Un nuevo intento (Alyss)

Habia seguido sus pasos hasta aquel lugar, la chica de los ojos de fuego había salido del castillo con direccion a los jardines, no tenia la menor idea de sus inteciones, pero llevaba el suficiente tiempo observandola desde la distancia para suponer que no era imposible que fuese alli solo a sentarse y hacer nada, o tal vez dibujar o pintar algo.
El ultimo intento de acercarme había fracaso estrepitosamente, por primera vez en mi vida había ido con la intencion de empezar una conversacion "normal", el problema, yo no entendia nada de normalidad, la chica de los ojos de fuego había terminado por arrebatarme mi calma como yo acostumbraba arrebatarsela a otros, la verdad es que Alyss me estaba volviendo loco, jamas alguien había penetrado con tanta profundidad en mis pensamiento, obligandome a dejar de lado mi instinto sadico, jamas había sentido que no queria hacerle daño a alguien, todo aquello era nuevo para mi, y no estraba dispuesto a retirarme sin averiguar de que trataba todo aquello.
No espere que la chica se detuviera, llegue a su lado y mantuve su paso.
- Hola - fue lo unico que dije, se supone que es el saludo normal que tiene la gente, preferi no agregar nada más por el momento, pues sabia que podria arruinarlo con muchisima facilidad.

Caminé sin prisas desde mi torre y llegué a los jardines con intención de colarme en los huertos que había encontrado en uno de mis paseos. Desde luego, habían plantas muy extrañas en él y muchas de ellas eran de paises exóticos. Reconocí un par, pero casi todas se me hacían desconocidas. No había problema, era mi rato libre, asi que me llevé un libro prestado de la biblioteca para identificarlas y hacer apuntes de ellas en el caso de que pudieran llegar a servirme (solo recogería un par, nada que alguien fuera a notar o echar de menos).
Aquel día lo tenía libre por adelantar trabajos de mi cargo, sentaba bien llevar mi propia ropa de siempre en lugar del uniforme, aunque tampoco variaba mucho.
Me descalcé y escondí los zapatos tras un arbusto sin detener mis pasos. Cerré los ojos curvando mis labios cuando el sol rozó mi rostro.. pero oí una voz a mi lado que me sacó de mi apacible momento.
Giré el rostro sin poder creer lo que estaba viendo.
- Ya es la tercera vez en dos semanas, Alexander - comenté incrédula, y al instante, la imagen de ese chico torturando a la alumna que había llevado a la enfermería cruzó mi mente.
Aparté los ojos de él, mirando hacia delante para no cargármelo en ese mismo momento. Tendría que encontrar pistas antes de decir nada. Fruncí el ceño y apreté los labios antes de responder:
- Hola.

La chica giro hacia mi, y pude notar un extraño gesto en su rostro, ya era costumbre para mi ver repulsión de su parte al verme, era obvio que sentía molestia con mi presencia, pero aquello había sido distinto, lo que vi fue un destello de odio, la ultima vez que nos vimos su mirada era de fría indiferencia, ¿que fue entonces esa reaccion?. Me senti tentado a introducirme en su mente para averiguarlo, pero luego recorde cuanto odiaba ella que hiciese eso, no se porque, pero aquella idea me desalentó de hacer la intromisión.
La chica se obligo a saludarme.
Abri la boca para responder, pero me detuve en el instante, ¿que venia ahora?, habia llegado hasta aqui para hablar con ella, pero no habia trazado ningun plan, jamas lo hacia, los planes eran para los confabuladores, los hipocritas, yo solo actuaba de acuerdo al momento, y, en aquel momento, no sabia como actuar.
Guarde silencio algunos instantes antes de notar que la chica no llevaba zapatos, seguramente gustaba de sentir la hierva bajo sus plantas, aquello era algo de ella que no sabia. También hice una nota mental de sus acciones, estaba, aparentemente, recolectando plantas, ¿Serian para alguna pocion?, ¿decoracion?, no, seguramente era por conocimiento...
- eehhh... - Balbuce, debia llevar ya varios minutos en silencio, y debia comenzar a verme raro a sus ojos, más de lo normal - ¿como estas? - tras decir aquello, me sentí increiblemente estupido, jamas había preguntado algo asi antes, jamas habia balbuceado sin saber que decir, las palabra siempre habia fluido de mi con naturalidad.

- Podría estar mejor, lo estaba antes de que llegaras - contesté mirando de reojo sin poder ocultar los rayos de odio que destellaban al ver su rostro. No podía sacar esa maldita imagen de él sonriendo de esa forma enfermiza frente a la chica ensangrentada. La A en su frente... tenía ganas de hacerle pagar por lo que había hecho. - Por lo que tengo entendido, tu tampoco lo pasas mal en el bosque... el real, digo, en mi mente no te lo pasaste demasiado bien, no? - sonreí, recordando que la intención que había tenido contra mí, había ido en su contra. Era obvio, cualquiera sabía que hacer ese tipo de cosas con personas que no conoces es bastante arriesgado. Ese chico iba por la vida haciendo lo que le daba en gana sin atender a las consecuencias.

Me quedo de piedra al escuchar sus palabras, ¿el bosque?, mi mente regreso a la ultima vez que estuve alli, habia descargado toda mi frustracion por el encuentro con ella con una chica Griffindor cuyo nombre nisiquiera podia recordar, ¿me vio?, ¿ella le contó?, mire al rededor, como si esperara ver a la chica grinffindor de pie mirandome en los jardines. Me di cuenta entonces que sentia algo totalmente nuevo para mi, senti verguenza por mis actos, no esperaba que ella los supiera, cualquiera menos ella.
¿Que era aquello?, yo, ¿temiendo ser descuerto?, aquello era inaceptable, mentir, ocultar, fingir, eran cosas que estaban prohibidas para mi, cosas que jamas me permitira, endureci la mirada.
- ¿Te refieres a la chica Grifindor? - dije, y aunque intente sonreir, no lo logre, senti como si estuviera cabando mi tumba, pero preferia eso que fingir que no habia hecho algo que si hice - No esperaba que saliera viva, ¿quedo mi firma en tu piel o lograron borrarla en la enfermeria?

Intenté controlar más mi respiración ante los comentarios de Alexander, como si no fueran nada para él, como si aquella chica no fuera más que una simple diversión del momento, que olvidaría al día siguiente.
- Que no esperabas que saliera viva? - dije deteniendo mis pasos y mirando hacia él con furia. - quién te crees para hacer esa atrocidad? - exclamé irritada mientras el color inundaba mi rostro pálido por la rabia y la impotencia de recordar a la chica- Vi lo que hiciste! no creas que saldrás de esta... encontraré pruebas, no permitiré que vuelva a pasar- amenacé mientras posaba un dedo en su pecho al hablar, empujándolo hacia atrás. Retiré mi mano a donde estaba y vacilé en dejar de intimidarlo, terminando en retomar mi camino hacia el huerto. Se me estaban llendo las ganas de ir a dar una vuelta, siempre que tenia el día en paz aparecía ese Slytherin para molestar.

¿Vio lo que hice?, lo primero que senti fue el deseo de que ella no ubiese visto nada, que cuaquier otra persnaba ubiese sido testigo de aquello menos ella, pero me detuve de inmediato, ¿que era aquello?, ¿cualpa?, ¿verguenza?, senti la rabia sulfurar en mi interior.
- ¿Que encontraras pruebas? - mi comun sonrisa de suficiencia estaba totalmente borrada, pero me force a hacer una mueca despectiva - Hablabas como si fuese a negar lo que hice, a negar lo que soy... - no era mi costumbre entrar en discuciones verbales, generalmente era yo quien molestaba a otro, y si llegaba a molestarme, la solucion siempre era la varita, simplemente no era bueno en discuciones - Ademas, ¿Porque diablos me quieres encerrado?, a ti no fue a la que hice nada.

Negué con la cabeza unas cuantas veces mientras le escuchaba, adelantando el paso con tal de no pegarle. No debía ponerme a su altura..no debía.
- Es obvio que me equivoqué. Tú no tienes nada de inocente, ni de asomo por querer ser mejor o cambiar tus acciones... y sabes qué? Me parece perfecto, tú mismo, cada uno elige su camino Alexander, pero no esperes que yo no haga nada al ver cómo tú destrozas a otros sin derecho alguno. - lo miré de reojo, fulminándolo. Lo primero que iba a moverme era proteger a los demás, aunque fueran desconocidos. - Siento lo que sintió aquella chica bajo tus manos y no hace falta que sea un daño directo para notarlo y detestar cada segundo que me sigues.. - Cerré los ojos y miré hacia delante, pasando una verja de madera que llevaría hasta el huerto. - Sé perfectamente que conmigo también podrias actuar igual si no fuera porque no te voy a dejar.
Esquivé un par de zonas de barro, pero mis pies ya se cubrían de trozos de tierra hasta adentrarse entre la hierba. Mi tono de voz adoptó un perfil tranquilo pero igual de peligroso que antes, advirtiendo de que no bajaría la guardia ni un momento delante de él.
El paisaje iba amarilleando con los metros que pasaban desde la verja de entrada hasta la inmensidad de arbustos cuadrados que simulaban un laberinto. Tendría que recordar el camino, para situarme era buena. Pasé la palma de mi mano por las hojas al tiempo que entraba en el primer pasillo, sin prestar atención a si Alexander me seguía (deseando que se hubiera largado de una vez, todo hay que decirlo).

Lamentablemente para la chica, no deje de seguirla, mis pasos me llevaron por el camino que ella seguia, entrando con ella en aquella curiosa formacion de arbustos, jamas habia estado en aquel lugar, pero en ese momento mis pensamientos estaban lejor de intentar admirarme por el paisaje.
- No te haria daño a ti - agregue, en un tono dificil de decifrar, que parecia entre molesto y avergonzado por la afirmacion, ella decia que no me lo permitiria, pero yo mismo conocia mis capacidades, era una duelista bastante experimentado, y manejaba una buena cantidad de maldiciones de magia negra, sin mencionar una total falta de escrupulos para usarlos, siempre me habia sentido con una varita delante de mi, pero no era miedo a perder lo que me detenia a intentar dañarla, ni temor a su poder de piroquinesis, era otra cosa, algo que no sabia identificar

Bostecé sin problemas por las pocas horas que últimamente dormía. Cada vez se multiplicaban más mis tareas, y una de ellas era asegurarme de que la alumna que ese energúmeno había mandado a la enfermería a cuidados intensivos. Por suerte, las enfermeras la trataban rápidamente y la sangre perdida no había sido complicada de recuperar.
Seguí con mi vista en el camino espesado de verde, mirando extrañada por su respuesta hacia cada planta que debía apartar para abrirme paso.
- No mientas, parecías muy feliz haciendo lo que haces. No entiendo por qué sería diferente en mi, o a caso no te motivo para que lo repitas? - pregunté alzando una ceja al mirar a sus ojos cuando me giré un momento hacia él. Seguí el camino hasta llegar a una parte en que el camino se abría a una zona arbolada. Sentía el cuerpo abarrotado de la tensión que estaba acumulando.
- Alexander, no entiendo por qué me sigues si no me vas a hacer lo mismo, no te parece contradictorio? Y no, no me imgino que intentes ser mi amigo ni me interesa serlo de una persona que tortura a los demás...- pensé en mis palabras y pronto retomé el párrafo- no es que me haga la superior, solo intento dejarte las cosas claras... seguirme no va a cambiar nada.
Estar con ese Slytherin me agotaba, parecía como si absorviera mi energía con sólo mirarme y me molestaba tener que aguantarlo.

Mantuve su ritmo al caminar, mientras escuchaba sus palabras.
- Yo jamas miento - dije en tono seguro, acusarme de mentir era un insulto para mi, abrí mi boca nuevamente, para explicarle mis razones para, pero no llegaron palabras a mi boca, ¿porque no le haria eso a ella?, no tenia aquella respuesta. Antes de poder pensar que debía decir, ella volvio a intervenir.
- ¿Y si no volviera a torturar o atacar a nadie? - la pregunta nacio de forma espontanea de mis labios, antes de que pudiese atajarla, espere su respuesta antes de entender porque la había formulado.

Me reí tras sus contestaciones y mi rostro se volvió más extrañado que antes.
- Vamos... sabes que eso es imposible, disfrutas mucho para contemplar la posibilidad de dejar esa diversión.. no habría razón suficiente para que cambiaras, no? - fijé mi vista en el huerto, encontrando las plantas exóticas a la sombra de un árbol cercano de nuestra derecha. Saqué la libreta y el lápiz, esquivando con cuidado las plantas que se encontraban en el paso y me senté frente a unos frutos que cambiaban desde el color turquesa hasta el violeta.
- No esperes que haga nada interesante que vaya a entretenerte, yo que tú me iba - seguí alentando por si conseguía algo. Miré hacia el chico y extendí el brazo. - A menos que en realidad quieras dañarme. Venga, te lo pongo en bandeja.. - le tendí un cuchillo que saqué de mi bolsillo, dejándolo en su mano. Sabía que aquello era realmente peligroso, pero conocía de lo que yo era capaz si se atrevía a dar un paso en falso.
No confiaba en él, pero sí en mi. Aunque apenas nunca había usado la magia de forma no teórica; el brote de libertad que me había dado mi padre estaba dando frutos temerarios.
- Atácame.

Su primera pregunta me dejo en blanco algunos instantes, es cierto, disfrutaba aquello, siempre lo habria hecho, ¿que me impulsava a plantearme la remota posibilidad de dejarlo?, eso no tenia sentido para mi, sin enbargo, la posibilidad estaba alli, revoloteando a mi alrededor.
Aun me encontraba sumergido en mis pensamientos cuando ella puso su cuchillo en mi mano, lo observe, y vi como me entregaba su cuerpo para atacarlo, pero no surgio ningun impulso, no hubo ningún deseo de dañar que tuviera que esforzarme en reprimir, puse el cuchillo de regreso en su mano en silencio, saque de mi tunica mi daga de plata, y la clave en el piso, y, finalmente, saque mi varita de mi bolsillo, mi arma más mortífera, y la deje caer a cierta distancia de mi, donde no podria alcanzarla en caso de un enfrentamiento, luego me senté en el suelo, no demaciado cerca de ella.
- No tengo idea de porque - admití, mientra miraba las plantas, aquellas plantas no despertaban ningun interes en mi curiosidad, o al menos no lo hacia antes, ahora las observaba, intentando buscar que parte de ellas las hacia tan llamativas para la chica de los ojos de fuego.

Vi cómo dejaba sus armas y me devolvía la mía. Fruncí el ceño con confusión. De todos modos, no conseguiría que confiara en él después de lo que había visto.
Guardé el cuchillo y volví al dibujo que tenía en mente. Pensar en ese chico era una pérdida de tiempo después de todo.
- Eres molesto sabes? quieres aclararte de una vez? - dije al tiempo en que trazaba unas cuantas líneas con lápiz, concentrándome más en el modelo que en lo que estaba diciendo. Las formas esenciales serían pintadas con acuarelas, ya lo tenía preparado.

Me gire, clavando mi mirad en el perfil de la chica, era atractiva, si, pero no era la chica más linda de la escuela, ya había tenido oportunidad de estar con otras en este pais y podía decirlo por experiencia. A pesar de eso, la chica tenia algo, era algo en su mirada, en su forma de expresar sus emociones, y controlarlas a la vez, algo que la hacia totalmente diferente a los demás.
La chica volvia a echarme, era obvio que me detestaba, pero eso no me molestaba realmente, sonrei divertido ante aquella idea.
- ¿Porque te molesta tanto lo que le hice a la chica de Gryffindor la otra noche?, ¿eran amigas? - la pregunta va con genuina curiosidad, la empatia era algo que jamas habia sentido, y que desconocia del todo.

- No hace falta que sea mi amiga para que me moleste, es sentido común, cosa que tú no creo que tengas- respondí sin desviar mi atención de las frutas. Pasé el pincel apenas un poco, cargado mas agua que pintura para generar esos charcos que oscurecían en los contornos por la acumulación de líquido.
- Por qué me preguntas si es mi amiga? Planeas fastidiarme através de ellos? Siento decirte que me llevo más con los chicos y solo tengo un amigo y.. bueno, un conocido, podría decirse. Se ve a leguas que no soy tan fácil de tratar, no, Alexander? -dije como si fuera nada más que la verdad puesta a la vista.

Sonrei ante su comentario, no pude evitarlo, escucharla decir eso simplemente hizo que mis labios se curbaran solos.
- Que aburrido seria si lo fueras, ¿no?, lo poco que te conosco me basta para decir que no seria tu si tuvieses una pesonalidad "facil".
Me detuve, su atencion estuvo en todo momento en las plantas, asi que decidi mirarlas tambien, intentando entender que las volvia tan interesantes. Hablaba de sentido comun, de que preocuparse por lo que le pasara a alguien que no era su amiga le afectaba, y la verdad, no terminaba de entender aquello.
- No quiero dañarte mediante nadie... de hecho, no quiero dañarte y punto - dije recuperando poco a poco mi tono relajado, el trato con ella no tenia porque ser diferente que con el resto de la gente, simplemente dejaria fluir el momento y ya.

- Las personalidades "faciles" no tienen por qué ser aburridas, depende de lo que signifiquen para tí fáciles. Me gustaría ser más fácil de tratar, relacionarme con los demás con más libertad, no veo eso aburrido - contradecí, como siempre. Dejé el dibujo a un lado para que se secara con el aire fresco de la tarde y me giré hacia el chico.
Seguía sin creerlo, obvio, tras ver que casi mata a una chica de forma sádica, disfrutando de ello...
- Estás de broma? - reí irónica sin reprimir mi rostro contraído- aunque digas que no quieres dañarme, sigues sin decir la razón, con que no hay motivos para respaldar tus palabras. Un simple "porque si" es tan poco estable como una piedra en una cuerda - negué con la cabeza - no se por qué, pero creo que eres capaz de todo. No voy a bajar la guardia contigo - concluí, con decisión- ni tampoco te vas a librar de lo que hiciste.
Iba a delatarlo si no me hacía callar, tenía la ocasión ahora, sabía que quizá estaría en desventaja por la poca práctica que tenía de la magia, pero no iba a acobardarme si se atrevía a hacer algo en mi contra, tenía toda la teoria necesaria para defenderme, solo bastaría con ejecutarla.

- Las personas "faciles" son falsas, una maraña de mentiras construida para complacer y agradar a su entorno - respondi a su primer comentario, ella defendia la facilidad de genio, algo que jamas compartiria - Aquellos que somos mas sinceros con lo que sentimos, siempre seres tachados de "dificiles".
No me senti incomodo ante aquel comentario, jamas habia sido un tema de importancia para mi el ser realmente malo con mis tratos sociales, jamas hasta este momento.
- No dije que fuese solo porque si - respondí con voz tranquila, la mirada aun en las plantas frente a mi - De hecho, no eh dado una razón, no me la haz pedido - aun sentado, apollo mis manos detrás de mi cuerpo, saco la mirada de las plantas, definitivamente, sea lo que sea que ella ve en ellas, yo no soy capas de verlo - No te atacaria porque eres diferente a los demas...

- Creo que no hablamos de lo mismo - repliqué, sin dar más explicaciones sobre lo que pensaba al respecto.- Las mentiras no son la clase de cosas que suelo soportar, una cosa es mentir y otra abstenerse a decir lo que uno piensa, cosa que no considero mentir, muchas veces es más inteligente callarse cuando uno debe - miré hacia Alexander con advertencia al recordar nuestro encuentro en la biblioteca. Oh, desde luego que si que era molesto.
Reservé que sí que había insinuado que me dijera el por qué, había cosas que podía omitir, pero los por qué no eran ese tipo de questiones que reprimía.
- No soy como los demás? - alcé una ceja, incrédula. - Apenas me conoces y crees que no soy una más? - reí, burlándome de lo que decía, sin creerle. No, no me sentía culpable de comportarme como nunca haría, con ese asesino no tenía por qué mostrarme como realmente era y estaba dandome cuenta de que mi actitud negativa hacia el chico era una gruesa capa de protección creada por mi padre. Si, la desconfianza también da asco, pero sinceramente, no me apetecía ser de otro modo con él. Ya había tenido bastantes primeras impresiones como para querer buscar razones por las que él fuera así, que lo hubieran llevado a esas atroces acciones. Y sabía que la chica Gryffindor no era la única, estaba al corriente de lo que pasaba en Hogwarts ( maldita costumbre que mi padre me inculcó cuando encontraba algo que no encajaba). - Búscate un fundamento más lógico, que sea un monstruo, según tú, no creo que sea demasiado inspirador - repliqué sonriendo molesta, sabiendo que mi anormalidad era verdad, pero no la consideraba algo con lo que presumir. Aceptaba lo que era, pero no lo quería.

Segui sus palabras con atencion, había dado por zanjado el tema, yo no insistiria, mi repudio a las mentiras llegaba al punto d rechazar el omitir como una forma de fingir, algo inaceptable.
La observe, su comportamiento conmigo era acido, la había obsevado suficiente las ultimas semanas para saber que ese no era su comportamiento habitual.
- No todo es logico en este mundo - dirigi mi mirada a ella, aun cuando sabia que ella no la apartaria de las plantas para mirarme.
- Y ya te lo dije en una ocacion, lo qur opino de ti no tiene nada que ver con tu inusual poder alquimico...

Cansada, miré en su dirección con falta de paciencia, y creedme que para que eso me pase, debo de estar muy "quemada".
- Dimelo claramente, Alexander - fruncí el ceño, clavando mis ojos en los suyos para presionarlo. En condiciones normales, nunca habría forzado a que me respondieran, pero daba igual, no iba a reprimir ni una sola palabra, ni tampoco era de las que fingía otra emocion que no fuera la que sentía.

Me mantuve tranquilo, volvi mi mirada a las plantas, ella me decia que fuese claro.
- Me gustas chica de los ojos de fuego - dije en tono tranquilo, sin burla, pero tanpoco nervios, solo estaba siendo sincero, como lo hbia sido toda mi vida, no existia ninguna diferencia - Causas algo en mi que no habia sentido antes.... eres diferentes.
No me gire a mirarla, sabia que a continuacion vendria, o un ataque de risa de su parte, o una explocion de rabia, pensando que le mentia, pero aquellas eran consecuecias, y jamas me eh detenido a pensar en las consecuencias de mis palabras, y no comenzaria ahora.

Desde luego, de todo lo que me podía haber dicho, eso era lo que menos me esperaba. De hecho ni me lo había figurado.
Mi rostro reflejó confusión... para luego fruncir el ceño levemente.
- Pues a mi tú no me gustas para nada. No seas ridículo. - expresé moviendo la cabeza en negativo mientras estaba de camino a reirme desconcertada. Recogí mis cosas y me puse en pie, comenzando a caminar. No estaba para nada acostumbrada a ese tipo de situaciones y menos con tipos tan raros como él. Cómo debía actuar? Bueno, lo primero, lo detestaba y tampoco tenía ganas de ser precisamente delicada, pero el no saber sobre cómo o qué decir me ponía de los nervios.
Bueno, al menos ya lo has dicho claramente, no? pensé mientras mis pasos acelerados en dirección a la escuela. Qué quería ese Slytherin de mi? Cómo podía decir eso si apenas me conocía? Da igual, no me importa. Sólo que se aleje de mí.

La vi levantarse y alejarse al tiempo que me respondia, sonrei, en todo el dia de hoy, era la primera reacción diferentes a indiferencia que veia de su parte, me levante y la segui, caminando a su lado.
- No te lo he dicho esperando que me digas que sientes lo mismo - agrege con naturaliad, era la verdad, no lo dije esperando nada, como todo lo demas que hago, lo dije porque lo senti y ya - Tu me pediste una razon por la que no te haria daño, y esa es la razon - Le dedique una sonrisa, la chica estaba molesta, pero algo diferente se habia puesto sobre su molestia, la confucion y el desconcierto, habia logrado ver algo nuevo en sus expresivos ojos.