Con los ojos cerrados no sirve aplaudir [Jack]

El Lago, uno de los únicos lugares donde puedo pensar tranquilo. Merlín, mis problemas de concentración deberían ser problema nacional. ¿Cómo es posible que siendo vacaciones y habiendo pocos alumnos no pueda ser capaz de mantener la vista en el libro por más de dos minutos? No quería pensar en como haré cuando comience el curso. Si ya el curso pasado había estudiado poco y nada, esta vez será peor. Pero no es mi culpa, ¿quién manda a los mocosos a ser tan... revoltosos? Por usar un término medio.

Y ahí estaba yo, con mi librito, sentado en el suelo y con los pies en el Lago. Lindo día, la verdad, el Sol hacía resplandecer mi cabello y me encantaba el efecto que le daba a mis ojos. Por lo demás, camiseta de colores claros, amarillo con motivos en blanco y violeta, con un traje de baño que combinaba. Tenía pensado nadar un poco.

Además, la lectura no es algo me atraiga de sobremanera, pero ese librito, pequeño y antiguo, sí que me atraía. Un antiquísimo ensayo sobre el uso correcto de la pronunciación del pársel sobre algunos hechizos. ¿Alguien pensó que estaba estudiando para alguna materia o algo de eso? Pobres ingenuos.

Y ahora... prefecto. Sí que era extraño, más con mis antecedentes. Pero me notificaron ayer... será extraño, pero bueno, otra labor más donde puedo empezar a ser un poco serio, y a la vez, traería varias ventajas... como ese legendario baño. Sonreí.

Y a todo esto, no puedo concluir este capítulo, no me entra nada en la cabeza. Suspiré.

Me moví con rapidez más por costumbre que por necesidad. Hacía calor en el ambiente y no soportaba ni la leve subida de temperatura por la direfencia de clima al que estaba habituado. Aun podía sentir la humedad y el frío que predominaba casi todo el tiempo en la fábrica donde vivía durante las vacaciones que pasaba fuera de Hogwarts y de verdad echaba de menos eso. Pero este año estaba siendo diferente, me debía quedar en la escuela. Hubiera muerto de aburrimiento con la rutina que compartían los alumnos que se habían quedado, pero no era cualquier cosa la que me obligaba a quedarme ahí.
Seguí descenciendo hasta el lago y ceñí la manga de mi camiseta para tapar el simbólico tatuaje de mortífago y las cicatrices de infancia. Recuerdos inolvidables! sin duda.
Me detuve ante la imagen del inmenso lago mientras comencé a imaginar cómo sería luchar contra ese calamar gigante en el que Gryffindor se había convertido.
Hice un par de toques distraídos con la varita contra mi pierna.
Desde luego, hubiera sido emcionante que aquel hombre no fuera tan cobarde de esconderse entre las aguas.
No tardé ni segundos en darme cuenta de que no estaba solo. No habría hecho caso a ese estudiante frustrado de no ser que al mirar el libro que leía, descubrí que de repente, ir al lago no era tan mala idea.
Me acerqué con naturalidad y me acuclillé a prudente distancia.
- Hola, pareces cansado - sonreí de lado y señalé el libro con un movimiento de cabeza- puedo ayudarte.

Ya había escuchado los pasos, así que no me sorprendí al oír una voz. Debía ser difícil no ser escuchado cuando el silencio reinante era tan majestuoso. Levanté la cabeza después de una rápida mirada al número de página y dejé el libro cerrado a un costado. No sabía si había visto la portada, y si lo había echo poco me importaba, no era un secreto que hablaba pársel... y aún así me dieron la placa, increíble. Y hablando de la placa... estaba en mi habitación, junto con mi uniforme. Apenas lo usaba cuando debía, no pensaba usarlo en vacaciones.

Cuando levanté la cabeza me encontré con unos grises ojos que me miraban con atención. Jack... Jack... Jack algo. No recordaba su apellido. Slytherin. Y... bueno, no sabía nada más de él. Obviamente, le sonreí ante su sonrisa.

-Hola -le contesté, posando mis ojos en los suyos y sin parpadear volví a hablar -. No es necesario, supongo que deberé seguir más tarde -le dije, levantando el libro con la mano y acercándolo a él, ofreciendo la posibilidad de ver de cerca el preciado objeto. Me gustaba ver la expresión que ponían algunos cuando dejaba ver que hablaba la lengua de las serpientes. Pero este chico no parecía ser de esos. Al menos daba esa imagen.

-¿Dando un paseo? -le pregunté de forma casual, dando suaves movimientos a mis pies, sumergidos en el agua del Lago, era realmente espléndido hacer eso.

Torcí mi sonrisa cuando sostuve el libro en mis manos. Parecía antiguo y las hojas estaban amarillentas de los años que corrían por las fibras.
- Algo así - contesté ojeando el nivel del tomo a la vez que estudiaba al chico. No era de mi casa, de eso estaba seguro, hubiera sido bueno tener la oportunidad de tener tan pronto aliados en Slytherin, donde se suponía que iba a hacerlo rápidamente, pero por el momento ninguno llamaba mi atención y tampoco podía confiar en cualquiera el secreto que guardaba.
- Hace mucho que lo hablas? no es muy común que vendan estos ejemplares, parece una reliquia y dudo que pertenezca a la biblioteca de Hogwarts- comenté devolviéndole el libro y sentándome en el suelo sin problemas.

No pregunté más nada ante su respuesta. Tampoco era algo que llamara mi atención en este momento. Lo que sí llamaba mi atención eran las facciones del chico, daban una sensación extraña... atrayente. Pero rehusé de posar mi vista en ellas. en lugar de eso, tomé el libro y observé sus manos por una facción de segundo... ¿no tendría calor?

-Hace bastante... antes de entrar al colegio ya podía mantener una conversación simple -expliqué, sonriendo ante la naturalidad con la que preguntó y se sentó. Me gustaba cuando la gente demostraba esa confianza y cercanía, aunque estén ante un desconocido -. Es bastante antiguo... no creo que se consiga algo parecido aquí. Si lo abres, está escrito en ruso, con la portada en inglés, curioso -comenté, y lo miré por unos segundos pensando qué significaría -. También tiene un mecanismo de defensa, por llamarlo así -comenté con una sonrisa y le di un toque con mi varita, que como de costumbre, estaba en el suelo, a mi lado.

La portada del libro cambió.

-Cambia dependiendo del gusto de las personas, yo leo "Las plantas mágicas del Cercano Oriente", y tu leerás sobre el tema que menos te interesa. Suele ser útil -expliqué, mirando sus ojos, y sin saber porque le explicaba sobre el mecanismo de escondite del libro.

Vaya, aquello era digno de anotar, no cualquiera podía demostrar esa habilidad de lengua tan temprano. Quizá el chico tuviera facilidad para hacer más cosas de las que pudiera pensar que era capaz.
- Quizá cambiaron la portada...- comenté cuando me contó sobre la diferencia de lenguaje entre la cubierta y el interior del libro.- Muchos lo hacen, precisamente para esta clase de trucos de camuflaje. No voy a negar que son muy útiles cuando tienes cosas que esconder- sonreí, leyendo "Historia Muggle" en la cubierta.- seguramente la tapa original se encuentra bajo el "envoltorio"- le dije.
Desde luego, aquel truco me había funcionado bastantes veces... pero, para qué camuflar un simple libro de pársel? Quizá no fuera sólo un libro de ese tipo, pero no sabía ruso. Supuse que el chico sí.
- Por cierto, - dije, tendiéndole la mano para presentarme y mirando a sus ojos- me llamo Jack Ludlow, sexto de Slytherin. Y tú eres?

Asentí a lo que dijo. La portada estaba encantada en cada detalle. Siempre con el objetivo de sonsacar información y ocultarla. Si el chico hubiese hablado ruso, lo habría podido leer en ese idioma. Y leerla completa. Pero bueno, dejemos el libro de lado...

-Teo Grobersky. Quinto de Ravenclaw -me presenté, sin mencionar que era poseedor de una linda placa que me confería autoridad. Sabía de chicos que siempre lo mencionaban... yo no lo haría. Cambia mucho la imagen de alguien cuando le ponen el letrero de "Prefecto" en la cabeza -. Un placer, Jack. Es extraño que no te haya visto antes -comenté. Por supuesto que lo había visto, y había oído hablar de él, pero esas cosas no se decían. Al menos en el primer contacto. siguiendo un pequeño impulso, y desviando la mirada al agua, ya que se me hizo imposible sostener su mirada, moví un poco más los pies, disfrutando del fresco masaje que el Lago me confería.

-¿Te gusta el agua?

- Igualmente, Teo - dije al soltar su mano tras la presentación. Era el primer Ravenclaw con el que me relacionaba, siendo que no pasaba demasiado tiempo en el castillo y no había tenido intención de hablar con muchos más hasta ahora. Aunque los propósitos que me llevaban no fueran los habituales.
- No suelo pasar mucho tiempo en el castillo, seguramente es por eso que no me has visto - respondí con sencillez. Detestaba aquella escuela y cualquiera estaría de acuerdo conmigo cuando los muros pueden convertirse en barrotes si no iba con cuidado y me descubrían.
Vi que desviaba la mirada hacia el agua y seguí la ruta de visión, encontrándome con sus pies cubiertos en buena parte.
Nunca me había preguntado a mí mismo si me gustaba el agua. No era la clase de pregunta que solía generar mi mente.
- Supongo, si puede serme de utilidad es gratificante tenerla de mi parte.- contesté.- apuesto a que puedes sacar mejor partido de ella que yo, admito que no es mi fuerte el manejo de elementos y debo decir que no me había preguntado nunca si me gusta el agua o no - eché hacia atrás mi brazo y lancé una piedra, dejando diversos toques circulares en el agua antes de que ésta se hundiera.
- Eres de familia rusa, no? tengo varios conocidos de ahí - dije, recordando unos cuantos. De hecho, muchos de ellos poseían los libros principales de magia negra y bibliotecas interminables de magia prohibida.

-Sí, puede ser... -comenté, pensando en lo extraño que era para mí que alguien dijera que pasaba poco tiempo en el castillo, a decir verdad, no es algo que se escuchara mucho -. ¿Te desagrada el colegio? -indagué un poco más. Para alguien como yo, que simplemente no podía imaginar su vida fuera de Hogwarts, sería interesante escuchar porque a alguien no le agrada estar aquí. Es como dicen, cada persona es un mundo.

-Pues... puede ser un gran aliado -comenté con una sonrisa e inclinándome para posar uno de mis dedos sobre la superficie del agua. Apenas lo sumergí, pero fue lo suficiente como para que la piedra se quedara en la superficie, sin hundirse. Para después de dos segundos ser envuelta en una pequeña bola de agua y flotar a pocos centímetros de la superficie.

Seguí con la vista firme en la burbuja de agua que flotaba a unos metros de nosotros, sin parpadear hice un pequeño movimiento con la mano izquierda. Todo esto, sin sacar el dedo de la superficie.

La esfera de agua comenzó a rotar en su mismo eje y a adquirir velocidad. Después de otro par de segundos, la esfera achicó drásticamente su tamaño, para luego abrirse y dejar caer al lago la piedra convertida en granito minúsculo. Sonreí y lo miré, esperando su veredicto.

-Los elementos en general pueden ser geniales -le dije, pasando el dedo mojado por mi cuello, y mirando de nuevo el lago un segundo. Eso había sido agotador, aunque no lo demostraría. Aún me costaba controlar bien el agua sin ningún estímulo, o sin la varita, pero seguía experimentando y cada vez obtenía mejores resultados.

-Sí, mi madre es rusa, como toda mi familia, creo... -agregué, pensando en mi padre. Ni siquiera conocía su nacionalidad -. ¿Has estado alguna vez allí?

Miré en su dirección antes de contestar a su pregunta, naturalmente no iba a contar detalles que pudieran perjudicarme y descubrirme si ese alumno llegaba a hablar de más. Había que tantear su mente y conocerlo mejor antes de decir nada.
- No comparto muchas de las decisiones y opiniones que se toman en la escuela y no me parece un lugar seguro en el que estar, a pesar de que digan que lo sea.. - dije, sin poder evitar sonreir de lado al imaginar el gran plan que teníamos en mente.
Al poco, desvié mi mirada hacia el agua con expectación. No estaba usando varita y aun asi conseguía esos efectos... tenía talento, no quería ni imaginar si lo llevaba a las instrucciones que iban a impartirse antes del comienzo del curso. Haría cosas que ni podía imaginar...aunque algo en él me hacía pensar en que no iba a encontrarse desfamiliarizado con la magia negra que podría aumentar su poder.
- Impresionante- aprobé cuando la burbuja de agua mostró lo que quedaba de la piedra.- Seguro que pronto podrás hacer más que deshacer piedras, si te lo propones.. - añadí. Tendría que tomarme con calma aquello si queria conseguir aliados fuertes y con potencial, no podría cometer errores cuando encontraba esos escasos dones.
Asentí ante su pregunta.
- Soy inglés, pero Rusia siempre ha sido uno de los países que más me ha atraído, mi familia encuentra mucha afinidad con las más importantes de allí y.. ahora que recuerdo..Grobersky, no?- dije comenzando a recordar a una familia de grandes posesiones.- He visitado un par de veces la mansión de tu familia, sé sobre la afición que hay a la magia negra, ahora todo suena más lógico - dije sonriendo como si aquel tema fuera lo más normal del mundo. Mi mundo era así. - Te sientes identificado con esa misma afición?

-¿Decisiones serias o tonterías? Supongo que nadie está cien por ciento contento con el colegio... o sobre su seguridad. Aunque creo que hoy en día, no hay ningún lugar totalmente seguro en las islas -comenté, las últimas cartas de uno de mis primos me alertaban de la alegría que tenían mis tíos ante la posibilidad de que yo muera a causa de la guerra en mi país -. ¿Qué cambiarías? -le pregunté, mirando sus ojos con auténtica curiosidad.

-Con la varita puedo lograr resultados un poco más desastrosos... pero aún lo estoy perfeccionando. Aunque no es todo mérito mío -comenté, sonriendo y dándole un pequeño toque al libro -, tengo buen material para estudiar.

Vaya, sabía sorprenderme. No muchos eran los extranjeros que pisaban Sertrekovch. Debía ser de una familia realmente importante... y su apellido no me sonaba de nada. ¿Todo suena más lógico? Tampoco es que manipulaba el agua puramente con magia oscura...

-Woo... así que tuviste la desgracia de conocer a mis tíos -comenté, sonriendo -. Sí, son demasiado adictos a todo lo que sea magia oscura... supongo que es mucho pedir un accidente en alguno de sus experimentos -medité unos segundos, sin apartar mis ojos de los suyos. Había tomado con naturalidad los gustos de mi familia, aunque si él estuvo en Sertrekovch, debíamos provenir de raíces similares en lo que ha ese tema respecta -. Digamos que no con tanto fanatismo... pero ya ves que logra serme útil.

-Y debo suponer que estoy frente a un pequeño mago oscuro, ¿no? -dije, medio en broma, medio enserio.

- Muchas decisiones tontas terminan siendo serias - contesté, dando la evidencia de que ambas me eran importantes- yo no estoy de acuerdo con el sistema en general. Actuan como si sus pensamientos fueran los correctos..la verdad universal sobre las cosas, y esto no solo engloba a la escuela, el ministerio sabe muy bien de lo que hablo. - dije con amargura en mi sonrisa. - El veneno no siempre viene sólo de un lado, muchas veces los que toman el papel de buenos son exactamente lo contrario, de otro modo, no estaríamos así, escondiéndonos de los muggles por temor a que nos descubran.
Tiré otra piedra al cristal de agua que reflejaba las montañas.
Miré con atención a Teo, volviendo a centrar mi mente.
- Estoy seguro de que conseguirás más resultados, yo también tengo varios libros de este tipo y son verdaderamente útiles para este tipo de cosas que en Hogwarts no ayudan. El pársel siempre ha influido en la magia de manera especial, diferente. En la escuela no aceptan esa diferencia pero sí a los que se parecen a los muggles..mientras que a los raros se los trata bajo la cabeza orgullosa de los Gryffindor, juzgadores y evidentes jueces por sus méritos para con la moral que se establece. Nunca nadie se fijará en un Hufflepuff, ni te cuento de un Slytherin, tachados de malvados de por vida y siendo este el papel que aceptamos sin remedio, y.. Ravenclaw, sólo méritos académicos con los que destaca y sigue existiendo. Voy con hechos, desde la temporal derrota de Voldemort, esos tres chicos... me encontré con Granger, y la verdad.. - reí, recordando las escenas- podría pertenecer a mi casa perfectamente. Se olvidan de que lo malo y lo bueno es subjetivo, ese es el problema que veo.
Sabía que mi padre tenía más ideas al respecto, que no pensaba en este tipo de cosas y que quería imponerse a lo que había, y yo estaba de acuerdo.
- Hace bastante que no veo a tus familiares, pero por lo que dices, no te veo muy unido a su pensamiento - comenté. Pero al menos, contaba con la ventaja de que no le importaba usar magia negra.
Reí un poco, notando su actitud analítica. Parecía que el chico también quería tantear.
- No te negaré que también estoy bastante vinculado a este tipo de magia. Me parece más interesante que la normal y mucho más productiva.- contesté sin remordimientos.

-Es más que obvio que los pensamientos correctos o la verdad universal no existe, pero lo que sí existe es lo que algunos llaman "el bien común". Pero en una sociedad tan heterogénea como es la nuestra, eso sería imposible, al margen de que no se intenta buscar eso. Siempre vamos por el lado del individualismo, cada uno tratando de sobrevivir y sin aspirar a mucho más -contesté, meditando sobre sus palabras. Mirando sus ojos sin observarlos en realidad -. Lo de los muggles creo que es un tema aparte. No creo que nos estemos escondiendo... bah, nunca me puse a pensar qué sería lo correcto -me detuve en este punto y sonreí, sin saber si se habría dado cuenta -. aunque, caería en la trampa de creer que lo pienso es lo "correcto".

-Puedo ver que eres de los que no ve "magia negra" o "magia blanca", sino magia. Alguna más útil y poderosa que otra... y que no se enseñe en el colegio puede ser lo mejor. Lo que sí me parece mal es la connotación negativa que el término acarrea de manera injusta. Todos los magos importantes, tanto los "buenos" como los "malos", que deberían ser "ganadores" y "perdedores" obvio, la historia la escriben los que ganan, pero no importa. Como decía, todos los magos importantes han hecho uso de esa magia que puede llamarse oscura. Es un factor de poder.

-No veo porque no aceptar a los que se parecen a los muggles... de última, son magos, eso es lo que importa, al final. Si los mortífagos quieren librar una guerra, que sea contra los muggles. Porque hablamos de que nos tenemos que esconder de ellos, de que somos superiores... pero nos matamos entre nosotros como lo hacen ellos.

-Y el tema de las Casas... nunca me dejé llevar por eso. Tal vez por estar en una de las Casas "del medio" nunca noté tanto la rivalidad o el peso de pertenecer a los leones o serpientes. Para mí las Casas son eso, la Casa a donde perteneces. No pasa más allá del color o el escudo. No tengo reparos en conocer a una persona de Huffle, gryff o sly. Obvio que hay algunos a los que se les sube demasiado a la cabeza, pero no suelen ser las personas con las que me gusta relacionarse.

-Lo malo y lo bueno es demasiado subjetivo. Es lo más subjetivo que puede existir. Es lo más condicionado que existe... derrota temporal.... interesante -me quedé pensando en eso y en todo lo que había dicho este chico. Hacía mucho que no tenía un charla de este tipo. La verdad es que me atraía ese tema. Ese y unos cuantos más relacionados.

Asentí ante lo que estaba comentando.
- Estoy de acuerdo, no considero posible una organización que vaya a por el bien común, siempre va a ser un tema personal. Pero no por eso es bueno dejar las cosas como están sólo porque creamos que es imposible llegar a un bien común. El ministerio es pura corrupción... todos los magos están de acuerdo con ellos y actúan como si sus decisiones fueran las adecuadas con la justicia por su mano - exclamé con algo de molestia mientras dirigía una mirada hacia el lago. Y aun así sabía que había infiltrados de los nuestros en el ministerio, pero esas cucarachas seguían resistiendose.
- Pues yo creo que si tanto quieren igualdad con los muggles, aceptarlos, ellos también tendrian que aceptarnos a nosotros sin tener que reprimir la magia como si nos avergüenzáramos de ello.
Me incliné hacia atrás, apoyándome sobre mis manos entre las piedras.
Sonreí.
- Llaman magia negra a lo que no conviene utilizar, sabes por qué? Porque no sería conveniente que todos pudiéramos ganar... claro, la anarquía se desencadenaría si pasara.. según ellos. Pero es evidente que si nos enseñaran magia negra, lo que según ellos es malo, no habría tanta ignorancia y sabríamos elegir nuestro propio camino - torcí esa fina curva de mis labios. - Y eso tampoco les favorecería. Es como en la antigüedad... el no saber de la gente hacia cosas que realmente no son como parecen, hacía que el gobierno y la iglesia hiciera lo que se les antojara, y estamos hablando de conceptos prefijados por la sociedad y que forma una estructura equilibrada sólo para beneficio de los que engañan. Cuando sabes todo esto, no ves las cosas del mismo color.
Y era por eso que seguía a mi padre. Él tenía razón, había que limpiar todo aquel sistema putrefacto, pero no habría modo si no acabábamos con los seguidores de esas ideas.
Miré a sus ojos, atendiendo a su sugerencia con interés. No sabía si mi padre planeaba algo así, pero desde luego, esta idea era bastante buena.
- Si dejáramos de lado primero a nuestro propio problema gubernamental, nos encontraríamos con más inconvenientes a parte de la resistencia de los muggles.- respondí a la vez que reflexionaba la posibilidad.
El sistema de casas también era otra batalla que se libraba en la escuela y la cantidad de puntos que animaban a ganar a los alumnos con la promesa de la Copa de la Casa tampoco hacía el tema más llevadero para los que sí se tomaban su papel.
- Tampoco tengo problemas en relacionarme con cualquier casa, despues de todo, limitaría mis posibilidades de conocer personas interesantes como tú y sería una estupidez - dije sin inmutarme, como si fuera un hecho incuestionable.- Veo que tu mente está bastante dispuesta a toda clase de opiniones, Grobersky - sonreí de lado cuando repitió "Derrota temporal".

-No creo que sean intereses personales lo que hace imposible ir por el bien común. Creo que más bien es que para que exista tan sólo el "bien común", deberíamos tener una sociedad que se rija bajo los mismos intereses. O que se acepten y adopten los intereses del grupo mayoritario mientras se deje conforme al minoritario. Eso sí que lo veo algo imposible. Nos discriminamos y nos matamos entre nosotros... es imposible llegar a un bien común.

-El tema del ministerio... si toman esas decisiones, al menos ellos deben creer que son las indicadas. Y están para eso, ese es su trabajo... y sí, sí me parece que sea un nido de corruptos. Pero hasta que no aparezca alguien mejor, es imposible sacarlos y tener la seguridad de que no quede alguien peor en el poder.

-Una cosa es el respeto básico, el respeto por los hijos de muggles, por los sangresucias, que son como nosotros. Al menos indiferencia, sino quieren respetarlos. Nadie le pide a nadie que sea amigo de un sangresucia. Pero sí que no lo maten o lo ataquen o lo discriminen por su condición. Es casi ridículo que se produzcan hechos de esa índole. Es pensar que por ser sangrepuras tenemos más derechos que otros a vivir en paz. O a tener magia. ¿Nos creemos los dueños de la magia?

Había dicho todo esto de una forma extraña. Contestando de forma directa a sus distintas opiniones. No era un debate, no era una confrontación. Ni siquiera podía ser llamado intercambio de ideas. Estábamos dejando claro algunas ideas. Pero el tono en el que se daba, tan amistoso y distendido, llevaba a un punto en común que saltaría enseguida. Era el tipo de intercambio que no me convencían luego. Tal vez me dejara pensando sobre dos o tres puntos, pero no haría mella profunda en mi mentalidad. Era un tema que me desbordaba, entonces trababa de pasar de ello por ahora. Pero dudas asaltaban mi cabeza, y cuando me encontraba con oportunidades como esta, no las dejaría sin respuesta.

-Em... la anarquía, como sistema político -sonrisa irónica -, es perfecto en la teoría. Pero en una sociedad como la nuestra, de nuevo, sería un desastre. Pero no importa, dejando de lado eso... la magia negra sería un factor de poder. Nuevamente está en manos de cada persona para qué lo desea utilizar. Creo que eso puede ser lo peligroso. Y que por eso se resisten tanto a mostrarlo como algo normal. El miedo al poder... supongo que debe ser eso -concluí, pensando un poco mis palabras. Sonreí de forma inconsciente ante su gesto -. Ahora hablas de la magia negra como otra cosa que no es un factor de poder...

Asentí y le sonreí de forma natural cuando mencionó lo de las casas y mi mente.

-¿Qué crees que deberíamos hacer los magos con los muggles?

- Imposible llegar a un bien común completo, si. Pero si cambiamos el pensamiento de los demás, es evidente que no es tan improbable que lleguemos a un bien común, un bien quizá manipulado, pero es lo que hay hoy en día. El bien comprado, el que te venden junto con los miles de valores establecidos por el sistema, haciendo creer que en realidad es la gente quien los fabrica - sonreí. Había tenido esa charla un par de veces con mi padre. Aunque no sabía si con ese chico llegaría a un punto muerto, en común o desigual. Por el momento coíncidía en sus razonamientos, Grobersky me parecía interesante, podría servirme mucho. No podía dejarlo escapar, aunque tuviera la sensación de que su cabeza pudiera llegar a varios puertos a la vez en lugar de sólo a uno, o cambiar de destino si era necesario.
Miré en su dirección ante su opinión sobre el ministerio.
- Alguien peor?... bueno, eso también es subjetivo. No crees que hay demasiados elementos de ese tipo por todas partes? Nunca habrá un sistema perfecto, y si lo hubiera, otros acabarían con él por desventajas hacia los demás, por querer ser mejor.. y me parece bien, todos tenemos nuestro lugar- observé sin pizca de sentimiento. Para mí era una realidad, me habían educado así, aunque mi padre expresara su afición a la superioridad, a mi me había tratado como lo contrario, nunca encontraría ese tipo de orgullo en mi interior.
Arqueé las cejas.
- No hablé de los sangresucias pero tampoco pasaré por alto que el odio que hay entre los sangrepuras y los sangresucias es mutuo desde hace generaciones, se puede ver en los alumnos, ha llegado a ser un problema que se alimenta a sí mismo, pero no es algo que me atraiga a reflexionar.
La magia negra puede ofrecer mucho más que poder, creo que tú puedes comprenderlo después de leer tanto sobre ello, no? - sonreí. Si aquél chico se unía a los nuestros, me encargaría de entrenarlo yo mismo. Aprendería mucho más que estando ante libros antiguos cuyos hechizos ya fueron mejorados hace décadas, por no decir lo lejos que podría llegar.
Vaya, aquella pregunta...tan simple y tan complicada de responder a alguien que no formaba parte de mi círculo.
- No creo que mi opinión sea adecuada, viendo que aun no sé todo lo que hay al rededor de esa cuestión. Los factores secundarios son importantes a la hora de pensar una sola conclusión ante el problema, aunque evidentemente, sigo diciendo que escondernos entre los ladrillos, muros y barreras no es una solución digna. - desvié mis ojos hacia el agua tranquila. Nuestra conversación parecía como el reflejo del agua, no revelaba demasiado de lo que había debajo, sólo la superficie, pero era cómodo no discutir ni escuchar réplicas estridentes o totalmente ofensivas ante los prejuicios de los demás. - Bueno, parece que esto se está tornando demasiado serio, no? - sonreí y me incorporé al instante, sabiendo que el chico estaba intentando captar mi cabeza. Era hora de estudiarle yo.
- Demos una vuelta, aun es temprano para volver. - sugerí. El cielo aún reflejaba un azul de mediodía. Comencé a caminar y esperé a que me siguiera. - Crees que la leyenda sobre Gryffindor es cierta? - pregunté, señalando el lago con un movimiento de cabeza.

Llegando al previsible fin de esa conversación, me paré al tiempo que él lo hacía. Ya se estaba haciendo obvio que no se iba a llegar a ningún lado. Más que nada por mi culpa, no podía definirme, no podía llegar a una línea de pensamiento que no se contradiga o que no se caiga a los dos días. No podía definir qué era lo que estaba mal y lo que estaba bien... para mí. Sólo me basaba de recursos idiotas para desestimar todas las teorías y no podía llegar a una propia. Y en parte no quería llegar. Adoptar una teoría te obliga a defenderla, a creerla absoluta... y me termino convirtiendo en uno de esos energúmenos que repiten algo una y otra vez sólo por mantener una razón inexistente. Una realidad que trata de vulnerar a la voluntad. Algo que nunca pasará. La realidad es un bloque que no cambia, se basa en sí, se nutre de sí, no está en sus planes ser otra cosa. La voluntad es esa fuerza que se asemeja a un martillo, con el que se golpea ese bloque para deformarlo y darle la forma que uno quiere que tenga.

La voluntad siempre vence a la realidad. Si es lo suficientemente poderosa. Desear hacer que se crea que la realidad es una, y que no hay forma de cambiarla, desear hacer creer a la gente que es insignificante, que no puede ser capaz de aportar nada, que no es capaz de blandir ese martillo, es la mejor manera para que esa voluntad, ese martillo, nunca existan... o desaparezcan. Y ahí queda, esa irreal realidad, al servicio de los que se nutren de ella, de los que absorben poder de ella. Porque el poder no se toma, se crea. Es imposible tomar el poder, para "tomar el poder" hay que tener más poder que el que "está en el poder". Sí, el poder atrae poder, pero también adversarios, que si son lo suficientemente inteligente pueden acumular, crear, el poder necesario para vencer al poder dominante. Porque siempre se trata de eso, de poder dominante contra poder oprimido. No importan las banderas, siempre el que tenga más poder, el que esté en el poder, va a ser el que oprima, el que mande. Para bien o para mal. Y de ahí, de esa opresión, sale la resistencia. Sale el otro poder... el poder de la voluntad para cambiar la realidad del poder. Y se crea un círculo vicioso donde todos aplauden con los ojos cerrados.

Y con los ojos cerrados no sirve aplaudir.

-No, realmente no... -le contesté, mareándome cuando me paré y debiendo detenerme y colocarme una mano en la cabeza al tiempo que cerraba los ojos con fuerza. Pero me recompuse de inmediato, esperando que no lo notase mi acompañante y con un par de zancadas llegué sonriente junto a él -. ¿Crees la leyenda de la Diadema de Ravenclaw?

Supe que la mente del chico siguió ejecutando más respuestas, podía notarlo en su mirada. Era muy reflexivo, eso tenía ventajas, pero esas ventajas daban riesgos y Grobersky parecía ir por varios caminos a la vez sin situarse en ninguno. Me gustaba esa actitud, pero no convenía a la hora de reclutarlo, tendría que tomar otra táctica si conseguía que se uniera a los nuestros..Podía interpretar que le gustaba debatir, y para ello debía saber primero. Evidentemente, no cometeria el error en contarle sobre mis intenciones, era algo arriesgado si no lo llegaba a conocer bien primero.
Caminamos un par de metros más en silencio
- Sería interesante comprobarlo por nuestra cuenta, no? - pregunté sin responder el sí que había aparecido en mi mente. Me detuve frente al lago y miré en su dirección, curvando levemente mis labios.

Lo seguí, sin importarme a dónde se dirigiría, aún seguí sumergido en mis pensamientos. Blah, eran cuestiones que me superaban. Era a la conclusión que llegaba cuando no encontraba otra salida. Que patético lo mío. Pero bueno, no importa. Dejemos de lado eso. Jack me acababa de hablar. Levanté la vista, que llevaba paseando por el suelo demasiado tiempo y la posé en sus ojos.

-Me encantaría... aunque creo que se complicará un poco. A Hogwarts le faltan ese tipo de aventuras -comenté, sonriendo y con un brillo pícaro en mis ojos. Ese día venía con una actitud un tanto sumisa. Basta de eso. Me gustaba cuando tenía ese ánimo que arrollaba todo y nada lo paraba. Así me gustaba sentirme -. ¿Te gusta nadar? -le pregunté, arrastrando mi mirada hasta el Lago y volviendo a su rostro.

- No sería nadie si un poco de agua me parara, no? - sonreí, despojándome de la túnica y dejándola en el suelo sin pensarlo mucho más. Veamos de qué estás hecho, Grobersky, dije para mis adentros cuando ya sólo llevaba los pantalones y sentía el agua hasta los talones. Miré en su dirección.
- Intuyo que esto es lo tuyo, no? Demuéstralo - acto seguido, saqué mi varita y apunté a mis labios, formando una burbuja antes de zambullirme en el espeso y oscuro líquido.
Si la criatura existía, seguramente se hallaría en el centro del lago, donde la profundidad incrementaba.