La sección prohibida... Pero está prohibida... ¿Y...?{Alyss}

Me desperté temprano, era martes, y tenía cosas que hacer, miré el calendario... Tres días para mi cumpleaños, seguramente mi abuelo me mandaría alguna de sus locuras... El año pasado me mandó cinco mil galeones, alegando que él no sabía que comprarme que me comprase algo bonito yo solo, ¿A quién se le ocurre? Por supuesto, mi madre lo metió todo en mi cámara de Gringotts. Me estiré y saludé a Rayth, estaba despierto y rebuscando algo en mi baúl. Me fijé en él, hacía cosas muy raras. Consiguió sacar la espada, me sorprendió bastante, pero... Lo que más me sorprendió fue que sacó. un cubo dorado, pequeño, con grabados extraños. Entrecerré los ojos. Oh, era el sello wishe, lo había conseguido en el viaje con Helena... Menuda odisea, casi pierdo un brazo en esa aventura. Mmm... Quizás debería investigarlo, y también la espada, Alyss me dijo que me ayudaría, pero... Bueno, por qué no...
- ¿Puedes ir a buscar a Alyss?- Pregunté a Rayth, el cual salió de mi habitación, no sin ser transformado en gato antes. Sabía que me dirigiría a la biblioteca, pues llevaba conmigo la espada y el objeto cuadrado.

La biblioteca estaba completamente vacía, no había ni biliotecaría, perfecto, así me podría colar en la sección prohibida. Me dirigí rápido hacia allí, y dejé la espada en una mesa junto al cubo dorado. Empecé a buscar libros sobre armas mágicas y objetos hechizados. Conseguí unos pocos, siete, para ser exactos. Me puse a investigar, primero con la espada, quería conseguir algo de informaciónsobre armas mágicas.

Me encontraba siendo guiada por un pequeño gato que había entrado en mi habitación mientras leía. Argot había maullado entre las sábanas en las que solía meterse y miró hacia el segundo animal. No tardé mucho en seguir al felino, nunca me faltaban las ganas de curiosear.
Y bueno, aqui estaba, caminando por los pasillos en dirección a... la biblioteca?
Alcé una ceja.
- Lectura nocturna? - pregunté al gato atigrado que seguía su camino como si lo conociera bien. Bueno, nada anormal que no hiciera otros días, quitando el gato, claro. Aunque seguramente ese gato era de alguien..
Abrí la puerta, encontrándome con la conocida imagen de indefinidas filas de estanterías, apenas iluminadas con la luz ambiente. Seguí en silencio el resto del camino, sin perder de vista rincón alguno de mi campo visual. Fuera quien fuera.. no estaba en lugar adecuado. Fruncí levemente el ceño cuando el letrero de "Sección Prohibida" estuvo a unos cuantos centímetros por encima de mi cabeza.
Con lentitud, mi mano fue hacia mi pierna, sacando mi varita al tiempo que empujaba la reja. El gato continuó su camino y viró hacia la derecha con agilidad. Avancé unos pasos y me detuve en el borde de la estantería, asomando mis ojos hasta que distinguí una figura recibiendo al felino. Alcé la varita... y la bajé.
- Dave!... - expiré, soltando el aire contenido mientras salía a su encuentro. - es que nunca te cansas de romper reglas? Eres una mala influencia - dije sonriendo, sabiendo que tampoco necesitaba nada para comportarme como él.

Acaba de encontrar algo muy interesante.. Algo que no sabía... Qué debería saber, pero que no tenía ni idea.
Para todo espadachín: Es aconsejable por no decir completamente obligatorio, saber el nombre de la espada, sin saber si quiera su nombre, las acciones realizadas por esta podrían dejar de hacerse en cualquier momento,y seguramente, no volverá a obedecer, nunca más.
Para saber el nombre de una espada no vale con preguntarlo, ni obligarla a decirlo. Para saberlo, debes internarte en ella, debes...

Al momento, un gato atigrado saltó sobre el libro, y una voz acompañada de un aroma especial me sobresaltó.

- Oh... Eres tú. Bueno, dudo que alguien más se atreviera a venir hasta aquí siguiendo a un gato- Dije frotándome los ojos.- Estaba investigando lo que ya hablamos, y...-
Tomé el objeto de seis caras completamente iguales, salvo por los grabados, que eran líneas que se entrelazaban y cruzaban por la superficie dorada.- También tengo que averiguar para qué vale esto...

Volví al libro a reanudar la lectura, Rayth me miraba curioso, como si fuera a hacer algo magistral.

... Debes aceptarla como parte de ti.

¿Qué quería decir eso? Tenía que fusionarme con ella ¿O qué?... Esto no me dejaba nada claro, solo que tenía que hacer algún ritual con la espada.

- ¿Tienes a mano los libros que me dijiste?.- Pregunté mientras cogía otro de armas mágicas. Por desgracia este trataba de otro, Jörmungandr. Lo leería otro día si eso.

Alcé una ceja ante su comentario sobre mí.
- Me lo tomaré como un cumplido - dije mientras me inclinaba hacia un lado para ver el libro que sostenía. -Ah.. si, lo recuerdo, veo que no pierdes el tiempo. Bueno, es lógico..mirando que cuando empiecen las clases poco tiempo va a haber para hacer..- Alyss, vuelve a la tierra, no te vayas por las ramas, eso no interesa ahora idiota.
Aclaré mi garganta.
- Si me hubieras dicho lo que pretendías, los habría traído conmigo, pero no veo la forma de adivinar que un gato me lleve a la Sección Prohibida para esto - hice una mueca mientras me agachaba a pasear la vista por los tomos del último estante. Tosí por el polvo que se levantó tras mis dedos.
- Um.. creo que aquí tengo uno - anuncié antes de soplar y hacer diversos movimientos con la mano para alejar la suciedad en el aire. - El Libro de los Orígenes parte 1, es la misma edición que tengo, podemos echarle un vistazo. Trae el que tienes también, parece interesante y... -afilé los ojos, cerrándole ligeramente el libro para ver la portada- no recuerdo haberlo leído.

Reí silenciosamente, no era un cumplido, simplemente un comentario, Alyss era un chica rara, muy poco común por no decir única, a pesar de ir al mismo curso que yo, su altura no era precisamente normal entre las chicas, además, al contrario que las demás chicas, o eso tenía entendido según mis lecturas y suposiciones, parecía detestar que la protegiesen y le hicieran favores... Como sacarla del bosque a cuestas.
Cerré el libro y por si acaso, cogí también uno de objetos mágicos. Até la espada al cinturón lo suficiente atrás como para que la túnica no dejara verla. y metí el sello Wishe en mi bolsillo.
Lo mejor sería volver a la torre Ravenclaw, pero no estaba muy seguro de donde ir, por lo que me limitaría a seguir a Alyss.

- ¿Has hecho ya alguna amistad?- Pregunté tranquilamente, a la par que hacía una señal a Rayth para que nos siguiera, era capaz de dormirse en cualquier sitio.- La última vez que nos vimos, en la enfermería, parecías conocer a Teo, y en el campo de Quidditch, también me pareció que había cierta naturalidad entre Alex y tú, como si os conocieseis bastante.

Miré con curiosidad el sello y lo que mi amigo guardaba con rapidez en sus ropas y esperé antes de renaudar los pasos. Volver por los pasillos podría ser un poco arriesgado siendo que tendría que quitar puntos a mi propia casa y yo estaba implicada en la infracción, si nos encontrábamos con otro prefecto o un profesor ..(quitando a Teo, que tambien era un corrupto).
Un momento, recordaba un atajo por los ventanales, lo iba a usar cuando huía de..
Hice una mueca, encontrando mis pensamientos junto con la pregunta de Dave.
..Alexander.
- Pues.. si te digo la verdad, soy muy dificil para considerar a alguien como un amigo o amiga, por el momento tú eres el único, no conozco mucho a Teo aún. - sonreí un poco, dirigiéndole un vistazo a pesar de la poca luz que se filtraba de entre los pasillos de libros. Mi rostro adoptó un gesto de desagrado.
- Alexander... desearía no haberlo conocido, realmente me saca de quicio. No lo aguanto..
Abrí la puerta de rejilla con algo de violencia (si, recordar a ese memo me ponía histérica) y tras haber pasado mi amigo, cerré, encaminándome a la salida. Dudé en contarle algo más, pero esperaría a que él me preguntara, aun no sentía esa libertad de contarle todo.
- Iremos por un atajo a la Sala común, hay un tejado en la tercera ventana del pasillo de afuera, se puede seguir un camino a partir de ahi hasta una de las ventanas de nuestra torre... solo hará falta abrir el cristal con un hechizo cuando lleguemos hasta allí.

Mientras caminábamos saqué la varita e intenté cambiar la tapa del libro, pero nada... Era como si estuviera hechizada... Esto no era nada bueno... Aun que... Cogí un libro que tenía en la mochila y lo abrí.
- Diffindo.- Pronuncié mientras me hablaba de lo difícil que era para ella considerar amigo a alguien.- No sé si debo alegrarme de serlo.- Dije riendo.- Teo es buena persona, seguro que harás amistad con él.
Hice lo mismo con otros libros y les cambié las tapas utilizando el hechizo Reparo, para pegarlas. Los metí en la mochila y miré el camino que había que hacer... No es que fuese peligroso, peor sería más sencillo con una escoba, o si... No, no había que abusar de ese poder, mejor dejarlo para situaciones de emergencia.
- ¿Te ha pasado algo con Alex...? Sabes... Sabes que puedes contarme lo que sea... Puedes confiar en mi...- Dije mientras salía por la puerta, al parecer había que seguir un recorrido por el tejado para ir a la sala común... Sería más fácil hacerlo con un hechizo levitador... Pero si ella sabía como llegar la seguiría.- ¿No crees que será peligroso?
No quería tener que preguntar eso, pero lo hice finalmente.

Di unos últimos pasos hasta llegar a la ventana y apoyé una mano en el marco para impulsarme a subir el otro pie y terminar de abrir el ventanal de cristal coloreado.
Sonreí a Dave por sus ánimos de contarle algo más.
- Pues... yo tampoco sé si es recomendable que vayas conmigo - dije con una mueca, dudando de si terminaría matándolo en alguna explosión o que se cayera de la ventana por mi culpa. Teo.. por el contrario parecía tan unido al peligro que no me daba apuro que pudiera ser mi amigo.
Terminé de abrir la ventana y comprobé el peldaño de piedra que nos conduciría por otra parte.
- Lumos.. - susurré, iluminando mi varita al tiempo que le indicaba a mi amigo que me siguiera- Alexander... es un tipo peligroso, sin duda. Me saca de mis casillas - me quejé, recordando cómo me había puesto en la biblioteca. - tengo la sensación de que me está acosando todo el tiempo...
Giré el rostro hacia él.
- No es tan peligroso como parece - sonreí, tendiéndole la mano para que subiera de una vez.

Subí de un salto al ventanal y choqué su mano con una sonrisa traviesa, sabía que me la había ofrecido para subir, pero tenía ganas de divertirme, no necesitaba varita para habituarme a la oscuridad, vislumbré el camino que había que seguir desde allí... Menudo peñazo, había que dar un rodeo para llegar a la torre pudiendo subir de un par de saltos. Subí sin problemas por las tejas hasta ponerme sobre la parte de arriba del ventanal.
- ¿Te importa que te lleve, Alyss?- Pregunté ofreciéndole mi mano, pudiendo subir en un par de saltos, siendo casi tan peligroso como el otro trayecto, no íbamos a ir por el camino largo.
Pensé en lo que me dijo de Alex... Tendría que hacer algo para jugarle una mala pasada... Y para ello involucraría a Voldemort. Yo solo protegía a mis amigos, y Alyss me dijo que se sentía acosada por él. Tendría que poner todo mi potencial en conseguir que Jack me metiese en las filas de los mortifagos...Y entonces... ZAS... Alex sería el blanco mi espada...
¡No!... Déjamelo a mi
Reí mentalmente al recibir aquella petición de Loser, realmente quería matarlo desde el encuentro en el campo de Quidditch.

Entorné los ojos, curvando los labios cuando rechazó mi ayuda y chocó los cinco, pero luego sonreí. No estaba acostumbrada a tener ese trato tan amistoso y la verdad.. me estaba gustando mucho. - Sabes? Siempre había deseado hacer estas cosas insignificantes... me refiero a chocar los cinco, ver tras el cristal de un coche a los niños jugar y hacer este tipo de cosas.. cosas que creí que nunca conseguiría.. - sonreí un poco, mirando mi mano. - Supongo que para mí no eran cosas insignificantes, pero una cosa es eso y otra que me lleves..- agrandé los ojos, saliendo un poco más para ver cómo saltaba ágilmente por las superficies. Parpadeé. - Y... y dices que es peligroso, pretendiendo que yo me lo crea? - tragué saliva y reí nerviosa. Bueno, estaba claro que ser licántropo te daba esa libertad, pero sus palabras quedaron en ironía cuando lo vi moverse con facilidad.

Reí divertido, al parecer no tuvo una infancia normal, yo la pasé un poco solo, pero estuve haciendo esos "gestos insignificantes" hasta que hice algo parecido a amigos en Hogwarts. Mi sonrisa mostró mis blancos dientes a la luz de la luna, que iluminaba tan solo la mitad de mi cara. No íbamos a perder tiempo con charlas teniendo en cuenta que habíamos tomado este atajo para llegar antes.
- Es esa la torre Ravenclaw, verdad?- Pregunté señalando con el pulgar.- Vamos, no dejaré que te caigas, llegaremos mucho antes de lo que crees.
Tomé su mano y la miré de cerca sonriendo con malicia, sinceramente, correr por los tejados era algo que me gustaba. La subí hasta mi posición y desenvainé la espada.
- No creerás que no he estado probando toda clase de órdenes en estos tres años, no? Sujétate, será un vuelo corto y a gran velocidad.
Apunté hacia una de las grandes ventanas de la sala común y sonreí, en el bosque llegué a conseguir un gran manejo de esta orden, ojala que funcionase.
- Aúlla
Una corriente de aire nos llevó ipsofacto hacia donde apunté. Durante la travesía solo se pudo oír un profundo aullido. Hundí el filo en la piedra para un sujeción mejor, aun que el alfeizar era los suficiente grande como para sentarnos.
- Alohomora- Susurré hacia el pestillo del ventanal.

- T-tanta prisa tienes? - pregunté inquieta después de que él diera por hecho que me llevaría a cuestas. - Oye!.. qué se supone que planeas Dave?- fruncí un poco el ceño, apretando su mano para no caerme.- WAAAH!- grité cuando me sentí en el aire, cuando me subió hasta su posición, agarrándome a él por el vértigo y tragando saliva al ver la altura a la que estábamos. No me gustaba nada, parecía que mis uñas se clavaban en mi amigo con tal de no caerme. Iba a matarlo, iba a pegarle sino no tuviera que sujetarme para no caer. - Q-que?! un vuelo? Ni se te ocu..!- no tuve tiempo de terminar la frase, pronto, fuimos arrastrados junto con la espada hacia la dirección que Dave apuntó. Volví a coger aire cuando ya estábamos sobre la torre de nuestra casa.
- Recuérdame que nunca..-hice un gesto con mi mano, como si cortara horizontalmente mientras él abría la ventana- nunca, vuelva a estar consciente si vuelves a hacer esto.
Conseguí recuperarme, sonriendo un poco cuando ya estuvimos dentro de la Sala común. Bien, suelo que pisar... cúanto te había echado de menos!...
- Parece que nadie está despierto, qué suerte.. podremos estar más tranquilos - comenté al tiempo que me dirigía hacia los sillones con libros en mi mano hasta sentarme y comenzar a ojear las páginas.

Reí silenciosamente tras escuchar las palabras de Alyss, de verdad, que me gustaba esa chica cuando se ponía a la defensiva. Dejé los libros de la mochila sobre el suelo, lo suficiente cerca de la chimenea como para poder leer, no hacía precisamente frío, pero la chimenea de la sala común siempre estaba encendida. Me senté frente al fuego y miré a Alyss, empezaríamos por la espada, quería aprender de una vez a usarla como era debido.
Suspiré y dejé la espada junto a mi, tomé uno de los tantos libros que había traído y lo abrí al azar. Pasé las hojas, este libro trataba sobre todo de bastones, varitas y armas similares, no había nada de espadas... Este no me serviría de mucho. Cogí otro y busqué en el índice...Arcos... Dagas... ¡Espadas! Fui directo a la página que marcaba. Fruncí el ceño, esto no era normal...
- Alyss ven un momento... - Dije sin alzar la vista.- Mira esto.- Dije poniendo el dedo donde empezaba la frase y moviéndolo a la par que leía.- ...La espada más famosa de Reino Unido, es la espada de Godric Gryffindor, uno de los cuatro fundadores de Hogwarts, pero a parte de esta, se conocen dos espadas más, que fueron forjadas en dicha región, "La Serpiente" y "El Lobo", según cuenta una leyenda, la hermana mayor, la serpiente, fue forjada por magos cuyo dominio del pársel era magnífico, magos anteriores a Salazar Slytherin, otro de los fundadores de Hogwarts, su hermana pequeña, el lobo, fue forjada durante la batalla contra los trols de las montañas, con la cual, la victoria se aseguro, según parece, esta última está bajo el dominio de los descendientes de aquel que la empuñó. No se sabe del paradero de la hermana mayor.
Fruncí el ceño y miré a Alyss... Eso quería decir que mi espada tenía una gemela, una hermana serpiente, dado que esta debía ser el lobo. Desenvainé mi arma y lo puse en horizontal frente a mi, la luz del fuego hizo que brillase. Se me ocurrió que quizás debía... No, ya lo había intentado varias veces, y no daba resultado. Volví a dejar el arma desenvainada en el suelo y volví la vista al libro. Pero no aparecía nada útil, ya sabía que las armas mágicas obedecían a las órdenes de sus amos.

Levanté el rostro al oir la voz de mi amigo.
- Has encontrado algo?.. - me acerqué, sentándome a su lado para leer la página que me señalaba. Desde luego, no había tenido conocimiento sobre estas espadas.- No deben de ser unas armas cuya historia deba ser sabida por todos, no había leido esto antes... y eso explica el por qué de que se encuentre en la sección prohibida. - miré hacia Dave. La página no ponía suficiente información, parecía más una leyenda que una realidad. - No me creo que el nombre de las espadas sean estos... no dice nada más? - pregunté, posando medio libro en mi pierna para pasar las páginas.
- De la serpiente no dice ni la mitad... parece que no está sujeta a la herencia genética de sus portadores, como es en el caso de la tuya - comenté, dirigiendo una breve mirada hacia su espada. - Quizá guarde parecido a la espada de Gryffindor y sólo aparezca cuando se de una ocasión especial. - Paré las páginas, repasando las palabras.- Aqui, dice que el nombre de las espadas sólo viene del conocimiento del portador...- seguí leyendo y luego expliqué.- en tu caso, la espada varía de poderes depende del heredero. Puede convertirse en una espada tanto oscura como blanca, según la magia que uses, afectará al alma de tu arma. El carácter de la espada suele demandar bastante poder y responderá cuando el que la empuñe conozca de verdad su poder y a sí mismo.- hice una pausa, pensando en lo que había resumido- bueno, tienes largo recorrido antes de conocer a la espada, pero supongo que con los años que quedan en Hogwarts lo conseguirás antes de tiempo - sonreí levemente.

Escuché sus palabras mirando al fuego con el ceño fruncido, yo creía que la magia de una espada era propia, pero al parecer, podía cambiar... Eso significaba que debía tener un mínimo de dos materializaciones... Pero si no había conseguido aun una, sería casi imposible conseguir la otra. Entonces caí, el sello tenía algo que ver con esto, estaba segurísimo. Lo saqué de mi bolsillo y lo puse frente a mi, en el suelo.
- Estoy seguro de que eres tú el que me mostrará como dominar el verdadero poder de la espada... -Murmuré para mi mismo mirando de cerca las formas de cubo dorado.
Hasta el momento no se me había ocurrido, hasta claro... Que me dí cuenta de que esas líneas "dibujadas" en la forma dorada de seis caras, estaba en realidad grabadas... Vamos Dave, no era tan difícil, es un sello de una familia, que se utiliza para ser realmente aceptado por los antepasados de esta... ¿Tan difícil era?
Tomé mi espada y abrí la mano sobre el cubo. La sangré brotó ligeramente de la herida en la palma de mi mano, hasta que tres gotas cayeron sobre la forma cuadrada. el líquido se dirigió como si tuviera vida propia hacia los surcos, hasta rellenar por completo el grabado. Emitió un brillo cegador. No sabía que hacer... Nunca se me había pasado por la cabeza que hacer dependiendo de la reacción del sello. Empuñé mi espada y me puse en pie apuntando al cubo. En un acto de puro instinto, lo apuñalé con el acero azul, lo que intensificó el brillo.
Al abrir los ojos, me encontraba en una habitación oscura, con humedades, y solo la luz de la luna llena podía llegar desde una grieta en el techo, me asusté al ver que no estaba transformado, ni estaba en ello, pero mayor fue el susto cuando hallé a Alyss a mi lado...
- Creo... Que no sé donde estamos- Le susurré. Aun portaba la espada en la mano.

- Estás dentro de ti... Por fin juntos... Eh?

Era imposible no reconocer esa voz, tan cruel, tan simpática, y tan muerta al mismo tiempo.
- ¿Loser?

Una risa floja confirmó mis sospechas, y al momento, un hombre tan delgado que se le marcaban las costillas apareció de entre las sombras, su pelo sucio y negrizo caía sobre sus hombros y su cara parecía más una calavera que un rostro, sin embargo, vestía un reluciente traje negro. Ya lo había visto más de una vez en mi mente, pero tenerlo cara a cara era tan... Extraño.

Parpadeé confusa cuando terminamos dentro de una sala oscura. Al menos estábamos los dos, pero... donde habiamos ido a parar con ese ritual?
- A mi no me preguntes... - dije cuando me habló. El aire ahí adentro estaba estancado, pero hacía bastante frío. La humedad de las paredes se hacía notar y los pasos que oimos a continuacion retumbaron en la habitación.
Apareció un hombre de extrañas facciones. Esforcé la vista por la poca luminosidad... hasta que terminé mirando con precaución al saber de quien se trataba. O al menos deduje según las palabras que retumbaron.
Esperé a que el silencio volviera a dominar el ambiente. Vi que mi amigo no apartaba la vista de ese ser. Tendria que confirmar mis sospechas.
- Tú eres... el lobo, verdad? - pregunté al hombre, dando un paso hacia delante en su dirección. Me quedé quieta, mirándolo a los ojos sin hacer ningun movimiento más. Sabía que era prudente no dar ningun paso en falso ni señal de amenaza contra él..
Aunque, estar ahi adentro...significaba que estaba en el alma de Dave? Significaba que el objeto que abrió era un capturador de almas? - Cómo es posible que yo esté aqui?... no formo parte de esto..

Loser... Aquel con quién había compartido tantas emociones... Estaba frente a mi, no sabía que hacer... Apreté el mango de la espada cuando se acercó, pero sus negrizcos ojos no estaban fijos en mi, no, miraba hacia Alyss. Se aproximó hacia ella y tomó una de sus manos, y la besó en el dorso con una pequeña reverencia, presentándose como lo solía llamar yo, Loser. Fruncí el ceño, era demasiado liberal... . El hombre apreciaba un contraste extremo en su cuerpo, a pesar de tener una constitución física tan penosa, vestía con un traje, sus uñas estaban recortadas, y sus dientes brillaban con un tono blanquecino.
- Querida... Estáis en mi mundo... Esto es todo lo que hay en la mente de Dave, que está bajo mi control... Aquí es donde duermo, donde vivo. Y tú, querida, estás aquí por que formas parte de la vida de Dave. Se podría decir que, para él eres algo más una amiga cualquiera... Tengo entendido que confía bastante en ti...- Explicó tras alejarse unos pasos.

Fruncí de ceño, otra vez. Apreté la espada con la fuerza, que se me marcaban los tendones, Loser era un ser semi-humano... Cuerpo de hombre... Mentalidad animal. No se podía confiar plenamente en él, pero lo que había dicho era cierto, confiaba en Alyss, y la veía como algo más que una simple amiga como las demás... Era algo así como... Mi confidente como mi pequeña y pelirroja cajita de secretos.

- Bien... ¿Y por qué estamos aquí?... Quiero decir... Si se supone que el Sello Wishe sirve para entrar en el alma de la espada... ¿Por qué estamos en la mía?

Otra risa malévola emergió de su garganta, produciendo un eco en la habitación. Levanto una mano a la altura de su pecho y se señaló con el pulgar.
- Por mi...- Acompañó las palabras de la misma risa.- Al parecer... Tu espada no confía en mi, y yo soy parte de ti, por lo que para poder entrar en el alma de tu espada... Debes hacer algo así como... Purificarme o alguna tontería de esas...

Quedé pensativa ante la contestación de Loser. El hombre sin duda tenia un oscuro lado salvaje que se dejaba ver en su actitud, pero mezclado con una alta clase que parecía una combinación un tanto extraña.
No sentí el impulso de retirar la mano cuando me la besó, y aquello me extrañó aun más... no lo interpretaba como un desconocido. Bajé la mano con lentitud cuando me la soltó y miré hacia Dave, tenso con su espada.
- Yo también confío en él - posé mi mano sobre su hombro para que se tranquilizara y volví la vista hacia el hombre de traje.- Si es una mente... aquí todo es posible, no es cierto? Sólo hay que encontrar la forma, lograremos que la espada acepte a ambos...si es lo que tú pretendes también.
Loser mostró toda su dentadura afilada, avanzando unos pasos hacia nosotros.
- Pretendes que os lo ponga tan fácil despues de verme encerrado aquí la mayor parte del tiempo?.. SABES LO QUE ES QUE ESE MALDITO HUMANO SE RÍA DE MÍ TODO EL TIEMPO?!- gritó al inclinarse cuan alto era, amenazante sobre nosotros. Pero luego ladeó la cabeza, girándose mientras reía enfermizo.- Pero qué iba a hacer yo?... ahora que estáis en mi territorio, sois vosotros los que os someteréis - dijo señalándonos con sus huesudos dedos- Os tomaré 3 pruebas, si las superáis, me lo pensaré.

- ¡LA PRIMERA PRUEBA!- Gritó con voz chillona.
Todo se volvió oscuro al momento... ¿Me había cegado? ... No, aun veía el brillo de los ojos de Loser en la oscuridad. Estaría en una estancia algo más baja.
Una luz se encendió tras de mi, la siguió la de su derecha, hasta que un círculo de antorchas me rodeó, iluminando por completo la habitación sin techo, el suelo estaba cubierto de arena fina, y al frente había una reja con fondo oscuro como la noche.

- Bien, mi querido Dave.- Dijo Loser paseándose tras una barandilla oxidada en un saliente de aproximadamente 5 metros de altura.- La primera prueba será física... ¿Recuerdas lo que leíste a los trece años?... El Rägnarok. ¿Te acuerdas de como perdió Tyr la mano?...- Una maléfica sonrisa se dibujó en su rostros. Chasqueó los dedos, y al momento una neblina negra rodeó mi brazo derecho, hasta formar una cabeza de lobo negra como el azabache, sería un metal oscuro o mágico, pero ciertamente, no sentía nada desde donde sus colmillos habían penetrado. La sonrisa del hombre trajeado se amplío.- Y ahora mi querido amigo... Vence sin usar tu espada... Te recuerdo que fui yo quién te enseño a contactar con la espada que te obedeciera... Fue gracias a mi que pudieras utilizarla tan temprano... Y ahora desconfía de mi... Ahora estamos separados, ya no tienes mi mente en tu cabeza para ayudarte a...

- No te necesito para ello, Loser.- Dije en tono cortante. Pareció molestarle que lo llamase así. Sonreí divertido.- Te seguiré llamando así hasta que me confieses tu verdadero nombre... Loser

Volvió a chasquear los dedos y los negrizcos barrotes se levantaron. Una respiración fuerte anunció la llegada de un ser procedente del túnel, los amarillos ojos brillaron y un rugido precedió a la aparición de con cornamenta de ciervo, fauces de león, cuerpo robusto como el un buey, y afiladas garras como las de un águila.

- ¿Te gusta...?- Preguntó con su burlesca voz Loser- Lo he creado yo, he tenido mucho tiempo para diseñar los órganos... Y no... No podrás asfixiarlo, he visto todo lo que tú has visto y sentido a lo largo de tu vida, no puedes vencerlo con tus técnicas de lucha normales...

- €~#@¬...- Murmuré buscando la espada con la vista, no estaba en aquel recinto... Estaba perdido si pretendía luchar con esa bestia de dos metros de altura con mis propias manos como si nada.- Alyss... Creo que tenemos muy difícil...

Esa criatura... sin duda tendría que tener algun punto débil.
- Dave, seguimos teniendo magia, no todo es esa espada... - miré en su dirección apenas unos segundos, sin casi tener tiempo de esquivar el primer porrazo que dio contra el suelo la criatura. - La mente es tu mejor arma, Dave, esta es tu lucha, yo solo puedo ayudarte! - grité desde el otro lado de la sala. - No todo aquí está del lado de Loser, tu poder aquí llega tan lejos como de límites tengas tú mismo en tu cabeza.
Loser tensó la mandíbula.
- CÁLLATE HUMANA! - dijo, apuntándome con su mano. Al instante, del suelo nacieron barrotes de metal, encerrándome. - Venga, no estropees el ambiente.. lo estábamos pasando tan bien! - soltó una carcajada y mis manos y pies fueron atados. Apreté los ojos, sintiendo cómo se me cosía la boca con agujas invisibles.
El monstruo abanzó hasta Dave, con intención de echársele encima en cualquier momento.

Cerré los ojos... Alyss tenía razón, aquí era mi mente tan poderosa como la suya. Loser no tenía nada que hacer si se trataba de esto... Pero... Sentía a alguien en mi cabeza...Lo ser no era, pero se parecía mucho... Era... Algo como... Como un lobo.

Dave... ¿Puedes oír mi voz?

¿Quién eres?...

Dave... ¿Puedes oír mi voz?

Sí, puedo...

Sabes quién soy. Solo tienes que conocerte... Recuerda quién eres, eres un Wishe... Y yo, yo soy...


- ¡¡...Fenrir!!- Mi voz sonó más como un trueno que un sonido humano. Noté que mi cuerpo expiraba energía, como si un ventilador estuviera bajo mis pies... Me sentía tan relajado, como si nada impuro pudiera tocarme en aquel momento. Me atreví a abrir los ojos, junto a mi había un resplandeciente lobo plateado... Todo estaba inmóvil, la bestia que se acercaba a mi, se había parado en seco, no movía nada. Miré hacia mi izquierda, Alyss estaba encerrada entre barrotes y atada, no parecía respirar, estaba como congelada. Loser había quedado petrificado, o congelado, mientras reía, estaba igual que Alyss.- ¿Qué demonios...?...

- Están bien, siguen vivos... Dave, recuerda las palabras de la chica... Tu mayor arma es la mente...

Asentí un poco nervioso, se suponía que era eso la materialización de mi espada... ¿Ese era... Fenrir? Cerré de nuevo los ojos... La mente es mi mayor arma. Para cuando los volví a abrir, la bestia estaba agonizando contra la pared circular... Yo tan solo... Solo había pensado en... Dañarlo. Oh! Por supuesto... Es mi mente. Sonreí divertido y alcé una mano hacia los barrotes de Alyss, se levantaron al momento y los dirigí uno a uno contra el ser, con una sonrisa maliciosa en el rostro, este era mi lugar, no el de Loser. La criatura estaba muerta, las doce varas de metal había atravesado su cuerpo.
Volví la vista hacia Alyss y todas sus ataduras se soltaron al momento.
- ¿Estás bien?- Pregunté sin moverme.- ¿Tienes alguna herida?

- ¡TRAMPOSO! ¿¡POR QUÉ LO HAS LLAMADO!?- Preguntó saltando a la arena y dando zancadas hasta llegar a mi.- Él no debería estar aquí... No forma parte del juego...

- Yo formo parte de Dave... Y tú deberías hacer lo mismo- La voz del lobo sonaba grave y tranquila, como lo haría la de un dios del Olimpo. Era tranquilizate.

Loser mostró una meca de desagrado al ser vencido en palabras por Fenrir y se marchó por donde vino, al momento todo volvió a quedarse oscuro.

- Pasemos a la segunda prueba... -Dijo Loser con voz como de asco.

No se cuanto tiempo pasó despues de que me cosieran los labios, pero hubo un impás que no supe cómo pero... cuando pude volver a contemplar a mi amigo, resplandecía con luz propia. A su lado, un gran lobo miraba impasible hacia Loser. Pronto me liberaron y el monstruo ya se hallaba abatido. Avancé hacia Dave, sonriendo por ver que mi amigo había entendido lo que yo le había dicho.
La sala cambió, mostrando esta vez una caldera gigante, llena de pozos que desprendían calor. El suelo comenzaba a quemar, aunque no lo noté demasiado. Miré hacia Dave, esperando que aguantara no salir botando por quemarse los zapatos.
- Estás bien? - pregunté, atreviéndome a tocar su brazo a pesar de las chispas que desprendía su piel. No sabia a que vendria la segunda prueba, pero no tenia pinta de ser mejor que la anterior.

Abrí los ojos... Esperaba encontrarme con algo, es decir, la vez anterior sabía que había un mínimo de luz, por que veía el brillo de los ojos de Loser, pero esta vez era todo oscuro, completamente oscuro, pero sentía una presión incandescente en los pies... ¿Estábamos en un volcán. Al momento sentí algo en mi brazo, alguien me había agarrado. Esa voz solo podía ser de Alyss... Pero no podía verla. ¿Me veía ella?... Otra artimaña de Loser, me había cegado.
- ¿D-Donde estamos?- Pregunté a Alyss dando un paso hacia atrás, mal movimiento, sentí una punzada de dolor recorrer mi espalda, como si me hubieran encendido una cerilla en la médula espinal.
Una risa cruel procedió al dolor, Loser... Volvía a estar fuera del terreno, y al parecer me veía perfectamente.
- ¡Ahora ya no ves al enemigo, Dave! ¡Y no intentes jugar con tu mente esta vez... Deberás utilizar tu astucia...!

- Dave...- Era la voz de Fenrir. Estaba cerca.- Recuerda tus entrenamientos conmigo... Los no necesitas la vista para esquivar al enemigo.

Oh sí... Que gran consejo... Pero no sabía ni siquiera donde estaba el enemigo.

- ¿Alguien puede decirme que hay que hacer?- Pregunté desorientado, sintiendo el sofocante calor bajo mis pies.

- Dave, tranquilo, tranquilo... - murmuré, mirando a mi al rededor- yo seré tus ojos... sólo deja que..- comencé a pensar. Venga, Alyss.. piensa en algo, guiarlo con simples palabras de dirección no serían suficientes para cuando...
Una gran serpiente salió de entre las llamas que rodeaban la plataforma de piedra, siseando desde la lava, a punto de atacar...Apreté la vista, haciendo lo primero que se me ocurrió. Aferré la mano de mi amigo y pronto la electricidad que brotaba de su cuerpo me invadió a la vez que el fuego desencadenado por el mío lanzó una onda de calor abrasador.
Por favor.. que no lo haya quemado, que no lo haya quemado!.. Abrí los ojos, viendo que mi teoria de ese espacio mental había sido efectiva, no podía quemarlo si no quería hacerlo.
- Prueba ahora - dije, soltándolo cuando parpadeé y conecté mi vista a sus sentidos. No sería el mismo punto de vista, se podía ver a sí mismo frente a la gran serpiente.

La imagen comenzaba a enfocarse... Veía algo mal... No era completamente nítido, pero... ¿Me veía a mi?... Fenrir había desaparecido... En su lugar, volvía a estar la espada, y la cabeza de lobo había desparecido de mi brazo derecho... Sonreí... Bueno, me vi sonreír.
Durante un momento, creí ver un monstruo de fuego aparecer frente a mi, me costó apenas unos segundos habituarme a poder mover mi cuerpo desde aquella posición, me recordaba a los videojuegos muggles, sí, era de las pocas cosas que conocía de ellos.
Tomé mi espada con un grácil movimiento y bolqueé la gigantesca serpiente, sintiendo como mis pies se arrastraban por el suelo.
- ¡Aúlla...- Gruñí consiguiendo parar la presión de la bestia de fuego.Un aura azul se formó al rededor de la espada, como si el viento girase a su alrededor. Algunos pequeños rayos brotaban de él.- ...Fenrir!
El fuego cedió ante la presión causada con el recubierto de la espada, al sel lanzada de una estocada. Había sido más fácil de lo que pensaba, dirigí mi cuerpo hacía Alyss.
- Loser, ya puedes devolverme la vista, ya he vencido a otra de tus bestias...- Anuncié haciendo sonar eco.

Una risa prolongada y cruel se extendió por el lugar, vi aparecer tras de mi una hube de humo negro, y entonces... Loser volvió a dejarse ver, seguía vistiendo el reluciente traje negro, y parecía mirarnos como si estuviera apunto de abrir un regalo.

- Qué ingenuo eres... Dave...- Dijo arrastrando las sílabas.

Hice que mi cuerpo ciego se girara, frente a él ahora habían dos enormes serpientes de fuego... Era imposible acabar con eso... Si la había cortado completamente por la mitad...