Un baño nocturno

Aquella noche estaba inquieta y además tenía insomnio, para variar. Me había acostumbrado a dormir poco pues cada noche hacia algo distinto, ya fuese comerme todos los dulces que pudieran de la tienda de mamá, o divagar por las calles de Hogmeade. Esa noche como casi todas las noches de esta semana estaba demasiado calurosa, no corría ni una miserable brisa. Pensé mucho en que hacer, si darme una ducha con agua helada o… Una mejor idea… El lago.

Ya había entrado y salido muchas veces del colegio, al parecer Dumbledore no quería meterse en aquello por que jamás me había dicho nada, así que me dispuse a salir en camino del colegio.

Me transforme en la Annie de 11 años, me puse mi bikini y sobre el una hermosa capa negra de raso, que brillaba a la luz de la luna. Partí hacia el colegio y al llegar me encamine hacia el lago, procurando que nadie me viera. Una vez en el lago, deje caer mi capa y me lance al agua, estaba tan fresca y deliciosa que no me daban ganas de salir de allí.

Aquella noche, como ya era costumbre para mi, decidi salir del castillo durante la noche, llevaba apenas unos pocos meses en aquel castillo, pero ya había encontrado las mejores rutas para evitar ser descubierto, en algunas ocaciones me habia cruzado con el inutil Squib encargado de custodiar los pasillos, pero un maleficio imperius arreglaba ese problema con demaciada facilidad.
Mis pasos me llevaron a la salida del castillo, y me prepare para dirigirme al bosque prohibido, pero mi instinto aquella noche me indico otra cosa, un paseo por los terrenos parecia más apropiado, quizas encontrara algo antes de partir a la espesura del bosque.
Como era costumbre, mis instintos no me engañaron, durante mi paseo note que la superficie del lago formaba onda a la luz de la luna, pense que podria ser alguna criatura del lago, habia escuchado de un calamar gigante que lo habitaba, pero una inspeccion rapida me revelo una persona jugando en sus aguas, estaba sola, sonrei, al parecer ya habia entontrado mi diversion para aquella noche.
Al acercarme, note que la persona que estaba en al agua era una chica, una niña, para ser más precisos, bestia un traje de baño de dos piezas, y jugeteaba en el agua, disfrutando de su frescura en aquella calurosa noche.
- ¿No crees que es peligro estar en estos lugares sola en la noche? - Digo mientras mi habitual media sonrisa se dibujaba en mis labios - Nadie podria oirte si gritas por auxilio - aquellas ultimas palabras son pronunciadas con cierto tono de malicia, dejando en la duda si es una advertencia amistosa, o una amenaza pasiva.

La paz del lugar fue interrumpida por una profunda voz, había sentido una presencia extraña, así que no me tomo por sorpresa, sonreí y lleve mis manos hacia mi cabello para retirarlo de mi rostro y así poder ver quien era el dueño de aquella extraña presencia que había sentido hacia unos instantes. Me eleve por los aires, asiendo que la luz de la luna chocara con mi cuerpo. Una vez en alto respondí.-No se que tan peligroso será, es primera vez que estoy lejos tan tarde, y para que pediría auxilio, creo saber defenderme sola- Dije con voz pasiva y dulce.

Una vez dicho aquello me deje caer al agua, volví a acomodar mi cabello y me quede observando al muchacho.

Me quede algunos segundos observandola, la chica no se asusto, ni siquiera se sobresalto con mi llegada, al contrario, su voz se mantuvo dulce y serena, había algo en aquella chica que me intrigo, no podria describir que era, pero su mirada no era la de la chica inocente que aparentaba, había un aura oscura a su alrededor, algo demaciado familiar en su mirada, ¿seria que los monstruos podemos reconocernos?.
Decidi dar rienda suelta a mi curiosidad, el peligro que emanaba de ella era como un imagan para mi, pero aun existia la posibilidad de que aquella extraña aura fuese solo parte de mi imaginacion, ¿podria representar algun peligro una niña de 11 años?.
Me quite la parte superior de mi ropa, y me sumergi en las aguas, pertimiendome disfrutar de la refrescante temperatura del agua, asegurandome que mi varita estuviese a mi alcance en mis bolsillos.
- Eres un poco pequeña para tener tanta seguridad, ¿no? - dije, esta vez en tono inquisitivo, esperando encontrar alguna respuesta a mis recientes inquietudes.

Observe cada movimiento del muchacho, sin duda no era un mago normal pues podía sentir que tenia mas de bestia que de mago, de cualquier modo no era fácil asustarme, pues para hacerlo debía estar muy desconcentrada, y eso casi nunca pasaba. Lo vi entrar al agua y lo mire alzando una ceja. –Alguien te invito a entrar?- pregunte sarcástica mientras me sumergía para explorar el fondo marino.

El calamar estaba durmiendo, era extraño, pero lo hacia, así que lo envolví en una burbuja que cree con mi mente, no quería que nos fuera a atacar… Luego volví a la superficie y vi que el muchacho aun estaba allí. – Pensé que te habías ido-

La observe sumergirse en el fondo el fondo del lago, para salir algunos instantes despues, pude sentir como me observaba, estaba midiéndome, como yo a ella, este juego comenzaba a ponerse entretenido, ¿seria yo cazador o solo presa?.
- ¿Irme? - repetí su pregunta, mientras mi sonrisa se ensanchaba - Tienes una boca muy grande para una niña tan pequeña - permito que mis ojos busquen los suyos antes de agregar - Me pregunto si tendrás el poder para sostener esa confianza tuya... - Dejo que mi lengua humedezca mis labios, saboreando al agua del lago, para luego, con un movimiento rapido, producto de cientos de duelos en mi vida, la apunto con mi varita.
- Septumsempra - si la chica era lo que yo pensaba, detendría el conjuro, si no lo era, en el peor de los casos moriría desangrada, con un poco de suerte el calamar la devoraría antes del amanecer y nadie me culparía por aquello...

Estaba poco distraída por la burbuja que estaba manteniendo en el fondo del lago, pues era un gran trabajo tratar que un calamar gigante no se despertara, pero eso me impidió darme cuenta que un hechizo venia hacia mí. Al no tener varita desvíe el hechizo con mis manos, no completamente pues parte del hechizo lastimo mis manos.

-Sabes que eso duele?- dije mientras miraba mis manos, luego le mire fijamente, me eleve unos metros y lo apunte con mi diestra – Crucio- grite observando atentamente como respondía el chico

Observe con una mescla de asombro y emocion el poder de la pequeña, mi hechizo habia sido desviado y con sus manos desnudas, aquello exedia cualquier expectativas, reaccione de la unica forma que pude, soltado una carcajada, encontrar alguien como ella in siquiera proponermelo me parecia una situcion de lo mas divertida.
Mi risa quedo ahoragada por un gruto cuándo su maldicion me dio, senti como cada particula de mi ser grito agonicamente, aquello, lejos de molestarme, fue una motivación más para acercarme a la misteriosa chica. Cuando el dolor termino, estaba de rodilas en el agua, respirando agitadamente, levante mis ojos en busca de los suyos.
- Mi nombre es Alexander - dice aun con la respiración cortada - Es un placer conocerla, oh, oscura princesa...

Sonrei ante su aptitud, acababa de lanzarme un imperdonable, pero no parecia perturbada ni arrepentida, daba a entender que era parte normal de su vida.
- Parece que tendre que hacerlo una costumbre - respondi, mientras volvi a incorporarme - A ver cuantas de ellas logran desviar magia oscura con las manos desnudas - La mire divertido, esperando ver si intetaba dar alguna explicacion al respecto.

Observo la ola sin llegar a sorprenderme realmente, si la chica detuvo mi conjuro con esa facilidad, sera dificil que vuelva a sorprenderme.
- Me ofendes - dije con sarcamo, mientras ponia mis brazos sobre mi pecho, en un gesto exagerado de sentirme ofendido - Yo no ando por la vida atacando gente sin razon - la chica salio de agua y comenzo a caminar por la orilla, camino tras de ella, manteniendo cierta distancia - Lo hice para confirmar mi teoria...

Comence a caminar por la orilla, manteniendo su paso, manteniendo la distancia suficiente para continuar con nuestra conversacion.
- ¿Teoria boba? - repeti su pregunta mientras sonreia ante el comentario, si lo pensaba con atencion, no habia tenido prueba alguna de que ella fuese especial, ningun indicio, ninguna sugerencia, nada, solo mi instinto, y sin más que eso, habia dirigido magia negra contra una niña, aquello pudo resultar mortal en la mayoria de los casos, pero, como en otra ocaciones, mi instinto no me habia fallado
- En realidad, no es una teoria, solo una corazonada - dije con orgullo, como si aquellas palabras fueses algo totalmente positivo de mi persona.

Continua mi mano a su lado, senti algo de su furia cuando me acuso de atacarla por una corazonada, solo sonrei ante su ira.
- Le habria dado una buena cena al calamar - dije en tono divertido, la idea de que ella pudiese morir no me perturbaba para nada - Ademas, no lo hiciste, crei haber encontrado una presa con la que jugar, y termine por encontrar una princesa oscura - dije como si aquello fuese obvio, estabamos ahora en el bosque prohibido, otro podria haberse sentido intimidado o asustado, pero para mi, todo lo que pudiese representar peligro era una mera divercion.