¿En que punto el miedo te paraliza? [Jack]

¿Desde cuando los profesores deban “tareas” de ese tipo? Era la primera vez que escuchaba algo así, de echo en ni un libro había algo al respecto, era la primera vez que en Hogwarts, hacían algo así, de todas maneras era impresionante, pero sería un buen trabajo, una buena aventura, un nuevo reto, en fin... sería divertido. Aprendería muchísimo, estaba segura, siempre era mejor la practica que la teoría. El profesor, nos había indicado que debíamos ir a algo como cuevas, que sería en horario fuera de clases, que sería solos, sin compañía de algún tipo de supervisor, no podíamos utilizar magia ya que eran cuevas muggles, además éramos menores de edad, y que debíamos encontrar tiempo para ir. La única facilidad que nos había dado, era un mapa en donde se indicaba los lugares de agua, en realidad, aquello no era de mucha ayuda, pero algo era algo. Había dicho donde estaba la entrada de la cueva, pero no la salida, debíamos encontrarla completamente solos . Luego de visitar esos lugares, teníamos que escribir un informe de diez planas y para todo eso, teníamos solo dos semanas. El día viernes por la noche, había repasado todo lo que el profesor había dicho, además de aquel simple y sencillo mapa, que para mi opinión no servía. Tome aquel pequeño bolso en donde había puesto lo necesario y otras cuantas cosas mas, que en realidad, no eran demasiado importantes, prefería prevenir a lamentar. Entre tanta cosa, habían un par de linternas, cambios de ropa, el mapa, comida, agua, encendedor, bolígrafos, papel, estos últimos para tomar apuntes y otras mas. Las cosas estaban todas en su lugar, parecía no faltar nada, fui a dormirme y espere el amanecer del sábado, para comenzar mi “excursión”
El despertador sonó, era realmente temprano, pase por la ducha y luego me vestí, mis zapatos, estas ves, eran zapatillas, necesitaba de comodidad si iba por cuevas. Tome el pequeño bolso en donde muchas cosas iban y camine por los desiertos pasillos de Hogwarts. Saque el mapa y lo mire una vez mas. Busque con mi dedo un lugar especifico, buscaba donde poder aparecer, aquello era muggle y nadie debía verme, aunque dudaba que gente anduviese por esos lugares. Me desaparecí y re aparecí en algo como un bosque, era realmente desierto, era imposible encontrar a alguien allí, la única posibilidad de ver a alguien viviente, era encontrarse con otro alumno de Hogwarts, que fuera por motivo a hacer el deber mandado. Mire para todos lugares y solo para estar segura metí mi mano dentro del bolsillo, sí, aún estaba mi varita, solo prevenía.
Mis primeros pasos fueron algo torpes, tal vez, aún estaba algo mareada por haberme aparecido. A ultimo minuto, había cambiado mi opinión ¿Cómo se les ocurría hacer algo así? Estaba sola en medio de la nada y tenía que hacer eso sí o sí o luego ¿Cómo conseguiría la tarea...? Demonios, debía hacerlo. Camine unos pasos más, aún con mi mirada en el mapa, y luego al estar segura de que allí era el lugar para sumergirme, baje mi vista... Sí, allí estaba la entrada a aquellas solitarias, oscuras y tal vez, temidas cuevas... Saque una linterna y camine a la entrada, me apoye alrededor y baje lentamente a aquella oscuridad. Volví a tocar mi bolsillo, aún estaba la varita. Moví mi mano con aquella linterna, alumbre hacia arriba y luego hacia abajo, no había un camino echo, debía crearlo yo seguramente. En un principio tropecé, pero poco a poco, mis pies se acostumbraron a aquellas subidas y bajadas. Avance rápidamente por aquel lugar. Mire el reloj que se encontraba en mi mano derecha, marcaba ya las dos de la tarde, si que el tiempo había pasado rápido. No había señales de encontrar la salida, parecía ser que encontrarlas sería un trabajo realmente duro. Di unos cuantos pasos, comenzaba a sumergirme realmente mucho bajo el nivel de la tierra. Cuando me dispuse a descansar, sentada en aquel “piso”, sentí ruidos. ¿Qué pasaba? ¿Quién estaba allí?

.- ¿Hola...? -. Pregunte. ¿Acaso esperaba que me respondiesen? En aquel lugar no había absolutamente nada, nadie podía responderme, no esperaba respuesta. Tal vez, había sido solo un ruido. Alumbre por donde había escuchado el ruido, pero no había nada .-¿Hola...? -. Pregunte nuevamente. Respire e intente calmarme, en realidad, no había nada.

Maldita sea.. perdiendo el tiempo en ese absurdo trabajo siendo verano, siendo que ya con los pocos inútiles del castillo me costaba elegir en quienes confiar y a cuales reclutar... y ahora recorriendo una absurda cueva.
Acomodé el bolso del portátil en mi hombro, si quizá muy muggle, pero yo no era de los idiotas que por el simple hecho de que no eran mágicos no sabía reconocer que estábamos en el SXXI y las plumas ya deberían estar cadudacas.
Mantuve el ritmo del paso. La temperatura de la cueva iva descendiendo a medida que me internaba. Maldición...
Di unos cuantos golpes contra la pared rocosa, dejando salir la frustración de tener que hacer esas idioteces para el colegio. Encima, seguro que ninguno de los palurdos que deambulaba por el castillo se habían enterado.. pero bueno, eso era lo que diferenciaba una clase de alumno a otro, no?
Ante mis ruidos, una voz femenina me sorprendió. Agucé el oído y los ojos.
- Lumos..- susurré, caminando con más lentitud. De repente, el rostro de Granger estuvo a unos metros de mi posición.

Solo hace cortos segundos había escuchado aquellos ruidos, los había dejado pasar ¿Qué mas? Pero cuando ya estuve convencida de que en aquel lugar no encontraría absolutamente nada, vi una luz prenderse. .- Jack -. susurre al verle, era de las pocas personas que pensaba que encontraría, pero allí estaba.
¿Aquello que era? ¿Por qué nos encontrábamos? Acaso...¿Ambos habíamos echo el mismo calculo para llegar allí en el mismo día?
Había tenido miedo de estar en aquellos lugares, pero su compañía, de cierto modo me inspiraba seguridad...

.- Me has asustado... - murmure. Intente seguir en lo mío, pero verle allí, a aquella distancia y en aquel lugar, no me lo permitía.
Lo mire en aquella oscuridad, la única luz que había era su varita, pero era la necesaria para alcanzar a verle, realmente no había cambiado nada desde la ultima vez, sus ojos parecían tan claros como siempre y...

.- No esta permitido usar magia, son cuevas muggles .- le comente mientras me volvía a mi bolso. En aquel pequeño bolso llevaba de todo, busque dentro, ¿Donde había dejado el agua? Prendí un fósforo y mire, estaban allí, en la entrada, cogí una botella y me gire nuevamente a él .- Es agua -. dije mientras tiraba la botella. Me senté en el suelo y bebí de mi botella, estar en aquel lugar era agotador.

No tardé en reir por sus comentarios.
- Vaya, no tardas en sancionarme - dije sonriendo mientras apagaba la luz. No lo habría hecho de no ser que seguir la corriente de esa chica era la única forma de poder seguir molestándola más adelante. - Tu cerilla no aguantará demasiado, esto es mejor, no crees? - saqué una linterna del bolsillo y la encendí, iluminando lo que restaba de metros que nos rodeaban. Más piedras.
- Llevas mucho tiempo caminando? No parece cambiar el entorno por mucho que sigamos... - comenté, observando la oscuridad que se asomaba a lo lejos. Me parecía curioso encontrármela en los lugares menos corrientes. Aunque estaba visto que ella no era normal.

Comenzó a reír. Le mire en silencio, con mis ojos sobre él. .- No te parece que sería muy fácil si ocupásemos magia para todo? -. pregunte. Encendió una linterna y alumbro el lugar ¿Por qué demonios no había pensado en eso antes que él? .- Gracias -. dije en un suspiro, me era de ayuda.

.- En realidad, llevo toda la mañana en esto, ya no se donde esta la salida y parece que nos hemos perdido, este mapa no me coincide.. - murmure echando una fugaz mirada al mapa.

Pensé en que íbamos a hacer, se suponía que seguir caminando... Pero, ¿Qué si estábamos en el camino equivocado? Y si seguíamos, bajando y bajando... Aquello en realidad, no estaba bien y a ratos me desesperaba no ver a nadie mas, ver rocas a todas partes y sobre todo, no ver luz solar.

- No uso magia para todo, creo que hay cosas mejores depende del caso - contesté sin sentarme. Supuse que por su poco estado físico el recorrido que yo había hecho en pocos minutos, había hecho que ella se cansara y tardara más, siendo obvio que luego tenga que descansar. Ese tipo de descanso que yo nunca admitiría para mí mismo.
Esbocé una media sonrisa.
- No todo es lo que parece Granger... que esta cueva se encuentre en territorio muggle no significa que sea una cueva normal- saqué la hoja de periódico que guardaba y se la lancé hasta que cayó sobre su regazo. En la página citaba: Excursionistas perdidos. Más desapariciones en la Cueva Maldita? - y así muchos casos parecidos refiriéndose a este lugar... o estos pasadizos cambian o hay algo aqui adentro que no deja volver a los que se internan a la salida - miré hacia Gryffindor y alcé una ceja- Vamos Granger, creía que te enterarías de algo antes de venir.. o crees que el misterio es más interesante? - sonreí, comenzando a caminar para seguir el camino.

Me lanzo una hoja, no sabía de que se trataba, pero me vasto con leer el titular para saberlo .- Y con que motivo o razón un profesor de Hogwarts nos metería en este lío? -. pregunte a Jack. Prontamente comenzó a caminar ¿Caminaba sin saber a donde ir? Porque dudaba que supiese de la salida, o a esas alturas ya hubiese estado fuera de aquel agujero. Me levante y camine tras él.

.- Los "misterios" no me parecen tal hasta que los consideras... - le comente alumbrando con una linterna nuestros pasos.

Caminaba tras él, parecía saber hacia donde iba, de echo el chico siempre parecía estar seguro de todo lo que hacia, pensaba o decía, de cierta forma aquello siempre dejaba que pensar. - A donde vas? -. pregunte mirando el cielo del lugar, en realidad solo a pasos sobresalían pequeñas puntas con algo de filo.

- Motivos de un profesor de Hogwarts para enviar un trabajo en verano? No me hagas responder a eso, creo que soy el último al deberías preguntarle, pero... siendo sincero, no creo que nadie más que nosotros se haya enterado del trabajo, te deja que pensar, no? - sonreí de lado sin detenerme entre las rocas. En mi mente no podia evitar formar algunas conjeturas respecto a eso, pero despues de todo sólo estaba ahí con fines de reunir más que información para la escuela.. para mis propósitos.
- Nunca te has preguntado sobre el Triángulo de las Bermudas? todo un misterio sin duda y sin mediar el mundo mágico. - comenté. No me importó que me siguiera, a fin de cuentas, no habia otro camino que seguir o retroceder.
- Voy a hacer el trabajo, y tu? - respondí.- No hay muchas desviaciones de caminos, pero pronto aparecerán. Hay que fijarse en.. señales como esta - señalé la humedad de algunas rocas.- La humedad indica que el camino conduce al centro de las cuevas y que acabarán bajo el agua. Habrá que mojarse los pies o incluso más, estás dispuesta Gryffindor?
Rei sin desviar mi atencion del camino.

.- De todas maneras... - susurre. ¿Entonces, estábamos ambos, solos, en aquella cueva? ¿Y si no salíamos de aquel lugar? ¿Alguien nos buscaría? Debían pasar unas cuantas horas para que al menos comenzaran a preocuparse y para buscarnos, aún mas.

.- A veces lo pienso, pero nunca se llega a alguna respuesta medianamente lógica, supongo que algún día habrá que averiguar por nuestra cuenta -. dije pensando como sería una aventura de ese tipo.

.- ¿Por qué motivo mas estaría aquí? Creo que si no fuera por este estúpido trabajo, no me hubiese asomado a estos lugares y menos sola, de cierta manera agradezco que aparecieras por aquí -. dije con sinceridad.

¿Por qué reía en aquellas circunstancias? ¿Qué causaba tanta risa? ¿Acaso quería que muriésemos en aquel lugar? O nos uníamos y salíamos o no veía otra opción. .- Estoy dispuesta, de alguna manera debemos salir de aquí, pero no te niego que me aterra la idea -. comente mientras miraba como mis pies comenzaban a caminar sobre una superficie mas blanda, seguramente comenzábamos a acercarnos a aquellos lugares de los cuales había hablado. El frío comenzaba a calarse por mi cuerpo, la temperatura en aquel lugar estaba bajando cada vez mas y no estaba segura hasta que punto mi cuerpo sería capaz de poder aguantar.

La miré con extrañeza, sin detenerme en el camino. Sería capaz de ir al Triángulo de las Bermudas sólo para averigüarlo? Dudaba de que esa chica fuera capaz de ir hasta ahí sólo para eso. No parecía existir mucho más que sus amigos, su familia y sus conocidos para ella.
- Para tí, todo es más interesante desde los libros, no es lo mismo- sonreí al oír el segundo comentario, que daba por evidente mi pensamiento sobre ella. No estaba acostumbrada a esto.- los trabajos prácticos son mi especialidad, los teóricos los odio. Imposible que olvide lo diferentes que somos, Granger - atravesé un estrecho pasillo, oyendo los dificultosos pasos de ella por detrás.
- Quien dijo que la salida iba a estar bajo el agua? - respondí - no busco salir, pero no encontrarás la salida sola sin magia de tu parte, no estás acostumbrada a estas cosas, pero si quieres salir, busca las marcas que he dejado, se iluminan en la oscuridad y están en las paredes.
Llegamos a una pequeña abertura que daba a una sala poco espaciosa. No había más salidas, tan solo agua en el centro. Dejé rápidamente el portatil en el suelo antes de mirar las profundidades del agua.

.- No hace falta que me lo digas, diferentes en su totalidad, agua y aceite... - susurre. Me comento que detestaba los trabajo teóricos, que su especialidad se trataba de los prácticos. .- Eso sería como complementarnos, se que suena extraño, pero créeme que sería capaz de hacer tus teóricos si tu hicieras mis prácticos, pero aquello no es correcto y no sería lo mismo... - dije pensando en aquella tonta idea.

Pensé en sus palabras sobre la salida .- A estas alturas es tonto no usar magia, estamos en medio de la nada y realmente la magia nos facilitaría las cosas... - Era increíble como aquel chico me hacia cambiar de opinión así como así. ¿Desde cuando había dejado de llevarle la contraria? Me sentía tan confundida en aquellos momentos, no lograba pensar con total claridad e incluso parecía estar mucho mas lenta de lo normal.

Delante de nuestros ojos había una gran posa de agua. ¿Cuanta profundidad podría tener? ¿Cuan lejos podría estar el otro lado? Me detuve detrás de Jack, al instante dejo su portátil en el suelo y nuevamente volvió su mirada al agua. ¿Tan rápido tomaba las decisiones? .- Vamos Jack, piensas cruzar este lugar? .- pregunte con cierta preocupación en mi voz.

- Vaya, no esperaba ese tipo de sugerencias de parte de una prefecta tan estudiosa como tú - reí mientras calculaba los metros de profundidad. Desde luego, necesitaba algo que me indicara los metros con un sonido al tocar el fondo y algo que me iluminara el agua para descubrir si había algo. Pensé un momento, repasando mentalmente lo que había traído conmigo; portátil, cámara, mechero, linterna, bolígrafo con luz, botella de plástico y por último, varita.
Rebusqué en mi bolsillo, encontrando el bolígrafo de metal para encenderlo y tirarlo al agua.- Deberías pensar más, Granger, estarás perdida si llega el caso de que no tengas varita - sonreí cuando me giré hacia ella y comencé a quitarme la camiseta con rapidez. Apunté con la varita impermeabilizando la linterna que ella portaba, el mechero y la cámara. - Hay siete metros de profundidad- anuncié, guardándome todo en los bolsillos del pantalón. Siempre era bueno tener un hechizo de espacio incalculable.
- Vienes? o es demasiado riesgo para una leona? - sonreí de lado, ya sentado en el borde del pozo de agua. El bolígrafo aun seguía iluminando el espacio acuático.

Sus comentarios comenzaban a molestarme, seguramente, pronto explotaría. ¿Acaso no podíamos comportarnos como adultos? ¿Por qué siempre con aquellos comentarios insoportables? ¿No conocía el sentido de las bromas? Me parecía que aquel chico, ya era un caso perdido, en realidad, me cansaba.
Comenzó a sacarse la camiseta ¿Como podía soportar eso? Yo a poco soportaba aquella temperatura aún vestida.
.- ¿Crees que me quedare aquí? -. pregunte con cierta ironía. Saque mis zapatos y el abrigo, guarde todo en la pequeña cartera. Estaba en camiseta, faltaba poco para que mi cuerpo comenzase a temblar.

El Slytherin, había dicho que aquello tenía siete metros de profundidad, pero...¿Cuanto tendría en distancia? Si eso tenía siete metros, no había posibilidad de que en distancia hubiese menos, debía ser lo mismo en promedio y tal vez, un poco mas.
Me senté a su lado, no tarde en sentir el frío ir de mis pies a mi cabeza. ¿A cuanta temperatura podría estar aquella fría agua?
Tome un poco de aire y me sumergí, ya no debíamos seguir perdiendo el tiempo. La sensación de nadar bajo el agua, me era en su totalidad extraña. En un principio, había tardado en acostumbrar mis ojos al agua, pero prontamente vi claro. ¿Vendría Jack tras de mi? Eso esperaba, en realidad... Cada cierto tiempo mis pies y mis manos daban contra rocas, pero debía seguir hacia adelante. Luego de haber avanzado una buena cantidad, fui a la superficie y un poco desesperada respire, realmente había tardado en hacerlo, cuando mis pulmones sintieron aire avanzar por ellos y estando lo suficientemente bien nuevamente, respire profundamente y me sumergí. Al instante las mismas sensaciones de hace poco, abarcaban mi cuerpo, tal vez, el frío lo había superado o me había acostumbrado a ello. Intente salir algo desesperada, pero al ir hacia arriba había notado que ya no quedaba un espacio entre el agua y el cielo, a esas alturas el agua había ocupado todo el espacio. Jack debía saber eso, debía tomar el suficiente aire para luego avanzar sin dificultad. Pensé como hacerlo, pero no tenía respuesta para ello, ni siquiera habíamos hablado de que hacer, simplemente nos habíamos tirado allí. "Vamos Jack, debes tomar aire, luego ya no hay opción" pensé. ¿Qué posibilidad había de que nos conectáramos? De todas maneras, debía y lo había intentado. Nade rápidamente intentando encontrar el otro lado de aquel lugar, prontamente vi el agua mas clara ¿Estaría la salida allí? No hacia falta seguir pensando había llegado al otro lado, pero Jack aún no estaba allí. Hice fuerza con los brazos y me plante en el áspero suelo. Me encogí allí, mi cuerpo sentía el frío, mi pelo estaba totalmente húmedo y mis labios estaban de un color morado, mi cuerpo temblaba. Busque en mi cartera el abrigo y lo puse sobre mi cuerpo, luego me levante y me acerque al borde del agua, en realidad me preocupaba que aún no llegase.

Se adelantó a meterse en el agua, no me sorprendí, pero no la seguí. Al menos no todo el tiempo.
Había varias cavidades entre las rocas, varios túneles en los que podías llegar a otros lugares. Cual sería el correcto? Eché un vistazo a la chica Gryffidor, que parecía saber muy bien hacia donde iba puesto que su rumbo fue directo por el túnel rocoso más extenso. La seguí con curiosidad, quizá había visto algo... hasta que lo vi yo.
Algo pasó por el agua, pude notarlo. La corriente de agua se había movido. Me detuve, volviendo a sentir la corriente moverse. Una sombra pasó rápidamente. Agudicé los oídos.. pero nada. Seguí el camino, teniendo que respirar un momento en la superficie para luego nadar más rápido. Llegué tras un largo recorrido a la imagen de luz en el agua. Nadé más rápido, habiendo escuchado la advertencia de Granger, y salí a la superficie sin problemas, apoyándome con los antebrazos en el borde de piedra sobre el agua. Miré hacia arriba y vi a la chica cubierta por su abrigo.
- No es muy inteligente siendo que tu ropa está mojada, tendrías que habértela quitado antes de entrar en el agua. - comenté sin burla mientras me sentaba, ya saliendo del agua. Pasé mi mano por el rostro, sacándome el exceso de agua y de los cabellos.
- Estabas preocupada por mí? - pregunté, viendo su expresión y riendo un poco mientras observaba el nuevo entorno, mucho más grande que el anterior. Varias arcadas naturales daban a otras galerías similares.

Los segundos parecían hacerse eternos, el tiempo que Jack había desaparecido de mi vista parecía aún mucho mas largo, él me preocupaba.
Luego de dar vueltas, moverme de un lugar a otro, de acurrucarme de dar mil vueltas mas, lo vi salir, allí estaba... Se apoyo y salio sin problemas, realmente tenía agilidad para la actividad física, y parecía ser, que tampoco tenía mayores problemas con el lugar.

Me comento que no era nada inteligente estar abrigándome si no quitaba mi ropa, pero ¿Qué quería que hiciera? Estaba en camiseta y sin zapatos, no creía que pudiese quitar aún mas ropa.

.- ¿Qué esperabas? ¿Como no estarlo? -. hice las preguntas una tras otra. ¿De que manera podría reaccionar?
Moví mi varita de arriba hacia abajo y allí estaba, nuevamente con zapatos y abrigos, se podía ir al diablo la idea de no usar varita, acomode el pequeño bolso y le di la espalda.
Aquel lugar me parecía de cierta forma fantástico y de otras terrorífico, el no saber acerca de la salida me atemorizaba.

Di unos pasos, esta vez parecía estar mas segura de mi misma, ya no debía temer, de alguna manera debía salir de allí y cambiando la actitud a otra mas positiva, seguramente ayudaría. El lugar, se volvía mas rocoso, mas seco, a ratos húmedo, pero prontamente volvía a lo seco, aquel tipo de clima, era totalmente extraño, ni un libro explicaba algo así. A pesar del áspero lugar, el musgo en las paredes era evidente. Me detuve de pronto, la luz en el lugar escaseaba .- Lumus.- susurre. Habría deseado no prender mas luz, mis ojos se había encontrado con restos de huesos y los que parecían ser, restos humanos... "Demonios" pensé.

Avance, aunque ahora mucho mas lento, no quería encontrar otra sorpresa, mis ultimas palabras con Jack habían sido en cuanto había llegado a la superficie, luego de eso, me había girado y había avanzado, ni siquiera estaba totalmente segura de que el me acompañase. Sentí como jalaban de uno de mis pies. ¿Qué pasaba? ¿Qué era eso? No tarde en caer al piso y sentir como me arrastraban por él ¿Por qué estaba en blanco? ¿Por qué no hacia un hechizo? ¿Qué demonios pasaba? ¿Por qué de pronto estaba tan perdida?
No tuve la noción de cuando perdí la consciencia, de pronto todo se nublo, vi oscuro, oscuro, oscuro... Voces no escuchaba, y por mas que intentase mover mis extremidades, parecía haber olvidado como hacerlo. "Vamos Hermione, abre los ojos, debes hacerlo" Repetí en mi cabeza. No veía nada, pero estaba segura que estaba despierta, aquello no podía ser un sueño, nada de lo que pasaba lo era. ¿Donde estaba? Y...¿Mis recuerdos? "Abre los ojos, abre los ojos" me repetí a mi misma.
Tome cierta fuerza de donde no la había y logre abrirlos, aquello me impresionaba, la luz parecía segas mis ojos. ¿Y la oscuridad? ¿Qué era ese lugar? Gire con cierta lentitud la cabeza y vi muchos arboles ¿Estaba en un bosque? Y ¿Las cuevas? ¿Donde estaban? ¿Jack?
Intente levantarme, quería hacerlo, debía hacerlo.. Al intentar levantarme, solo conseguí volver a caer en aquel pasto, no podía hacerlo, no podía levantarme. Pegue mi oído al piso, sentía pasos, alguien debía venir. Quise gritar y pedir ayuda, pero si al hacerlo corría mas peligro? Gire mi cabeza, era la único que podía hacer. ¿Qué eran esas criaturas? Jamas había visto semejantes, eran pequeños y amarillos, de aspecto temible. Rodé mis ojos hacia abajo logrando ver mis manos, tenía mi varita en ella, y aquellas cosas, no debían verla. ¿Que podía hacer?
Pensé rápidamente, deseaba desaparecer, cerré los ojos y visualice las cuevas en las que recordaba haber estado, aquello no podía ser mi imaginación. Apreté mis ojos aún mas, como si con eso pudiese lograrlo, pero era imposible, tal vez, aquel lugar tenía algo que impedía desaparecer y si era así, aquello debía ser mágico. ¿En donde estaba? No recordaba haber estado en un lugar así, jamas siquiera lo había visto. Debía hacer algo, no podía dejar las cosas así. Intente mover mi mano, concentre todas mis fuerzas en hacerlo, por un minuto, sentí que mis dedos los podría abrir, claro yo podía hacerlo, tal vez tener a esas criaturas allí, me lo permitía. Solté mi varita, lo había logrado, al fin... Luego de que estuvo en el pasto, pose mi mano allí, ya no se veía, esas criaturas, acortaban distancia, realmente, ya no faltaría nada y estarían a mi altura. Cerré los ojos y fingí estar dormida, sentía las respiraciones allí, cerca de mi rostro y las cosas comenzaron a empeorar, se habían acercado hasta quedar casi sobre mi cara. "Tranquila Hermione" me repetí.
.- Granger, Granger, Granger -. escuche como hablaban entre sí. Murmuraron oto pequeño tiempo y luego sentí como se marchaban. ¿Qué se podría significar todo eso? Abrí los ojos cuando supe que estaba sola y busque alguna manera de salir de allí.

No hice más que mirarla con extrañeza mientras sonreía ante su preocupación. Decidí seguirla para ver dónde terminaba; se veía a leguas que ese lugar ya no tendría lógica para avanzar, ni siquiera sabíamos qué debíamos buscar. Aunque siendo el problema el perderse, quizá el trabajo consistía en conseguir salir. Y luego nos decían a nosotros que éramos crueles en las formas de adiestrar... Sonreí, pero miré con curiosidad cuando Granger cayó al suelo, arrastrada por algo que la llevó por otro pasillo.
Apresuré el paso ligeramente hasta mirar desde la esquina a un pequeño duende amarillo. A juzgar por su aspecto árido y textura rocosa en su piel, parecía vivir en esas cuevas, quizá eran ellos los que se encargaban de proteger ese lugar.
El duende siguió arrastrándola sin que ella pudiera moverse. Por qué no se resistía? Sería mejor no comprobar tocarlos por las dudas.
El pasillo del duende terminó sin salida, o eso creí antes de ver cómo las rocas parecieron moverse para apilarse una contra otra y dejar un hueco por el que pasó el bicho junto a la chica.
Esperé unos segundos más y corrí hacia la obertura, pasando a tiempo antes de que se cerrara. El duende pareció advertir un movimiento y se giró después de que me escondiera tras un árbol.
Un momento.
Miré hacia mis propias ropas... desde cuando habían cambiado? desde cuando llevaba esa ropa anticuada? Fruncí el ceño, mirando el traje oscuro, si no tenía mala memoria (que no la tenía) sería del siglo diecinueve. Era una broma?.. o es que esta cueva tenía agujeros temporales?
Eché un vistazo detrás del árbol y vi a Granger con un vestido beige, sería propio de las chicas de su edad, esas que estaban prontas a casarse tras presentarse en sociedad a los múltiples solteros con tal de cazar marido. Vaya, eso sí que era gracioso.
Reprimí reirme y observé que venían más duendes amarillos. Serían sirvientes de algún señor? Decidí limitarme a mirar. Los duendes pronto se convirtieron en hombres y cargaron a Granger en lo que, según la mente de uno de ellos, sería el camino hacia la mansión de un gran mago, donde celebraba una fiesta social.

¿Como había llegado a aquel lugar? No podía encontrar respuesta, realmente, aquello, no llevaba nada de lógico consigo. Era una completa tontería ¿Sería parte de aquellos extraños sueños? ¿Estaría pasando eso en verdad? ¿Por qué nadie me ayudaba? Y... ¿Harry, Ron? ¿Donde estaban? Me mire de reojo, mi ropa había cambiado, de echo era antigua, no era de la época. Abrí los ojos de golpe, aquellos duendes me miraron extrañados, como si fueran mis conocidos, como si les diera igual mi expresión y lo confundida que estaba. Aún mas sorprendida estaba, aquellas cosas amarillas, se habían transformado en grandes caballeros con trapos parecidos a los míos, luego me cargaron. ¿A donde me llevaban? ¿Por qué precisamente a mi? Cielos, en aquellos minutos, deseaba que algo bueno me pasase. Largo rato me cargaron. Me sentía indefensa, así lo estaba...
De golpe, me dejaron caer, había dado contra todo el piso. - Camina -. me dijeron con cierta "autoridad" tono que me molesto. Me di la vuelta con la intención de salir, pero aquello había sido aún peor, ahora me arrastraban.

El supuesto parque donde estábamos, pronto desembocó a calles londinenses. La empedrada por donde pasaban bastantes carruajes estaba llena de suciedad típica de la época donde estábamos y aun abundaban charcos que presentaban signos de lluvias recientes. Si no fuera por los intentos de Granger de zafarse de los acompañantes que la arrastraban, habría olvidado que la seguía. Apresuré algo más el paso entre la cantidad de clases sociales que llenaban las calles y observé desde cierta distancia a los caballeros que se la llevaban.
Una mujer pareció salir a su encuentro.
- Oh, señorita Granger.. qué hace por estos lares? Tendría que estar en su casa preparándose para la fiesta de esta noche - dijo la mujer pomposa con un vestido que simulaba un pastel. - Madam Bomburie estará ansiosa de poner a raya a su hija, siempre desaparecida - miró con desaprobación, batiendo su abanico.
Uno de los hombres se dirigió a ella.
- Estamos poniendo remedio a ello, la señorita Granger llegará a tiempo Señora Ludlow
Ludlow?... no, habría oído mal?
Pasé mi mano por una de las cabezas de los hombres que pasaban apresurados y recogí un sombrero que posé en mi cabeza antes de apoyarme en el muro con la intención de escuchar disimuladamente.

El lugar, sin duda, no sería nada del presente, habíamos llegado a algo antiguo, era un ciclo ya pasado, estábamos en el pasado... ¿Qué habrían tenido esas cuevas? Porque evidentemente, no eran normales. La ciudad era antigua y las personas vestían todas similares a lo que yo traía. Intentar zafarme no había tenido éxito, ahora me habían introducido a un gran jardín de una "lujosa" casona. Seguramente los dueños de ese lugar, tenían mas clase que el resto.
¿Yo? ¿prepararme para una fiesta? Já. Todo era tan extraño... Según aquella señora de gran vestido, debía estar en mi casa preparándome. "Cielos" pensé. Seguramente, yo también tendría cierto dinero bajo las mangas. Todos me llamaban por mi apellido, era como si me respetasen.
¿Debía hacer como si entendiese de lo que hablaban? ¿Debía decirles que no tenía mínimas ideas de que se trataba?
Se suponía que para el siglo, todos eran de cabezas cerradas, nadie entendía nada y no se dudaba en hacer daño a las "personas extrañas".

Hablaban de mi, como si fuese la típica chica rebelde que escapa de sus obligaciones. Es que estaba segura de que si seguían tentando a Hermione Granger, no pasaría mucho y la encontrarían.
Lu.. Ludlow. Mi corazón se detuvo y tan rápido como se había detenido, había pegado un brinco y ahora estaba latiendo mas rápido que de costumbre. ¿Sería una coincidencia? ¿Sería Jack Ludlow? ¿Se trataría de otro Ludlow? Cielos...

Antes de siquiera poder seguir pensando con claridad, mis pensamientos nuevamente fueron interrumpidos, comenzábamos a caminar.
Los caballeros que hace poco me habían cargado, ahora me dejaban en la entrada de la gran casona y a mi encuentro salían criadas, cada una por mis lados, me agarraron por los brazos y tiraron de mi adentro. ¿Donde estaría Jack?
- Señorita Granger... - murmuro una joven chica, era timida y me trataba como a una autoridad.
.- Debe prepararse -. interrumpió la otra chica.

¿Como suponía debía prepararme? Y es que parecía que en aquella casa, todos me leían los pensamientos. Ambas jóvenes, no tardaron en hacerme pasar a una habitación de dama. Era antigua, como todo. Camine por el crujiente piso de madera y mire algo como agendas, se leía: Señorita Granger -Es que en ese lugar, todo parecía llevar mi nombre. Al dar unos cuantos pasos mas, encontré un trozo de pergamino, ahora se leía "Ludlow, el hombre predilecto" y es que si aquellas palabras me habían impresionado, mas lo había echo el reconocer mi caligrafía en aquella oración.

La chica que parecía tener mas edad y experiencia y la que sin dudas no era tímida, carraspeo un poco llamando mi atención, seguramente mi rostro estaba algo embobado. .- Puede vestirse. - dijo depositando en mis manos un vestido mucho mas "elegante" que el trapo que llevaba por ropa. Lo mire, era claro, no era ese color desteñido, era de un color morado y rosa, con cintas. A pesar de que el resto de chicas llevaban vestidos anchos que parecían globos, el que ahora daba por mío, era mas ceñido al cuerpo, aunque tenía ciertos vuelos. - Aquí tiene el corset, señorita -. dijo la joven tímida. No me miraba, tenía su mirada colada en el piso.

.- Gracias -. mis labios se curvaron, y a pesar de haber querido formular otra palabra, de mis labios no salio mas. Ambas se retiraron haciendo una reverencia y cerrando las puertas tras de si. Mire mi cuerpo y mi rostro en un gran espejo que había a un costado. ¿Qué debía hacer?
Busque mi varita en mi ropa, no estaba. "Demonios, lo ultimo que podía suceder" Deseaba que estuviese en donde estuviese Jack, mi varita estuviese en su poder. Me vestí con cierta desconfianza y puse el incomodo corset por mi abdomen, luego con la misma rapidez, puse el vestido y por ultimo, puse unos zapatos de tacón.
Mire mi extraña apariencia por ultima vez y luego salí. Camine por un largo pasillo, mirando entra tanto y tanto hacia adelante y hacia atrás.

De la nada, apareció una señora ya mayor y me hablo .- Señorita Granger -. me dijo con una pequeña sonrisa. - Ya venía por usted, pero por lo visto, se me ha adelantado -. me dijo agarrándome de un brazo y tirándome por el pasillo. - Excelente elección de vestido -. dijo mirándome, como si me examinara. - Nunca nos defrauda, siempre con su buen gusto por la ropa -. seguía hablando, pero poco a poco deje de prestarle atención. Pasamos por diferentes pasillos y habitaciones, todos me saludaban con un "Buenas, Señorita Granger" y seguido de eso, hacían una reverencia. Aquella señora, caminaba a paso rápido y yo, con tacones, parecía correr a su lado, mas de una vez, ya había torcido mis tobillos. - Que extraño caminar tiene hoy -. dijo de pronto la mujer rechoncha.

Me paro en seco y me hizo señas para que avanzara antes que ella .- Su alteza-. hizo una referencia y se marcho. Mire adelante casi atónita, frente a mi, estaba la realeza, lo había leído en historia muggle, eran los mismos rostros de antiguas fotografías. Lo único que atine a hacer fue lo mismo que la mujer rechoncha he hice una reverencia.
.-Hermione -. sonrío la dama -. Ya prontamente llegara nuestro hijo, creo que ha echo la mejor elección de todas -. dijo como si estuviese orgullosa.
.- Nos alegra que pases a formar parte de la familia -. dijo el varón. ¿Yo, parte de la familia real? Es que aquello cada vez parecía mas y mas irreal.
.- Allí viene-. dijeron a la vez. No quise girarme, solo baje la mirada y escuche como poco a poco los pasos parecían acercarse más y más.

Apenas pude escuchar nada más, pronto se llevaron a Granger fuera de mi alcance. Aunque tampoco es que tuviera la intención de seguirla a todas partes, pero tampoco podía dejar ese lugar sin ella.
Suspiré con cansancio antes de volver a caminar con rapidez, pero alguien me cogió del brazo. Ah, había olvidado ese pequeño detalle y ahora tenía a la señora "Ludlow" mirándome con ojos horrorizados.
- Qué haces aquí Jack? Es que acaso ahora los jóvenes se dedican a pasar de sus obligaciones?- dijo abanicándose compulsivamente.- Estabas siguiéndola? Sabes que ella ya ha cazado marido y sinceramente, no te conviene cortejarla, nuestra familia tiene mucho más... nivel - añadió con una sonrisa de suficiencia.
La miré extrañado, sin saber qué decir realmente. Aunque no tardé en recomponer algo casual.
- Sólo daba un paseo, siento si me he pasado con las horas, madre. - dije sonriendo con tal de ganarme algún favor y hacer callar ese sonido chirriante de su tono de voz.
La señora frunció levemente el ceño, estudiándome y luego señaló el carruaje que había junto a la calzada.
- Siempre intentando librarte Jack, algún día no te funcionará - dijo rindiéndose- sube, iremos a casa antes de que empiece la fiesta del Varón, suerte que viva cerca de nosotros.
Seguí sonriendo como fiel actor y subí al carruaje, ocultando bien mi varita en el bolsillo.
- Encontraré otra forma y lo sabes - respondí, escuchando el resoplido de la mujer. Las calles comenzaron a ser imágenes móviles tras los cristales y pronto volví a ver a los hombres que acompañaban a mi compañera de curso. No pude alcanzar a saber muy bien a dónde se la llevaban, pero a juzgar por sus mentes, no correría peligro.
El paso por la mansión fue rápido y tampoco es que me gustara gastar tiempo en prepararme para una fiesta, por mucho que la situación fuera décadas antes de que naciera.

Todo aquel lujo de casa con centenares de personas era un incordio, comenzaba a ponerme de mal humor tener que aguantar una situación como esa, pero la expectación en el trabajo seguía siendo mi cometido y si tenía que saludar a millones de personas sólo porque mi "madre" me lo dijera, lo haría. Al menos tuve la certeza de que lo hice durante dos horas antes de tener que acabar con una copa de lo que me pareció vino blanco, junto a una de las ventanas del fondo de la sala con tal de no bailar con más casamenteras.
Pronto, algo pasó. Todo el mundo pareció girarse a la vez cuando los anfitriones recibieron a alguien y pude ver a Granger junto a ellos. Mis ojos recorrieron la sala para buscar al que sería su prometido. Aquello me hacía gracia, pero Granger no parecía estar demasiado contenta con su destino.
El chico llegó, entrando por la puerta principal con rapidez hasta llegar junto al resto de la familia. Según lo que leí, el tal Alphonse se había quedado dormido en su cuarto con la llave puesta.
- Lo siento, me he retrasado.. Mis saludos Señorita Granger- saludó con una sonrisa, mirándola. No era un chico muy alto, típico inglés de cabellos rubios, ojos azules y pequeños y cara estirada.
Bebí de mi copa, vaciándola para depositarla sobre la mesa de mantel blanco y seguí observando con interés, acercándome de entre la gente hasta una distancia prudente.
Las imágenes se distorsionaron unos segundos y fruncí el ceño para intentar enfocar. No podía ser la bebida, sólo había tomado una copa.. o quizá más, desde cuando perdía yo ese control? Aun así, la falta de alcohol habitual hacía posible la borrachera con pocas dosis.
Apreté los ojos y los entorné para volver a enfocar, al menos recobré algo de visión, pero el mal humor comenzó a aumentar sin remedio de entre tanta música, tanto ruido, tanta acumulación y gente moviéndose y empujando... y encima ella ahí y yo teniendo que aguantar esto. Desde cuando? Si todo aquello no era más que el pasado, daba igual que fuera contra las normas, no tenía ganas de seguir todo ese guión insoportable de novela romántica.
Sin ocultar mi mala cara, me hice paso de entre los demás hasta llegar a Granger, no reparé mucho en los rostros sorprendidos de la familia feliz.
- La Señorita Granger debe irse un momento, si nos disculpan.. - dije sin poder evitar el comportamiento con tono gélido. Tomé de la muñeca a la Gryffindor para no perderla de vista mientras la alejaba de los susurros de las señoras que nos miraban y todo aquel alboroto insoportable. Solté su mano cuando acabamos en uno de los pasillos laterales donde ya nadie se encontraba y me giré hacia ella.
- Has tardado mucho, no crees? Estoy por volverme loco.. y no creo que eso sea bueno, he bebido de más y ya no soporto las viejas y las niñatas que me miran como si fueran a desmayarse de un momento a otro - dije quejándome, algo que incluso me desconcertaba a mi mismo horas más tarde cuando ya podía decir que estaba lúcido. Aun con la distorsión de mi vista, no se me pudo escapar la extraña apariencia que ella lucía, diferente a cuando la vi en el parque.
Me fijé mejor en ella y en su aspecto, pasando mis ojos por su cuerpo hasta llegar al rostro.
- Pareces una de ellas - musité con algo de diversión momentánea al sonreír, mintiéndole.- qué tal con tu prometido? Piensas invitarme a la boda? Podemos escribirlo en el trabajo para el profesor - sugerí riendo cuando me senté en una de las butacas del pasillo sin desviar la vista de Granger.

El lugar de pronto tenía mas gente y es que cada vez mas me impresionaba lo que podía pasar en aquel lugar. Respire conteniendo mi incomodidad.
Los pasos de hace momentos ahora estaban frente a mi, sus zapatos estaban bajo mi vista y casi por obligación tuve que incorporarme y estirar mi mano, "mi prometido" la beso y luego me obligo a mirarle. Se excuso y luego me saludo con "Mis saludos Señorita Granger" a lo que solo pude responder con una pobre sonrisa. ¿Por qué todo eso precisamente a mi? Las personas nos miraban era como si fuésemos una "pareja perfecta". Que gran tontería, todos estaban erróneos, y yo como una gran estúpida tenía que seguir aquel teatro, sonrisas y comportamiento, guardar mis comentarios y tratar a todos como si de Dioses se tratara.

La mirada del chico que seria mi "prometido" me incomodaba, de cierta forma me recordaba a las acosadoras miradas de Cormac McLaggen. ¿Es que todos tendríamos o seríamos alguien del pasado? Le sonreí al joven y luego desvíe mi mirada a la gente que nos acompañaba. Mire a persona por persona y entre tantas pude ver a Jack nuevamente, eso me aliviaba, al menos, no estaba sola. ¿Jack, me recordaría o se había "transformado" igual a todos?
Volví mi mirada a la gente que tenía a mi alrededor, era como estar en una cuna de oro. Le sonreí a sus altezas y luego al joven, todos parecían estar expectantes a lo que hiciésemos, como si fuéramos el show de la nobleza.

Por un segundo mi cara se deformo y deje a flor de piel mi miedo a que aquello terminase siendo algo horrible, tuve que ocultar todo eso con una sonrisa, una falsa sonrisa que seguramente mas de alguien notaría. Eche una ultima mirada al joven, por su cara podría afirmar que mi "amistad" con Jack no le parecía, seguramente había una historia mas a fondo que ni él ni yo conocíamos, luego intento disimular he hizo una débil sonrisa.

El Slytherin, me tomo de la muñeca y me hizo avanzar a su paso. Por un minuto pensé que me enojaba, en realidad sentí que estaba estropeando todo, tuve ganas de gritarle y preguntarle que estaba haciendo, pero cuando me di cuenta de lo que estaba pensando me detuve y me pregunte a mi misma desde cuando me interesaba quedar mal delante de desconocidos ¿Desde cuando me importaba que arruinara mi compromiso? Es que parecía que me estaba "acostumbrando" o me estaba haciendo ideas respecto al tema.
Llegamos a un pasillo un tanto vacío y en cuanto estuvimos fuera de la vista de todos soltó mi mano.

.- Crees que he querido tardar mucho? -. pregunte en el mismo tono que él. - Bueno, Jack, no es mi problema que te pases con las copas, yo no fui quien te obligo a beber -. dije tan molesta como él.

Su siguiente comentario no se quedaba atrás, estaba logrando molestarme mas de lo que pensaba que podía llegar .- Tú también pareces uno de ellos -. dije mirándole. ¿Por qué me comportaba de igual manera que él?
.- a ja ja -. dije con ironía, luego puse mis manos en mi cintura y le mire reprobando .- Que bonito, también le podemos escribir que te has emborrachado y que estamos quien sabe donde, seguramente nos toman por locos y nos internan -. dije respondiendo a sus comentarios.
.- Pareces cómodo -. dije mirando como ahora se sentaba. ¿Qué debía hacer? Ya no quería volver a aquella "fiesta" ni fingir algo que en verdad yo no era.
.- Vamos -. dije de pronto, tenía la intención de irme y desaparecer de aquel lugar. Tire de su brazo sin esperar respuesta y comencé a caminar por aquel gran pasillo. Fueron minutos en silencio, pero cuando menos lo esperábamos comenzaron a correr tras de nosotros, los guardias del lugar. - Vamos corre -. me detuve por dos segundos y saque los incómodos zapatos de tacón, ahora corría descalza. El pasillo parecía eterno, y no teníamos otra opción, corrimos, corrimos y corrimos. - Tienes mi varita? -. pregunte agitada y con desesperación. Cogí su mano y pensé en un lugar, debíamos desaparecer, me concentre con los ojos cerrados y cuando los abrí, estábamos en un lugar que de cierta forma no era nada. A nuestro alrededor habían números y letras. Solté su mano y mire el lugar, y de pronto sentí aquella sensación de caer, caíamos, ambos caíamos, mire a Jack. Abrí los ojos de golpe, pero ahora parecía que estábamos aún mas atrás en el pasado.

Casi me rio cuando adoptó la misma actitud que yo. No cualquiera me hablaba de esa forma cuando me enfadaba, y sin duda ella lo hacía sin dudarlo un momento, poniéndose a la defensiva.
- Beber es asunto mío, si - admití sin arrepentirme. Estar ebrio no era realmente habitual en mí, no me llamaba mucho ese tipo de entretenimientos ni tampoco estaba acostumbrado a sufrir sus efectos. Pero no parecía importarme en ese momento. - Créeme que con la cantidad de chicos que beben, lo tuyo llamará más la atención - comenté riendo sin hacer caso al intento de ella de molestarme.
No tardó en sacarme de mi descanso momentáneo cuando tiró de mi brazo para incorporarme y llevarme por los pasillos. No dije nada, simplemente la observé hasta que los pasillos parecían repetidos.
- Sabes a donde te diriges? - pregunté cuando ya tuve la certeza de que íbamos en círculos. Alcé una ceja cuando comencé a escuchar ruidos.
No estaba en condiciones de que mis sentidos estuvieran alerta con el alcohol que tenía encima.
- Seguro que quieres correr? aun estás a tiempo de casarte - dije sonriendo de lado, mirando hacia atrás mientras corríamos el resto de pasillos. Miré en su dirección, enseñándole su varita, que asomaba por uno de mis bolsillos.
- La tengo, pero la magia aquí no surte efecto..- respondí sin quitar ojo de nuestros perseguidores, no me costaría perderlos de vista pero si aumentaba de velocidad la perdería a ella también. Noté su mano en la mía y la miré sobresaltado antes de que acabáramos en un espacio totalmente diferente. Me detuve para observar la multitud de números, letras, cifras que comenzaron a rodearnos, aunque seguía desconcentrado. No estaba acostumbrado a ese tipo de gestos asi que sentí alivio cuando me soltó.
- Debo suponer que este lugar no te suena..- dejé de mirar la acumulación de símbolos antes de que volviera a marearme y fijé mi vista en el suelo. Nos hallábamos sobre baldosas de mármol y nada más que el blanco fondo con letras acompañaba en el entorno.

Sus palabras me dejaban confusa, era lo ultimo que podía suceder, que Jack estuviese borracho no ayudaba mucho, tenía que escapar de los guardias, del chico que sería mi prometido, cargar con Jack y temer y preocuparme de que no nos sucediera nada.- Sería mucho mejor si reservas tus comentarios -. ¿Quien decía que quería casarme? Claro que no.
Jack llevaba mi varita, no dude y acerque mi mano a su bolsillo y tan rápido como pude saque la varita, a pesar de que la magia no funcionase, sentía cierta seguridad, porque en algún lugar debía funcionar. - Gracias -. dije con una media sonrisa.

.- Pues, en realidad, no tengo ideas de en donde podemos estar -. dije confundida. Camine, pero parecía que estábamos en círculos o simplemente que a pesar de dar y dar pasos, el espacio físico no cambiaba. - Qué hacemos? -. pregunte, aunque de todas maneras el estado de Jack no me ayudaría, tenía que pensar por ambos.
.- Mano -. dije, pero parecía no entenderme. Rodé los ojos con cierta molestia y volví a coger de su mano. Cerré los ojos y pensé en un lugar, pero a mi mente nada venía y de pronto comencé a sentir aquella sensación de que todo te da vueltas, respire e intente calmarme. Aún llevaba de la mano de Jack, pero ahora las cosas habían cambiado, ahora estábamos en algo como un subterráneo, era un hospital, algo abandonado... Di unos pasos con la varita en alto, abrí una puerta y entramos por allí, no había nada ni nadie, pero el lugar era terrorífico. Mire nuestro aspecto, vestíamos como cuando estábamos en las cuevas y llevaba conmigo aquel pequeño bolso que parecía hacer milagros. Cuevas, deseaba todo por volver a las estúpidas cuevas, o a un lugar normal.

.- Como volveremos a Hogwarts? -. pregunte a Jack que aún parecía en su mundo. Parecía ser que el "destino" o lo que fuera que nos llevara a esos lugares, aún no quería que volviésemos, parecía que debíamos superar "etapas". Pensé en lo ultimo, claro, aquello era como un juego, cambiábamos de lugar a medida que superábamos la etapa. ¿Y la lógica donde estaba? En aquellos pensamientos no había lógica, incluso había perdido un poco el control, estaba aterrada y era como si en verdad quisiera llorar, porque claro, no le encontraba solución a tales acertijos. - Jack... - susurre sin animos y con miedo al aspecto de tal lugar. Me acerque a él y le abrace, sentía que quería esconderme en sus brazos, como si fuese mi padre y tuviese que protegerme. Ya no podía mas con la situación. - No se que debemos hacer -. susurre en su oído y con cierta desesperación en la voz.