Vicio obsesivo

Después de habes asistido a un par de clases y andar deambulando por aquí y por allá me fui caminando rumbo al bosque prohibido, era mas silencioso que la biblioteca a decir verdad, no había tanta gente como el los jardines podía solo como me gustaba solo escuchando mi lectura en mis pensamientos.

Camine alrededor de 1.5 Km adentro hasta que me encontre rodeado del silencio que me fascinaba, me giré y no había rastro del castillo ni de nadie, camine un par de metros más hasta que encontre un pequeño claro que se abría a los rayos de sol que con dificultad pasaban entre las ramas.

Me quité la túnica la doble para hacerme una pequeña almohada para diponerme a leer .

A veces necesitaba regresar a mis orígenes, recordar a papá de la única forma que podía. Había traído conmigo al Colegio mi arco y flechas para cazar de vez en cuando. Esa mañana no pude resistirme y salí temprano a buscar un par de presas. Sabía que estaba incurriendo en varias faltas a la escuela, pero no mataría ninguna criatura mágica. Solo un ave, algo pequeño.
Por mis venas corría el espíritu aventurero, amaba sentirme libre, correr entre los árboles.

Un ruido me hizo perder la concentración. Pasos en el bosque que espantaron a mis posibles presas. Ya no había nada que hacer. -Gracias... por ahuyentar a todos los animales.- dije con ironía y bufé.

Escuche una voz que salía de entre unos árboles más delante, enseguida me levante para ver quien era, deje caer el libro a un lado de mi y camine al frente. De entre los árboles salio una chica de Gryffindor con un arco enorme, lo cual me pareció algo exagerado .

- Disculpa escuche bien -

Soné algo sarástico ante sus palabras

- El bosque no es lo bastante grande, hasta aquí hay que encontrar un lugar pacífico para leer, además no recuerdo haber visto ningun letrero que dijiera Zona de Cacería, y yo no los ahuyente lo hiciste tu como no iban a correr al ver semejante cosa -

-No deberías estar aquí. Además, nadie me había visto, ni siquiera tu te percataste de que yo estaba.- respondí frustrada. Ví que algo brilló entre su ropa, una insignia de prefecto. -Bueno, lo siento, sé que no puedo cazar aquí, pero no puedo evitarlo... Creo que empezamos mal- dije sabiendo que podía meterme en problemas si lo quería. -Soy Megan, por favor no me vayas a reportar, no quisiera tener que pasar con McGonagall el día y mucho menos que sepan que cazo.- lo miré angustiada.

- Eso crees, conozco muy bien esta parte del bosque vengo aquí seguido, si tienes razón no te vi pero note unas pisadas haya atrás, debes ser mas cuidadosa por donde pisas si no quieres que nadie te siga, puedes ir mas al oeste haya esta más vacio y si llego ver a alguien los regresaré y no tendras problemas con quien alguien se tope contigo -

Me acerque a estrechar su mano .

- Yo soy Gharel Demacci, y no te preocupes por esto -

Le di un pequeño golpe a mi insignia de prefecto.

- La verdad no la quería pero le he encontrado otros beneficios aparte de su uso real -

Me sentí aliviada cuando su gesto se suavizó. -Megan Petrie te esta agradecida.- le dije al estrechar su mano. -Bueno y ¿cuáles son esos beneficios? Digo, si se puede saber.- me senté con la espalda recargada en un árbol. Había pasado por alto el hecho de que en esa época, el bosque estaba lodoso y era fácil dejar huellas. Me hice una nota mental de que la siguiente vez debía caminar con más cuidado.

- Pues andar por donde no todos andan, salir a horas no habituales, librarme de comer siempre en el gran comedor -

Por lo general me gustaba salir algunas veces a Hogsmeade a comer waffles, o pasear en las noches al lado del lago subir a la lechucería a ver el atardecer o amanecer. Volví a sentar y tome mi libro escondiendolo bajo mi túnica, sabía que no debía tomar libros de la sección prohibida pero la verdad eran los más interesantes en toda la biblioteca.


- Y... hace cuanto que prácticas con el Arco ? -

-Desde los seis años. Mi padre me enseñó a usarlo en Irlanda, era muy útil para llevar comida. Claro que habría sido más útil usar la magia, pero no supe que era bruja hasta que cumplí los 11 y llegó mi carta.- consideré lo que decía sobre ser prefecto. En mi casa, los prefectos eran Hermione Granger y Ron Weasley, muy conocidos por ser amigos del niño que vivió. Aunque casi no tenía relación con ellos, eran más chicos que yo.

Debía reconocer que el chico me intrigaba, pero no sabía porque, sería tal vez porque era el primero que cruzaba palabra conmigo después de años de pasar desapercibida. No había que ser hombre de ciencia para percatarse que no me era fácil entablar vínculos con otras personas.

- Vaya ¡¡ entonces ya llevas practicando mucho tiempo, pues yo supe que era diferente a los demás cuando cumpli 7 años así que esperé demasido a que llegara mi carta, desde entonces leo todo lo relacionado con magia cualquier libro que merezca la pena leer sobre todo los de la sección prohibida -

Sonrei mirando al bosque y volviendo mi mirada a ella.

- Si algún día te interesa algún ejemplar no dudes en pedirlo -

-¿Magia oscura?- lo miré con una mezcla de emociones. -N-no se si eso sea lo mejor...- me parecía extraño que un alumno de Ravenclaw se interesara por esos temas. Claro que tenía que entender que la selección del sombrero estaba relacionada con el aspecto más fuerte en la personalidad de los estudiantes, pero también existían otras características entre cada quien. El sombrero había dudado entre ponerme en Gryffindor o Ravenclaw, pero finalmente aceptó mi decisión de ser una leona.

- Estas bromeado ¡¡¡ claro que es lo mejor si no la entiendes lo demás es basura, los mejores libros son de magia oscura entender el mal para poder combatir contra él no crees ... a mi familia le hubiera gustado que quedara en Slytherin sin duda rompí con la tradición al quedar en Ravenclaw pero que más da si estas en cualquiera de las 4 lo que diga un sombrero viejo y parlante, si lo que vale es lo que llevas aquí y aquí -

Dije esto último señalando mi corazón y mi cabeza a un costado de la sien.

-Pues difiero en eso, el Sombrero me dio la oportunidad de escoger mi casa, es una pieza de magia muy antigua, con mucha sabiduría en él.- Tenía razón con respecto a entender el mal para combatirlo. -Slytherin ¿tu? No me lo tomes a mal, pero son las personas más arrogantes que conozco y tu no pareces ser así.- me recosté en la hierba contemplando las ramas de los árboles, se colaba un poco de luz lo cual hacía un hermoso juego de colores y sombras.

- No se creo que abusan de la fama que tiene la casa se comportan así solo por ser centro de atención o ser los mejores no piensan que solo se daña su reputación al ser asi -

Me recoste igual que ella mirando el pequeño pedazo de cielo que se veia al moverse las hojas de los enormes árboles, mi cabeza estaba sobre mi túnica y el resto de mi cuerpo sobre hojas húmedas.

Noté que al igual que yo, no usaba el uniforme bajo la túnica. Yo tampoco podía salir a cazar con el uniforme, era incómodo y prefería guardarlo en mi mochila. -¿Y tus amigos no acostumbran venir contigo?- en mi caso no tenía ninguno, pero era mejor así, nunca había desarrollado afinidad con alguien como para considerarlo mi amigo.

- Amigos ... No tengo amigos a excepción de un chico de Slytherin con el que tengo afinidad, a veces habló con algunos de otras casas pero alguien en si que pueda llamar amigo no, prefiero mi soledad y mis libros -

En realidad no confiaba mucho en la gente porque cuando menos piensas te apuñalan por la espalda o fingen que les interesas.

- Y tu sueles andar también sola por lo que veo ... al menos es algo en común que tenemos no crees ... el acompañar en silencio el estar ahí aunque no te lo pidan es algo que no cualquiera puede hacer ese sería mi amigo ideal -

-Puedo hacer eso, si no te molesta mi presencia, a mi tampoco me incomoda la tuya y estar en silencio ambos. No lo tomes a mal, pero apenas te conocí.- no podía dejar de ser sincera, era algo inherente a mi personalidad.

Saqué de mi chamarra una pequeña snitch y me puse a jugar con ella mientras permanecía en el piso para entretenerme. Debía ser casi medio día, tenía aún un par de horas libres antes de la siguiente clase.

- No digo que serás mi amiga como lo has dicho apenas te conozco, la amistad se trabaja y se gana -

Comenzaba a impacientarme ya que había ido con la intención de practicar algunos hechizos nuevos, cuando vi que sacó una snitch dorada.

- Y eso ? ... no me dirás que te tendré que ver también en el campo de quiddicht, ahí si no ese es mi espacio -

Me levante para mirarla.

Me levanté irritada. -¿¡Tu espacio!? Perdóname, pero eso es un error. Soy la mejor cazadora que Gryffindor ha visto en años.- el aire era mi elemento, era el lugar donde mejor me desenvolvía. Respirando profundamente le dije más tranquila. -¿Qué posición juegas?- ese chico me provocaba sentimientos encontrados.

- Soy golpeador fui dos veces campeón de la copa Europea y 3 veces ganador de la Medalla Conmemorativa Peligroso Dai -

Dije esto último tratando de imaginarla en el traje de Quidditch no iba a negar que era bonita a pesar se no llevar maquillaje como otras, pero era diferente y lo diferente me gustaba.

-¿Juegas profesional?- pregunté con más curiosidad que otra cosa. -¿En qué equipo?- conocía prácticamente todos los nombres de los jugadores, pero él no me sonaba, seguramente utilizaba algún otro nombre. Lo miré fijamente tratando de recordar su rostro.

- Si en el Montrose Magpies nos hemos ganado 32 títulos, juego con el número 12 y mi seudónimo es Jared D. -

Esperaba que no me conociera por ese nombre pero yo solía hacer muchas acrobacias en el cielo para entretenimiento de los presentes a parte de que era más divertido .

-Era cierto, si esa cara y esa forma de moverse en el aire, es legendaria. ¿Eres tú?- mi cara debía demostrar muchas emociones. Traté de mantenerme calmada, pero la verdad era emocionante. -¿Y por qué estudias en Hogwarts si tienes oportunidades en otras escuelas de ultramar?- había leído mucho sobre los jugadores, que les daban becas en el lugar que desearan, la fama y la fortuna era una constante en la mayoría.

- No me gusta la fama y todo lo que conlleva aunque aquí es más tranquilo todo prefiero esto ... me he acostumbrado a esto también, no estaría mal probar pero no me llama -

Toque mi insignia y miré el bosque. Vi su rostro al mencionar lo que hacia, yo disfrutaba todo lo que hacia hasta el ultimo aliento, ya sea leer, comer, bañarme, volar.

Hice una reverencia. -Entonces será un honor jugar contra ti, por lo que a mi respecta, no tendré piedad. Si te gano, podré decir que he vencido a uno de mis ídolos deportivos.- dije esto y me obligué a callar. Ahora me consideraría otra admiradora tonta como las que seguramente lo seguían por montones.

-Bueno, entonces. ¿Cuándo jugamos?- pregunté caminando sin mirarlo, en lo que se me disipaba el rubor de las mejillas.

- Que te parece el martes, por la tarde después de clases, yo tampoco tendré piedad te veré como un rival más haya arriba no hay distinción -

Sabía que daría pelea sería interesante, sonrei de lado caminando notando que se habia ruborizado. Había muchas chicas que la verdad eran de admirarse haya en el aire parecían moverse igual que los pájaros.

- Idolo no, mejor dime Didi asi me llaman en el aire -