Ignatius Middleton

Nombre: Ignatius Wes Middleton

Edad: 17

Descripción física: es un chico alto para su edad, mide alrededor del metro 85, 90. Se podría decir que es fuerte, no es el típico que está excesivamente musculado, pero mantiene una buena forma física, y es bastante rápido. Tiene los brazos muy largos, al igual que sus manos, perfectas para escribir o tocar el piano, y sus pies. Tiene el pelo castaño, un poco largo y un poco rizado, mas bien podríamos llamarlo ondulado. Ojos también castaños, no son feos, pero tampoco destaca por ellos.

Descripción psicológica: un chico del cual a primera vista, podríamos decir que porta en su sangre el carácter Ravenclaw. Alguien que puede resultar frío y demasiado lógico por fuera, a veces llegando a molestar. Pero como ya se ha dicho, eso a primera vista. No todo se reduce a eso. Es alguien que en su interior tiene un océano de distintos sentimientos, los cuales saca en ocasiones, con las personas que elige, resultando bastante amable. Siendo un Ravenclaw, su gran virtud es la inteligencia y la lógica, algo que para los estudios le es muy favorable. También le encanta tocar y componer música para relajarse, en especial tocar el piano.

Colegio: Hogwarts

Casa: Ravenclaw

Historia: nacido una tarde lluviosa de primavera, como otras tantas en Londres, Ignatius iba a ser un chico normal. No tenía nada especial salvo una cosa, la magía. Procedente de una familia de sangre limpia, pero para nada obsesionada con ello. Aunque hubieran habido bastantes Slytherins en la familia, también hubieron otros tantos Ravenclaws, como sus padres, lo que hizo que sus ideales no fueran los comunes en una familia de esas características. Procediendo de padres Ravenclaws, estos pronto quisieron inculcarle sus conocimientos. Aparte de ser un aficionado a la lectura desde joven, también ya tenía dominio sobre el saber de la magia, también sabiendo algunos hechizos. A su llegada a Hogwarts, sus exitos en lo académico fueron notables, sacando excelentes notas. Pero no todo eran libros y bibliotecas. También era un gran amante del Quidditch, el cual intentaba practicar cuando podía, llegando a jugar a veces solo. Sus brazos largos y su velocidad en la escoba hacían de él un gran cazador en los partidillos que hacía con sus amigos. Así que su estancia en Hogwarts es como la de un chico normal más, un chico Ravenclaw normal más, centrado en los estudios y con poco tiempo para lo demás, sintiéndose a veces presionado por sus padres a la hora de sacar mejores notas, pero eso no importaba, ya que ya sabía que eso era lo mejor para él, y no se quejaba.