Aburrimiento {Norman}

Lo que llevaba del día de hoy había sido bastante, demasiado y completamente aburrido. En serio, no lo soportaba más, necesitaba aunque sea como mínimo salir de mi Sala Común, estar en otro ambiente, cambiar de aire. Entonces ¿a dónde me dirigiría? No tenía ni idea, a donde me llevaran mis pasos: con tal de hacer algo.

Lo medité por unos segundos. Me encantaba estar al aire libre y pasear por los jardines pero hoy estaba frío y nublado, por lo que descarté esa opción. ¿Qué más me quedaba? No mucho, es decir contaba con el resto del castillo y aún así no tenía ni idea de a dónde ir. ¿Dónde estaban mis amigos cuando los necesitaba? Seguramente estudiando o haciendo sus cosas por ahi, era increíble como podían desaparecer todos de la nada. Pensé por un momento - sonriendo divertida ante la idea - en sacar mi varita y traerlos con un accio.

Bueno, al final - no sé como - llegué a la Biblioteca. No creia que era el mejor lugar para estar pero no perdía nada con, aunque sea, entrar y hechar una mirada a ver si me encontraba con alguien interesante. Ok, no importaba si era interesante o no, simplemente tropezara con quien tropezara me haría una persona feliz. Necesitaba algo de ritmo en mi día.

Al parecer el destino, casualidad - o como quieran llamarle - se tomó mis pensamientos de una manera literal. Ya que al adentrarme en aquel lugar repleto de libros y alumnos estudiando, me choqué con el alguien a quien estaba deseando encontrarme. Típico de mí, siempre iba tan distraída que nunca miraba por donde caminaba; pero prefería darme un ligero golpe y pasar a tener por lo menos una mínima conversación antes que quedarme sin hacer nada. El tema era que tropezé con una persona, que al parecer iba bastante acelerada, y caí al piso. Me quedé atónita por unos segundos, no sabía si gritarle o agradecerle.

Miré hacia arriba para ver quién era la persona con la que me había chocado. Era un chico, dirigí mi mirada hacia su túnica y reconocí el escudo de mi casa en ella. Bueno, por lo menos había tenido una buena actitud; si hubiera sido un Slytherin seguro que ni se habría molestado en ayudarme a levantarme, o preguntarme si me encontraba bien, y de pedir disculpas ni hablemos.

- Si, estoy bien. No me has lastimado, no te preocupes - le dije con gratitud en mi mirada. Tomé su mano con una media sonrisa y me puse de pie, luego lo solté.

Me detuve unos instantes a examinarlo mejor. Estaba segura de que no lo había visto antes por Hogwarts, su cara no me resultaba familiar; y eso que ibamos los dos a Gryffindor. Tampoco era que tuviera que conocer a todos los alumnos, no había llegado hacía mucho, pero no sé. Quizás como estábamos en vacaciones y había menos gente en el colegio pude notarlo, quizás antes con la cantidad de personas no lo ubicaba.

- Soy Sophie, Sophie Quinn - me presenté alzando las comisuras de mis labios.

El chico se veia preocupado por mi reacción de verdad, nunca pensé que pudiera tomárselo tan a pecho. No me había hecho daño y yo me encontraba bien, por lo que no debía de sentirlo.
- Oh, no te alarmes tanto. Tranquilo, de verdad estoy bien. No te hagas problemas - le dije con una sonrisa e intentando calmarlo - El gusto es mío Norman.

Me pregunté si el chico era nuevo. Había algo en él que resultaba curioso, o no sé. Estaba segura de que no lo había visto antes por aqui. Y eso explicaba el que estuviera en el castillo cuando se suponía que eran vacaciones y los alumnos debían de regresar a su casa, o quizás él todavía no regresaba, quien sabe.
- Asique ¿no vas a tu hogar por las vacaciones? - inquirí con un tono de curiosidad en mi voz.