Somos muy diferentes... De los humanos, y entre nosotros... {Melissa}

Estaba empezando a aborrecer Hogwarts, y más aquella noche, no era luna llena, y tampoco tenía apetito de cazador... Que asco de noche. Me levanté de la cama, mi mascota me miró con brillantes ojos en la oscuridad.
- Quédate aquí, voy a dar un paseo...-Dije cerrando la perta al ver que agachaba la cabeza y volvía a dormir.
Bajé las escaleras con sumo cuidado, no hice nada de ruido, era imposible haber despertado a alguien. Me dirigí primero a los aseos, quería echarme algo de agua a la cara. Caminé hacia allá, con decisión, no me topé con nadie, lo que me resultó extraño, y a la vez normal. Llegué a los baños de los chicos y tras mojar y remojar mi cara varias veces, cerré el grifo y me miré en el espejo, que feo era.
Salí del baño secándome las manos en los pantalones de pijama, tan solo llevaba unos pantalones largos de tela fina y negra como pijama, no dormía nunca con camiseta. Noté algo raro en el ambiente, un olor, que nunca había notado, lo seguí, no sabía a donde me llevaría, pero tampoco tenía intención de alejarme de él por desconocerlo.
Siguiendo ese olor, llegué hasta uno de los pasillos donde podía ver perfectamente la mitad de la luna, aun faltaban unas semanas para la luna llena, una pena. No solo se veía eso en el pasillo, también había una chica pelirroja allí.

- Oh... Así que eres tú.- Dije acercándome, odiándome por ir en pijama, no entendía que tenía de especial esa chica, pero su olor era diferente.

Había salido a ver la luna en los pasillos de Hogwarts, llevaba días sin salir a huradillas de mi cuarto, así que simplemente me puse una camisola encima de mi "sexy" pijama. Me acerqué a ver la luna, aún no era llena, pero me encantaba mirarla, era acojedora y a la vez perturbante.

"Simplemente me gustaría seguir observandote el resto de eternidad que me queda" - pensé -

En un momento determinado agudicé mi oído, sentía pasos muy lejanos, pero que venían directamente hacia mi encuentro, mi cuerpo se puso tenso y esperé a saber quien vendría en mi direción. Por la hora no podía ser ningún profesor, pero sí algún alumno que diambulaba al igual que yo.
Cuando se acercaba aún más, sentí un olor bastante particuliar, aquel que no había sentido jamás en mi vida, un olor especial, que captó rápidamente mi atención.

- Si soy yo - respondí a un chico rubio - ¿Acaso también te escapastes del dormitorio para ver la hermosa luna? - pregunté indicándola -

Las palabras de la chica pelirroja me hicieron pensar bastante... Ella no era normal, lo tenía claro, pero a parte.. No me dijo un: ¿A qué te refieres? Como solía hacer la gente, pero algo me hizo querer saber más de ella, quería conocerla, y saber el por qué de su olor.

- L-Lo siento...-Me disculpe moviendo ligeramente un mano. Y acercándome para ofrecerle la otra.- Soy Dave Wishe, de Ravenclaw.

Mal dita sea, que frío hacía... ¿Por qué las noches de verano eran tan frías? Y yo sin camiseta. Cogí la varita que tenía atada a mi ante brazo, e hice aparecer una camiseta de manga corta de mi habitación, me la puse y me senté en el alfeizar de una ventana mirándola. Seguía pensando que había algo raro en ella. Miré la luna, estaba tan... Casi completa, ojalá que llegase pronto la luna llena.

- Sí, estaba con la cabeza llena de pensamientos y no podía dormir, y... Bueno, noté algo raro en el ambiente, y mis pasos me llevaron hasta ti.- Dije volviendo la cabeza hacia ella.

Por su nombre deduje que ella o su familia era perteneciente a Alemania, no era un apellido muy común, y nunca lo había escuchado al viajar allí, bueno, solo había ido una vez con la familia, pero eso era lo de menos, el caso era que su olor no era normal, y que notaba algo raro, no estaba todo en lo correcto, no sentía a Loser, mi ser lobuno, dentro de mi, era como si estuviera escondiéndose...
Recuerda Dave, el lobo se esconde antes de atacar
Miré a la chica a los ojos, algo en ella me hizo encontrar de nuevo a mi lobo interior, estaba gruñendo, como si quisiera atacarla de un momento a otro, me confundía, era una humana...no? ¿Entonces por qué ocurría eso?

- No lo sé, pero temo que los rumores de que el-que-no-debe-ser-nombrado, sean ciertos... De que aparezca y se rebele contra el ministerio... Temo por los que no poseen sangre mágica, por aquellos que tienen familia muggle.

Su olor volvió a percibirse en el ambiente... Ya estaba seguro, ella no era humana... Pero tampoco era como yo... No era como Helena, no olía a Veela...

Lo cierto, es que había algo favorable en que El-Que... El Señor Tenebrosos volviera. Si lo hacía suponía que los licántropos comenzarían a reunirse, y eso me gustaba, aun que no el fin, quería algo más pacífico contra el ministerio, tendría que conseguir ayuda de Vold... del Señor Tenebroso para que los pusiera a mi cargo.

- Bueno, no creo que El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado los vaya a matar a todos, los dejará en paz siempre y cuando no se metan en el mundo mágico. Pero algo habría que hacer para arreglar eso... Supongo que el Ministerio de Magia ya tendrá algo prepa... La verdad... No... No confío para nada en el Ministerio, sobre todo teniendo en cuenta como trata a los demás que no son como ellos, ya sabes... Elfos domésticos, centauros...etc...

La miré alzando una ceja... ¿Vampiros? No creía que llegase a ver uno de cerca, además si se alimentaban de sangre no podrían convivir con los humanos.

- No lo sé, supongo que sí, pero siempre estará la típica rivalidad entre licántropos y vampiros.- Dije volviendo la mirada a la media luna.

Moví las piernas haciendo que los talones chocasen contra la piedra, no llevaba zapatos, por suerte era una noche de verano tan rara que no hacía tanto frío como para calzarme. la luna en cuarto menguante estaba preciosa, casi tanto como en luna llena, algún día podría mirar la luna llena tranquilamente, sin sufrir la transformación... Miré a la pelirroja de bellas facciones de nuevo, lo que había dicho era un poco raro.

- ¿Acaso eres... Vampiresa?- Pregunté tras tragar saliva. Parecía saber mucho sobre el tema, pero no olía como los licántropos, y mucho menos a humano, pero no podía ser... ¿Dónde estaban las alas y los colmillos, los ojos rojos...? Además, los vampiros mataban humanos, no podía estar en una escuela llena de ellos.

Desvié la vista, que pregunta tan estúpida, como iba a serlo... Dave, te has lucido, alguien de tal físico no podía ser un vampiro. Suspiré con fuerza y miré de nuevo a la luna, como si esperara algo de ella.

Dirigí una rápida mirada a la chica, lo había confesado... Así que... Ese era el olor de los vampiros... Por eso no olía igual a los humanos ni licántropos.

- ¿Cómo sabes que soy... Eso?- Pregunté confuso- ¡No lo vayas diciendo por ahí!

Me levanté con la mirada desorbitada, no sabía que debía hacer... ¿Debería silenciarla?... Aun que eso no iba conmigo, mejor... Mejor sería ganarme su confianza, un aliado vampiro podía ser bueno... ¿No? Volví a sentarme y respiré más tranquilo.

- ¿Qué harás ahora que lo sabes?- Pregunté curioso.

No me gustaba la idea de que utilizase mi secreto contra mi.

Afilé la vista, así que... No era la primera vez que había visto un licántropo, eh...? Bien, pues si conocía mi especia(Mi raza era un mundo distinto) quería saber de la suya.

- Espera.- Dije yendo tras ella.- Quiero saber más sobre... Los tuyos.

La verdad, quería saber todo sobre esa chica, bueno, vampiresa, quería saber como era su mundo, si de verdad le pasó como a mi cuando llegó a Hogwarts, que lo primero que advirtió fue que todos los alumnos podrían ser un buen bocado.

- ¿Qué beneficios te dio el ser de esa especie?- Pregunté una vez estaba a su altura.