y al fin consigo. - miré a sus ojos, desafiándolo ceño fruncido y solté un quejido por las garras que me aprisionaban y aplastaban. Sabía que era mi mente.. que no era mi cuerpo.. pero joder.. sí que dolía.
- Entonces estarás de acuerdo si te muerdo, no? Dave no podrá hacer nada... - sonrió- Se que estás controlando tus poderes.. puedo sentir cómo tu cuerpo aumenta de temperatura.
Apreté los dientes como si fuera a gruñirle.
- ES QUE ERES SORDO O QUÉ?!
Loser me aplastó del todo con un aullido y mi boca buscó respirar ante la asfixia. El apretón disminuyó de fuerza, pero pronto sentí los colmillos hundiéndose en mi cuello.
Agrandé los ojos... y grité hasta caer inconsciente.
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El espacio en blanco volvió y pude contemplar la escena en tercera persona. Me vi en el suelo, como antes.. aunque a diferencia, había bastante sangre bajo mi cuerpo. Había.. pasado la prueba?

Un charco de sangre me hizo arder en rabia, era sangre, lo sabía, Loser había hecho algo para hacer sangrar a Alyss. Iba a matarlo, que me atacase a mi era normal, pero... Estaba poniendo en riesgo la vida de Alyss, no podía permitirlo, tenía que hacer algo para salvarla.
- Vamos, Fenrir...Fenrir...-Fruncí el ceño y miré la espada, ya no sentía al lobo dentro, esto no era bueno... Lo tenía crudo.
apreté los labios y me dirigí a Alyss, sintiendo como si algo me recorriese la espalda hasta llegar a ser un picor en la nuca, me arrepentía de haberla traído inconscientemente aquí, tenía que hacer algo para salvarla, había que acabar esto cuanto antes...
- Loser... El duelo era contra mi...- Murmuré levantándome.- Loser...
Me lancé hacia él con rabia en los ojos, quería cortarlo, que se muriese... Lo odiaba. Blandí la espada con todas mis fuerzas hacia él, tenía que vencer lo antes posible para volver a la realidad, tenía que salvar a Alyss. Las espadas entrechocaron formando una nube de chispas, Loser podía manejar la suya con una sola mano, ni siquiera tuvo que mirarme, tenía la mirada fija en Alyss. Parecía mirarla con algo de asco.
- ¿Qué pasa, Loser?... ¿Ha pasado todas tus pruebas y tienes que tragarte todas tus palabras?...- Pregunté buscando su mirada.
Sus negruzcos ojos se fijaron en mi, cambiando a una tonalidad verde amarillento, la que tomábamos cuando nos transformábamos. Y luego mostró sus dientes, estaban bañados de sangre... Sabía que la había mordido mentalmente, esto no era justo... Era mi mente, era mi terreno.
- Lo siento, Dave, pero las espadas aquí te servirán de poco...- Murmuró con un sombría mirada. Su espada cortó la mía como si de mantequilla se tratase, produciendo un corte en mi pecho... Salté hacia atrás con la respiración pesada, la sangre salía de mi cuerpo sin cesar...
- Esto no mola nada...- Murmuré mirando lo que me quedaba de espada... No tenía más remedio que pelear con mis propios puños, era imposible... ¿Tan mal espadachín era?, nunca me había pasado todo esto, había bajado completamente la guardia, hasta tal punto de dejar cortar mi espada... ¿Por qué?... ¿Cómo era posible?...
- Dave... ¿No lo entiendes? Las espadas no te servirán de nada aquí... Ni las varitas, y tampoco me harán efecto tus puños...- Confesó Loser con completa tranquilidad, parecía como si quisiera ayudarme, pero luego volvió a mirar a la chica.- Ella estorba... No debió pasar la prueba... Debería haber muerto.
Loser desapareció de mi vista ¿Se había vuelto invisible? Miré hacia Alyss, aún tumbada en el suelo, el hombre trajeado la apuntaba con su negruzco filo. No no no no... Esto no podía estar pasando... Corrí hacia ella, no podía dejar que la cortasen, ese mordisco podría hacer que se desangrara... Podría incluso morir en unos segundos.
Sentí algo frío en el hombro, agradé los ojos sintiendo un dolor que superaba todos los recibidos, la espada se había hundido en mi carne... Era como si un iceberg se hubiera materializado en un lugar poco común, en mi hombro, para ser exactos. Loser me miró sorprendido, pero como si esperase que ocurriese eso.
- Ahora...- Dije intentando levantarme, tras sacar el acero negro de mi cuerpo.-... Ahora lo he entendido... Tú... Tú eres yo, por eso no puedo vencerte... No puedo vencerme a mi mismo, no puedo ser mejor que yo... Eres parte de mi... -Susurré posando mis manos en sus hombros, comenzó a desvanecerse en polvo lentamente, podía ver el miedo en sus ojos.- No temas...
Abrí los ojos... El sello había desaparecido, estaba tumbado en el suelo, sin ningún rasguño, la espada seguía igual, intacta, y Alyss no tenía sangre... ¿Lo había conseguido?

Vi todo lo que pasó... hasta que Dave venció y sentí un hueco que me absorbió al instante, cayendo en mi cuerpo de nuevo.
Desperté al poco y mi mano se fue automáticamente a mi cuello. A pesar de no haber nada en él, el dolor seguía latente como si la herida siguiera ahí.
El dolor está en la mente, lo sabía muy bien, y en mi mente seguía sangrando, tenía que olvidar la sensación hasta que desapareciera.
- Dave... - apoyé la mano en su hombro, mirándolo con preocupación- estás bien?
No sabía cuanto tiempo había pasado fuera de nuestro encuentro con Loser, pero parecía que tras las ventanas asomaba la noche y no había nadie en la Sala común. Sólo el crepitar del fuego se oía entre los ruidos del bosque.
- Será mejor que... - rebusqué en mis bolsillos, sacando unos caramelos. El conocido paquete de estrellitas de colores me devolvió a la realidad. - Ten, no hemos comido nada en todo el día, no es mucho, pero nos hará falta algo de glucosa - dije mientras observaba lo pálido que estaba mientras le daba algunos caramelos.

Sentí la mano de Alyss en mi hombro, y comencé a volver a la realidad mientras me incorporaba, la miré incrédulo, sabía que no estaba herida, pero al mismo tiempo temía perderla en aquel instante, miré el caramelo que me había cedido, me tembló el labio, sabía que estaba de nuevo en la realidad. Miré a Alyss, la verdad, para mi era algo más que una amiga.
No reprimí las ganas de abrazarla. Sentí el olor de sus cabellos, me recordaba a las colonias infantiles, con olores a dulces. Sonreí sin abrir los ojos, aquel mismo día habría podido desaparecer por mi culpa... No quería que sufriera más por mi.
- Estoy bien, no te preocupes...- Susurré antes de soltarla.- ¿Cómo...? ¿Por qué estabas sangrando?
Saqué con cuidado el caramelo de su envoltorio y lo llevé a mi boca, el sabor dulce me hizo sonreír, no solía comer dulces a menudo, pero me gustaba hacerlo, me provocaban felicidad inmediata. Miré la hora en mi reloj, era bastante tarde, tendríamos que volver a los dormitorios pronto.

Agrande los ojos cuando me abrazó, terminando por desplazarme un poco hacia atrás al no haber visto venir su reacción. Reprimí el impulso de alejarlo, aunque seguí sintiéndome algo extraña, no estaba acostumbrada a esas cosas.
Pero verlo bien después de lo que había pasado en su mente..después de las pruebas, resultó algo que me calmó y me alegró de que se encontrara bien. Habíamos ganado.
Sonreí, alzando con lentitud mis manos hasta rodearlo para devolverle el abrazo. No me sentía tan rara al hacerlo, me sentía bien. No había reparado en lo que acabábamos de pasar.. y ahora habíamos vuelto a la realidad desde un lugar mucho más peligroso que el material.
La mente era muy compleja y fácil de dañar.
- Me alegro - dije, soltándolo también. Pensé en lo que pasó con Loser en aquel bosque.. sabía que me atemorizaba, quería probarme de verdad.
Tragué saliva, sentándome en la alfombra al tiempo que apartaba uno de mis cabellos tras el oído y dirigía mi mano inconsciente hacia la herida imaginaria.
- Creí que estabas dentro de Loser.. que lo viste - comenté, frunciendo el ceño confundida- bueno.. lo cierto es que Loser quiso probar mi lealtad. Escogió mi mayor miedo y lo explotó mientras me amenazaba bajo el aspecto de licántropo. No quise hacerle daño...y al final terminó mordiéndome. -Recogí los libros, dirigiendo algunas veces mis ojos hacia él. - Eh.. pero no pasa nada, he pasado la prueba, no? - sonreí ampliamente- y tú ya podrás manejar a tu espada como querías. Es genial - di un golpecito con mi puño en su hombro y reí un poco.

Fruncí el ceño levemente al escuchar lo ocurrido... ¿La mordí? Quiero decir, él la mordió... Pero... Yo tan solo había visto a Loser mirándola fijamente, mientras ella estaba en el suelo tumbada, murmurando algo, hasta que empezó a sangrar. No supe que hacer o decir, hasta que la vi reír, me tranquilizó, no sabía como era posible que un simple gesto como ese en aquella chica, fuera capaz de tranquilizarme de tal manera, sería una gran amiga... Buno, no literalmente, por que no medía mucho, presiamente, pero me refería a que sería una buena amiga.
- Alyss... Antes dijiste que esos simples gestos de niños significaban mucho para ti... - Dije frotando mi hombro.- ¿Quiere decir eso que me pegarás a diario? Es decir... Se supone que somos amigos, y si tratas así a tus amigos...
Reí divertido, siempre me encantó hacer eso, soltar tonterías en situaciones que no las requerían, se podría decir que era un payaso. El sabor dulce del caramelo había hecho su efecto, había conseguido animarme un poco, pero estaba cansado ya era bastante tarde.
- Creo que deberíamos irnos ya a dormir... -Comenté mirando por la ventana. Me acerqué a Alyss y di un pequeño beso en su frente.- Buenas noches, Cerilla...-Susurré antes de levantarme.
Tomé la espada y la mochila con libros, y me dirigí a las escaleras, había sido un día duro, pero loa recompensa había valido la pena... Ahora podía usarla espada con total libertad.

- Si no eres capaz de soportar los golpes, más vale que te abras - dije sonriendo mientras miraba cómo se frotaba el hombro donde le golpeé.
No tardó en incorporarse. Si que era tarde, yo también comenzaba a notar los efectos del sueño. Lo miré sorprendida, no me esperaba que me besara la frente. Pero sonreí, también mi padre solía hacer eso antes de dormirme.
- Buenas noches Dave - me aparté para dejar que recogiera sus cosas y lo acompañé por la escalera hasta que se dividió.- Hasta mañana, dale saludos a Loser de mi parte - despedí sonriendo, dirigiéndome hacia mi habitación.