Paseo en libertad [Leticia]

Bueno allí estaba. Pudiendo elegir muchos más lugares a los que ir, elegí aquel, tan cercano al detestado en ocasiones pero echado en falta por otras, Hogwarts. Si bien es cierto que prácticamente se podía ver el castillo, ello no quitaba que fuera un buen sitio para pasarse un rato a dar una vuelto. Un tranquilo pueblo (comparándolo con la agitada Londres, sin duda alguna lo es) pero con sus animados bares y tiendas que le daban un toque pintoresco, además de las calles de piedra y del bonito paisaje que reinaba al alrededor. Quizás lo que se echara en falta era aquel frío pero hermoso blanco que dominaba totalmente el pueblo en épocas invernales, las épocas en las que yo y la mayoría de alumnos de Hogwarts frecuentaban aquel lugar. El blanco de la nieve, presente en suelo y tejados, lo hacía más especial si cabe. Pero como ya he nombrado, habían muchas cosas más que eso y que lo hacían un lugar perfecto para ir a divertirse, relajarse, o pasar el tiempo libre, resumiendo, lo que quisieras.

Y bueno, yo me encontraba allí, caminando por las calles de piedra, solo y sin un rumbo fijo, pretendiendo solo pasear, y si acaso, ojear las tiendas y sus escaparates, además del ambiente. El que por cierto no estaba tan demasiado desanimado, a pesar de la época. Quizás se debiera a que estuviéramos por la tarde, faltando unas horas para el cierre de los establecimientos.

Mientras seguía caminando, notando bastantes personas a mi alrededor. Luego disminuí un poco mi marcha intentando leer un cartel que no alcanzaba a leer, cuando noté que alguien me pisó las zapatillas, e hizo que se me salieran del pie, teniendo que pararme, esta vez con motivo, a recogerlas y volverlas a poner, cuando alcé la vista detrás de mi y alcancé ver el rostro de una chica, pero no muy conocido para mí.

Era un día agradable, por lo que había decidido ir a Hogsmeade a dar una vuelta. Luego de pasar por Honeydukes, conversar con mi hermana y sacar algunos dulces ácidos (mis favoritos), decidí caminar un rato, estirar las piernas. La verdad es que iba algo distraida pensando en los ingredientes de una poción en la que había estado trabajando ultimamente cuando sentí como pisaba algo y vi un zapato quedar en el piso, un zapato sin pie. Levanté la mirada y encontré a un chico sin zapatom, que lo recogía. Sonrojé de verguenza.

-Lo... lo siento mucho...-le ofrecí mi brazo para que se apoyara para poder ponerse el zapato y aproveché de observarlo mas detenidamente-No iba mirando por donde iba... Tu eres de Hogwarts tambien, ¿no?

Cogí la zapatilla, y me apoye en el brazo que me tendió para poder calzarme de nuevo las zapatillas.

-Gracias. Tranquila, no pasa nada. La culpa es mía por ir tan lento-dije intentando que no se preocupara.

Al parecer ella era de Hogwarts. Ya lo había supuesto por su edad, pero nunca venía de más el recibir la confirmación. Además me sonaba bastante. Creía que era prefecta. Lo que dudaba era de que casa era, aunque me sonaba que era de Slytherin.

-Sí, también soy de Hogwarts-le respondí-Oye, ¿tu no serás la prefecta de Slytherin, no?-le pregunté para resolver así mi duda.