Llegando por una extraña via

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No estaba segura de cómo, pero de un momento a otro ya era prefecta de Slytherin… lo odioso del caso era que tenía que ver que todo estuviera bien, así que me levante temprano y comencé a revisar los lugares que me habían sido asignados, comenzando por la sala común y terminando por el gran comedor.

Todo estaba en orden, y aun era muy temprano, la verdad nadie siquiera se había levantado, por lo menos en Slytherin.

Entre al gran comedor… era “reconfortante” comer a solas y en completo silencio, así, desayunando temprano tendría tiempo de sobra para ir por mis cosas y llegar a tiempo a la clase, no le daría motivos a McGonagall para que nos descontara puntos, y también quería ahorrarme el sermón.

Me senté en la mesa de Slytherin y espere a que mi desayuno subiera, afortunadamente los elfos sabían exactamente lo que me gustaba.

Estaba a punto de tomar el primer sorbo a mi ChocaMoka cuando de pronto la mesa comenzó a elevarse. –Qué demonios- exclame mientras dejaba mi taza sobre la mesa. Me levante y observe a mi alrededor –Ok, ok quien es el gracioso, me pongo de malas cuando no tomo mi café- dije mientras me levantaba para coger al gracioso.

Lo extraño era que solo estaban las otras prefectas y… una pequeña niña? –Que demon… esto debe ser una broma- comente en voz baja mientras caminaba hacia la pequeña.

-Ravenclaw, tu la conoces?- pregunte a la prefecta de aquella casa.

“No es un hechizo” pensé al ver que el contra hechizo era inútil… pero… si no era un hechizo ¿Qué era?, digo, en la vida había visto algo así. Ya estaba de mal humor, así que camine hacia la niña la tome de los hombros y la agite un poco.

Al verla con paciencia le encontré un pequeño parecido a alguien, pero no recordaba a quien.

-Creo que deberíamos llevarla con Snape o con McGonagall o de plano con el director no crees-

Mi concentración se rompió cuando la chica me sacudió, las cosas cayeron de golpe y yo no supe que hacer, nunca me habían sacudido de esa manera, mis ojos se llenaron de lágrimas pero no llegue a llorar pues recordé que siempre me decían que debía ser valiente.

“¿Qué me llevaran a dónde?” pensé y finalmente hable. –Quien es Snape y quien es Mcgonagall, y por qué me sacudes así?- Necesitaba respuestas, y nunca iba a saber nada si no preguntaba.

-Si tú no tienes experiencia yo estoy nula, además no me caen muy bien los mocosos bulliciosos- Comente con cierto desdén mientras miraba a la chica de Ravenclaw. –No te preocupes, yo la levantare- respondí mientras ponía de pie a la niña.

Observe algo atónita, la niña no tenía más de tres años y hablaba perfecto, comenzaba a caerme bien.

Me quede inclinada y espere a que Emma terminara de hablar, luego agregue –Yo soy Pansy, ¿Cómo llegaste aquí?, y cómo te llamas?-

Me quede de pie y vi como las chicas me miraban con cara de asombro, tan extraño era que pudiera hablar, y que hablara bien… Oh si, era verdad, los niños de mi edad no hablaban o no se les entendía lo que hablaban, de cualquier modo mi padre me había enseñado bien.

-Hola Emma, hola Pansy, así que esto es Hogwarts- Había escuchado muchas veces ese nombre, y por lo que decían no era un muy buen lugar, mi padre decía que había que limpiarlo, aunque yo lo veía muy limpio. – No se como llegue aquí, solo aparecí en una sala y camine y camine, y llegue aquí… Ah, y yo no me llamo… mi nombre es Anne-Sophie, pero todos me dicen Annie-

-Así que te llamas Anne… me pareces conocida pequeña, dime, quienes son tus padres- pregunte tratando se ser lo mas amable y tierna posible… la curiosidad era demasiada en ese momento.

Observe por sobre mi hombro para cerciorarme que aun no llegara nadie, pues si alguien nos veía con la pequeña Annie nos meteríamos en grandes problemas, comenzarían a preguntar cosas y por mi parte no podía responderlas… y como dije anteriormente no quería escuchar un sermón matutino.

-Estaba con mi padre, en una tienda de… de… un callejón, generalmente vamos a ese lugar, según se, el tiene que arreglar algunos asuntos, pero no se de que por que cada vez que comienza a hablar yo me voy a jugar, me aburro mucho con el- Respondí a Emma, quien me había preguntado primero, luego mire a Pansy y respondí a su pregunta. –Claro, Anne-Sophie, mi madre se llama Persephone y mi padre se llama Tom.


Creo que yo también debería hacerles una preguntas – Por que sus uniformes son distintos?- dime mirando que el de Emma era azul y el de Pansy era Verde.

Me quede en completo silencio mientras la pequeña Annie hablaba con Emma. He de admitir que había descubierto dos cosas, algunos niños eran muy inteligentes y que los Ravenclaw no apestaban como yo creía.

Un frío recorrió mi cuerpo, Persephone tenia una hija?, eso tenia que averiguarlo, y por fortuna este fin de semana nos tocaba la salida a Hogsmeade. Pero aun había algo que me intrigaba… Tom?, no, no podía ser.

-Es verdad, los otros uniformes son escarlata y amarillo- dije agregando algo a lo que habia dicho Emma.

-Slytherin… si, mi papi ha nombrado mas de una vez ese nombre, dice que cuando sea grande tengo que pertenecer a esa… casa. Dice que el hizo muchas cosas grandiosas allí.- dije acordándome del sermón de mi padre “tienes que quedar en Slytherin, Slytherin es tu meta, Slytherin es la vida.

-Y bueno, que hay de divertido aquí? Hay juguetes o algo?- pregunte expectante, en un lugar tan grande tenia que haber juguetes.

-Tenemos dos opciones, o le decimos a un profesor y la metemos en problemas o la escondemos hasta que encontremos el lugar por donde entro y nos arriesgamos a meternos en problemas. Por mi la escondemos por que no quiero enfrentar a McGonagall o a Dumbledore y menos escuchar sus discursos, que crees tu?- mire a la pequeña Annie, siendo tan inteligente no podíamos dejarla sola… se metería en demasiados problemas.