Noche de Chicas (Yveline Roiser)

Me habia enterado que Yve habia vuelto de su viaje y teniamos tantas cosas que hablar lo principal era que me iba casar y que ella deberia ser mi dama de honor junto a Lizzie.
Le envie una lechuza para que retomaramos nuestro tiempo perdido. Extrañaba mucho a mi amiga
pidiendo si no tenia planes para esa tarde noche mañana se fuera a quedar conmigo en la mansion a Bellatrix no le mostaria siempre y cuando sea de Sly y lo era asi que la lechuza se fue para encontrarla comence a arreglar las cosas en mi habitacion tenia algunas cosas tiradas ya que la boda seria en algunas semanas no me di cuenta que habia pasado la mayor parte del dia ordenando
El elfo aparecio en la habitacion justo cuando termine de arrglarla
- Señorita Lestrange una joven la espera abajo - me dijo este
- es mi amiga se queda aqui estupido- le respondi- prepararnos algo para cenar - termine de decir y baje las escaleras

Sabía y estaba segura de que muchas cosas habían cambiado desde mi ausencia en el colegio. Se notaba en el ambiente.

No pude hacer nada para evitar el viaje. Fue algo inesperado. De pronto tuve la urgencia de visitar esa mansión en dónde antes pasaba el tiempo con él. Era un recuerdo... nostálgico, doloroso y preciso el que mantenía ahí, encerrado durante años. Después del incidente en dónde mis padres habían muerto, mis hermanas y yo nos habíamos mudado a la otra que teníamos en Londres. Por una parte, fue triste dejar atrás todas las cosas de nuestra madre ahí, y un poco las de su padre, pero me alivie al no tener que vivir en el lugar donde vi ser torturado al que podría ser el amor de mi vida.

Thelma me había enviado una lechuza justo unas horas después de haber desempacado y vuelto empacar las cosas que iba a necesitar para volver a Hogwarts. Había interrumpido mis pensamientos y la increíble sensación que sentía al estar arriba del gran árbol en medio del jardín. La vista también y he de admitir que me sobresalto un poco al ver como la lechuza se posaba en mi regazó. La pobre se asustó y me picoteo un poco, en forma de juego. Ya conocía muy bien esta lechuza.

Sonreí al leerla. Debía de querer decirme algo, pues en la forma de escribir y sus palabras empleadas gritaban eso. Y yo tenía tantas cosas que preguntarles. ¡No nos habíamos visto desde hacía dos meses! Cuantas cosas debí de haberme perdido... ¡y las clases! Ya empezadas... me preguntaba si podría tomar el paso rápido... Suspiré y me bajé del árbol. No tenía que empacar la gran cosa, solo traería algunas golosinas favoritas, no sabría si Bellatrix Lestrange tendría ese tipo de golosinas en su mansión. Iba a usar la maleta de Hogwarts, después de todo, tenía planeado regresar después de tres días de descansar en mi mansión.

Fueron apenas tres segundos de viaje y un incomodo jalón desde mi ombligo lo que duró la aparición conjunta con mi elfina domestica. Le di las gracias y entré al esplendido jardín. Si eso era esplendido, la sala de estar y el decorado de la casa por dentro debía de ser soberbia. Cuanta razón tenía.

Un elfo me atendió y esperé a que Thelma bajará, admirando con una leve sonrisa. Escuché unas zapatillas resonar por las escaleras y esbocé una amplia sonrisa.

- ¡Thelma, querida! -corrí un poco y la abracé con fuerza-. Te extrañe mucho, ¡en serio! -me separé de ella y le dí dos besos en la mejilla, hábito que con el tiempo se había desaparecido debido a las circunstancias.

En realidad, solo con mis amigos me comportaba así, solo los cercanos. Thelma era uno de ellos. Enfrente de otras personas tiendo a ser seria, callada y hasta fría... Nada malo pasa conmigo, eso seguro. Sin embargo, no me gusta demostrar mis emociones a desconocidos.